Wintersun - Time I

Enviado por MeFuMo el Sáb, 10/11/2012 - 12:48
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1. When Time Fades Away
2. Sons of Winter and Stars
3. Land of Snow and Sorrow
4. Darkness and Frost
5. Time

Hay que reconocer que el finlandés Jari Mäenpää se jugó bien las castañas cuando decidió dejar Ensiferum para cumplir sus anhelos de componer música que transmitiera la esencia del tiempo, el espacio y todo lo que hubiera en medio. Tras la declaración firmada de intenciones que supuso su excelente primer trabajo homónimo allá por 2004, un crisol de estilos bajo el barniz del Death Melódico, una creciente base de fans ávidos de onanismo virtuoso se agolpaban esperando con ansia el anunciado segundo trabajo de la banda, ya con cuatro miembros estables pese a seguir bajo el control creativo de Mäenpää.

El ansia adolescente comenzó a convertirse en desazón y más tarde en abierto cachondeo ante el descacharrante retraso del nuevo trabajo. Se iba a llamar "Time" y sólo la intro tenía tantas capas instrumentales que los 4gb de RAM del ordenador del líder de Wintersun (que lo hace todo a mano como buen orfebre, si el Cubase cuenta como "a mano") decidieron suicidarse en grupo en el momento de la mezcla.

La base de Wintersunboys (cuya historia se cosía a remaches en el foro de la página oficial del grupo, que hoy ha desaparecido) comenzó comprensiva e ilusionada ante la mastodóntica proporción anunciada, pero el tiempo pasaba y el disco no salía.

Cancelación de conciertos, festivales, pérdida de moral por parte de los miembros del grupo, parecía que Time iba a ser la obra que aplasta a su creador. Ya habían pasado más de tres o cuatro años cuando su discográfica (en un gesto que relativiza la fama que tiene el gremio) les prestó un equipo más que decente para acabar el disco a cambio de que demostraran que la banda seguía viva y dieran algunos conciertos.

Espoleado por el apreciable éxito de los conciertos, Mäenpää se lanza a mezclar capa a capa toda la instrumentación de teclados del trabajo hasta que el doloroso parto acaba en los 80 minutos de duración de Time.

Temeroso de que la magnitud de la obra afecte seriamente los cerebros y almas de sus fans, la banda, la discográfica o ambos a la vez deciden que lo lanzarán en dos partes. Ejem.

Y ocho años después de que Wintersun pisaran el estudio por primera vez para empezar su grabación, llega "Time I". Una obra a la que no podías acercarte sino con cuidado. ¿Dos partes? ¿ocho años para mezclar un disco? La madre que nos parió.

"Time I" muestra un cambio mayor de registro. Toma la forma de un disco conceptual, con en principio sorprendentes influencias orientales en su instrumentación. Asienta el estilo de Wintersun, si no excesivamente original sí muy reconocible, y aumenta el nivel de pretensión de la banda de "sospechoso" a "abiertamente beligerante". Impecables estructuras instrumentales ejecutadas con limpieza abrazadas, con una producción correcta, a tal sima de capas instrumentales de teclado midi (eso sí, a feria feria no suena) que hacen falta decenas de escuchas para ser realmente consciente de lo que uno tiene delante.

El disco es denso, pero no veo más excusa que la comercial para sacarlo en dos partes. Antes de asimilarlo, da la sensación de que el disco es difícil de abarcar, y aún así resulta corto. Cuarenta minutos son pocos tras ocho años de espera. Pero que resulte corto subjetivamente tras la avalancha musical que se contiene en este compacto se puede tomar como positivo.

El enfoque conceptual del álbum parece evidente. Canciones conectadas pot melodías que se meten en unas y surgen de otras en un bloque muy compacto. Tan compacto es que Maempäa, excelente guitarrista, prima más el sonido del grupo que el clásico protagonismo de instrumentos, al que recurrió de forma sobrada en su primer trabajo.

