
1. Mental Orgasm
2. Bloodsoil
3. Warfare
Estamos ante un suceso tan especial como fugaz. Algo tan rápido y centelleante que probablemente más de uno por aquellos tiempos se perdió y se tuvo que enterar por terceros un par de años más adelante. Una experiencia única que no hace otra cosa sino dejarnos a los acólitos de las tinieblas con la lengua fuera y con ganas de más… algo más que nunca llegaría. Ni nunca lo hará. Hablo nada menos que de Zyklon-B, el primer súper-grupo que parió el black metal. Ahí es nada.
Pensémoslo atentamente: Samoth (ex-Emperor, ex-Zyklon, The Wretched End), Ihsahn (ex-Emperor, ex-Peccatum, Ihsahn), Frost (Satyricon, 1349, ex-Gorgoroth) y Aldrahn (Dødheimsgard, Thorns, The Deathtrip, ex-Old Man's Child) juntos en un mismo grupo. Las cuerdas más afiladas y teclados épicos de Emperor, la gélida y vibrante sacudida de los más bravíos Satyricon, y la carismática voz del frontman de Dødheimsgard… vale, es una mezcla rara, algo atrevida, pero no me digáis que no promete, porque no cuela pollos. El gran drama de Zyklon-B, es que no llegasen a sacar al menos un álbum de estudio; que se quedasen en un modesto EP de diez minutos: el infame Blood Must Be Shed.
Conocido y underground al mismo tiempo, este trabajo de 1995 vio la luz bajo la estela de la gran masterpiece In The Nightside Eclipse, los icónicos Dark Medieval Times y Shadowthrone (uno más que el otro) y el depredador Kronet Til Konge. Es el retrato de una escena que se abría paso a marchas forzadas más allá del subsuelo para alcanzar un puesto de honor en el mundo de la música. La música extrema en especial. No hay que olvidar que por aquellos años Samoth había sido encarcelado por la quema de la iglesia de Skjold, y que las letras supuestamente fueron escritas por Bård Faust (en aquel momento en prisión por asesinato). Todos nos conocemos estas historias pienso yo… el caso es que eso siempre da un plus de popularidad y de morbo a la música. Nada como un par de escándalos para tener un hype que te ponga en la cresta de la ola… ¿no? Pues eso es lo que vino pasando con Zyklon-B.
El Blood Must Be Shed, es un caso curioso… porque resulta ser un EP prometedor a pesar de que con ese metraje poco se puede demostrar. Y por otro lado, no deja de ser el preludio de algo que debería haber llegado más tarde: Un álbum debut con mejor producción, más compenetración entre los músicos y más elaboración compositiva. Así pues, yo veo (y creo que así se debería ver) al Blood Must Be Shed como un primer paso, un experimento para “mirar que tal arranca el asunto”. Por esa razón a pesar de que las tres canciones del EP son la jodida crema, una tormenta helada e implacable, da la sensación de que se debería haber hecho un poco más. Como poco, alargar Mental Orgasm y Bloodsoil, que ambas canciones tienen un poderío tremendo y podrían ser magníficas.
La música de Zyklon-B retrata muy bien todo ese ambiente bélico que intentan evocar en las letras de Faust… esas guitarras furibundas de corte obsidiano al estilo Emperor, la batería vibrante y sobre todas las cosas veloz: no se puede olvidar que se trata de Frost cuando hablamos de percusión en Zyklon-B... después de todo ya sabéis lo veloz que es; fue uno de los baterías más rápidos del movimiento del black metal noruego. Pero regresando de nuevo a las canciones, creo que Bloodsoil es algo más carismática que Mental Orgasm, que como obertura al Blood Must Be Shed es un auténtico cañonazo crudo y directo a la frente; lo que pasa es que tal vez necesite un poco más recorrido o trayectoria como canción. No se si me explico. Pero si lo que estamos buscando es el mejor momento del EP, el track que se lleva la palma es Warfare por razones obvias: tiene mucho más metraje y con él un desarrollo más detallado y rico en breaks y ciertos momentos estelares para cada instrumento. Lo que más me llama la atención sobre Warfare es el primer riff que suelta; muy al estilo de The Sun No Longer Rises de Immortal. Pero la cosa no queda ahí, lo mejor está por llegar con los sucesivos pasajes y melodías. El EP se mueve en un sentido: hacia arriba, cuanto más avanza, más alto llega el cabrón. Está ordenado de forma que cada canción supere a la anterior.
Dicho esto, hay que comentar que en ediciones posteriores (como la de Candlelight Records de 2008, la que he linkeado) hay un cuarto tema llamado Total Warfare (Sea Serpent Remix) que viene siendo una especie de versión de Warfare con algún interludio electrónico/industrial bastante curioso. Esta cuarta canción de Zyklon-B salió en un split con Mayhem en 1999 (publicado póstumamente tras la disolución del súper-grupo). No aporta mucho al EP, pero al menos le da más duración para disfrutar y meterse más en situación. Me gusta pensar que si Zyklon-B hubieran seguido adelante después de todo lo bailado, su sonido tendría tendencias hacia el industrial (obviando los toques sinfónicos que brinda Ihsahn, que probablemente se habrían marca de la casa). De este modo el proyecto sería aún más interesante si cabe ¡Pero ay! El sino no nos permitió averiguar qué nos deparaba después de este cuarteto de canciones.
De este modo Zyklon-B cayeron en el olvido y en cierto modo, se transformó en Zyklon a secas, el proyecto de black/death metal de Samoth junto con Trym Torson. Pero eso son otras historias… historias que al menos a mí, no me parecen dignas de comentar ahora.
Concluyendo y cerrando este texto, yo le pongo cuatro cuernos pelados al EP, un 7,0 cargado de nostalgia y cierto optimismo. Nos perdimos algo posiblemente grande, pero hay más peces en el mar, sobre todo cuando se trata de Noruega.
Ihsahn: teclados.
Frost: batería.
Samoth: guitarras y bajo.
Aldrahn: voz.
Artista invitado:
Faust: letras.