Xentrix - Shattered Existence

Desde las islas británicas, y con todo lujo de honores, hay que recibir a Xentrix, una de tantas formaciones Thrash, que con el estigma de no haber publicado su primera obra en plena era del "Master of Puppets", o del "Reign in Blood", siempre fueron acusados de "segundones" (como el caso, también, de enormes genios como Forbidden, Vio-lence, Death Angel o Heathen). Y nada era menos cierto. De segundones, los Xentrix, solamente tuvieron las ventas. Por lo demás, de los más grandes del Thrash de segunda generación. Y "Shattered Existence" (y su segundo opus, "For Whose Advantage?") así lo certifican.

Una portada muy del momento, con un tipo en una celda, quizás, esperando ser ajusticiado, y con el cristal, a través del que le vemos, hecho trizas, nos recibe en el debut de Chris Astley y amigotes. De tener una banda-tributo a Metallica a editar tu propio material. Aprendieron de los mejores. Véamos como lo ponen en práctica.

"No Compromise", el primer estruendo del "British (Thrashed) Steel", que comienza muy "Metallica-Testament", por ese sonidazo de guitarras, y voz de Astley (a medio camino entre Hetfield y Chuck Billy) no nos deja en paz y nos obliga, en todo momento, a mover el cabezón, hasta no poder más. Carne solista de puta madre, tema con garra, con feeling y con derroche de destreza y carisma. Mola. Fijo que Testament querrían un tema así para hacer, aún más grande, su tremebundo "The New Order".

"Balance of Power" entrega un tema punzante, con mucho ritmo, con una naturaleza riffera de primer nivel, y con mucho tufo a lo que parían Metallica, en ese momento, con su espléndido, y oscuro como la muerte, "...And Justice For All", pero adornado con la fuerza melódica de su cachorro del 86, es decir, "Master of Puppets". Thrash vacilón, con facilidad para parir unos coros portentosos, mucha fuerza en las cuerdas y en la batería y un cantante, muy "Hetfieldiano", pero con más gusto por el Marlboro, y, a la vez, acertado y molón. Mis felicitaciones a Astley y a Havard. Pedazo de guitarras.

"Crimes" (caña headbanger, y desde el segundo 1), "Back in the Real World" (otro híbrido "Testamentero-Metalicariano", y con algún atisbo "Venomista", con mucho encanto, y que hace sudar, y bien, la camiseta), "Dark Enemy" (una de las mejores del trabajo, veloz, compacta, y con un trabajo de la sección rítmica genial), "Bad Blood" (haciendo convivir el espíritu de todas las bandas de la Bay Area en un solo tema), "Reasons for Destruction" (de nuevo, con la imponente labor del bajista, Paul, para enmarcar, y que alterna la "caña" con cierta vanguardia, y siempre con un aura frenética, y ultra-Testament) y "Position of Security" (número que plantea la fusión entre la fuerza del Metal y el sendero más "comercialete", más Mtv, vaya), nos encantan, nos dejan bastante flipadetes y, la verdad, es que los jodidos Xentrix tienen un encanto demencial. Si amas el Thrash de la Bay Area, por cojones, esbozas una sonrisa al dejarte llevar por el sonido Xentrix. Se nota que Metallica y Testament, las referencias más obvias al escuchar el trabajo, "viven", y mucho, en el corazón compositivo del grupo. Pero bueno, dentro de sonar "obvios", Xentrix consiguen emocionar, consiguen taladrarte el corazón de thrasher irredento, y, de paso, aún sonando a otros, cumplen con la entrega de un material muy sólido, y, dentro de todo, con su (pequeño, pero incipiente) sello personal. Xentrix son alumnos aún. Buscan su propio sello y, antes de encontrarlo, buscan cerca de lo que mejor conocen, y, encima, lo hacen bien. No nos quejemos.

"Heaven Cent", el "homenaje" final, cierra "Shattered Existence" con más locura veloz, con más técnica guitarrera (y "bajística"), con más imitación "Hetfieldiana", y con más clase británica. Desde luego, el "Kill'em All" (y sus tres siguientes hermanos) son "la ley" para Xentrix. Menudos fans más entregados. En vez de ir detrás de Lars y sus muchachos, y pedirles, como locos, un puto autógrafo, Xentrix, la mar de vacilones, no se proponen ser "caza-autógrafos", para nada. Los muy mamones, lo que pretendían, era superar a sus maestros. Buen intento, sin duda. Si te gusta "Master of Puppets", quizás, lo mejor que puedes hacer, y para no quemar el disco de tanto ponértelo, es crear tu propia versión del asunto.

Banda talentosa. Me molan. Los plagios, cuando están hechos con carisma, y se pueden llamar homenajes, me sientan bien. A falta de Coca-Cola, buena es una Pepsi.

4 cuernos (medio-bajos) para Xentrix. Antesala molona al, tremendo, segundo disco que nos esperaba.

Ideal para el hambriento de Metallica (era 1983-1988) y Testament (era 1987-1988).