Si hay una protagonista, esa es la instrumentación, ama y señora de todos los temas. Tanto es así que hay una edición del disco que contiene un compacto exclusivamente con la instrumentación. Jari quiere llegar a tocar el cielo clásico, ofrecernos suites casi orquestales a ritmo de organillo, ya sea como actores principales de los temas o como acompañamiento. Y lo consigue. Hay que reconocer que este chico tiene una sensibilidad propia para mezclar pero no agitar el folk, el prog y la cara más amable del Death melódico.

Abre la famosa intro de los dos millones de capas de sonido instrumental (quizá no tantas), y por lo que sorprende es por su belleza. Uno debe ponerse a destripar las melodías para ver lo que hay, y entonces sí, la exageración es grotesca, pero simplemente escuchado el tema tiene un aparente cuerpo de simpleza por sí mismo. "When Time Fades Away" es una pieza instrumental progresiva que mece al oyente entre influencias clásicas y orientales a lo Tigre y Dragón. Una obertura de excelente factura que enlaza con "Sons of Winter and Stars".

Es aquí cuando el grupo se lanza a la aventura. El sonido es grandilocuente y los poderosos latigazos instrumentales no abandonaran a la composición en su metraje de trece minutejos. El tema tiene un regusto de Wintersun clásico con un pellizco de originalidad gracias a desacompasamientos y cambios de estilo e intensidad que llevan el asunto a las siempre fangosas tierras de un Metal Progresivo acelerado, tierras de las que sale sin mácula, todo sea dicho, y que le confieren una fiereza épica importante al tema.

También aparece por primera vez la voz de Mäempää, de un registro entre el Heavy más épico y el Death Melódico, que se reparte tareas de trobador y agresivo monstruo cósmico en un papel casi operístico.

"Land of Snow and Sorrow" se desarrolla desde su breve intro a medio tiempo, y es cuando el grupo baja una marcha cuando se puede comprobar que suena como un rodillo, clavando las picas entre las que devanea las omnipresentes pistas instrumentales. Cantada con una combinación de solvente voz limpia de tonos clásicos y un growl más que amable, esta semibalada se apoya en coros y riffs muy melódicos para desplegar un manto de emociones más que apreciable y es sin duda la canción más accesible del trabajo.

De nuevo un interludio instrumental, la excelente "Darkness and Frost", surge del tema anterior como quien surge de las aguas con una nueva melodía ondulante y de hechuras folk a la que se van sumando capas instrumentales y que sirve de introducción a la mastodóntica "Time".

Desarrollando la melodía anterior en un riff al que van distorsionando los teclados y el marcial ritmo de una batería que destaca especialmente, "Time" es el pozal donde Wintersun demuestra que juegan con la misma baraja que el resto de mortales, pero han pintado una a una sus propias cartas. La inmensidad de "Time" como composición, sus inagotables matices y su ambientación épica la convierten en una especie de elefante imparable. La belleza de las melodías, la integración instrumental y la fuerza de los momentos más emotivos amalgaman un tema que puede sobrepasar al oyente dispuesto y provocarle escalofríos.

Acaba el disco con un curioso bonus track, donde los chicos se marcan una canción coral sobre la base instrumental de "Sons of Winter and Stars". Siempre queda simpaticote.

"Time I" suena extrañamente vigente para haber sido compuesto hace ocho años. Eso habla muy bien de Wintersun, o muy mal de la escena, o quizá un poco ambas cosas. Es un disco excelente, sin duda de lo mejor en los últimos años, que sabe tocar la sensibilidad del oyente igual en una intro de raíces folk que en la mayor de las descargas de doble bombo. Habrá que afilar los dientes para "Time II", pero los finlandeses se llevan en esta ocasión cuatro poderosísimos cuernos. Serían cinco si el álbum, tal cual es sin segundas partes, no fuera, simple y llanamente, artificialmente corto.

Jari Mäenpää: Voz, guitarras, teclados
Jukka Koskinen: Bajo
Teemu Mäntysaari: Guitarras, coros
Kai Hahto: Batería

Sello
Nuclear Blast