
1. Byrjing (03:18)
2. Arntor, ein windir (06:57)
3. Kong Hydnes haug (06:37)
4. Svartesmeden og Lundamyrstrollet (09:02)
5. Kampen (06:37)
6. Saknet (10:04)
7. Ending (03:39)
Arntor fue un guerrero, una figura de leyenda nacida a raíz de una complicada situación política por la que pasó la Noruega medieval entre 1161 y 1184, un periodo devastado por la guerra y que dejó al país sin rey. Aun sin ser hijo legítimo de rey alguno (requisito primordial para poder ser coronado como tal), Magnus Erlingsson (conocido también como Magnus V), tras la muerte de su opositor Haakon II, prevalece como el único hombre -pese a ser un niño de cinco años- verdaderamente merecedor de la corona, siendo nombrado rey por la misma Iglesia Católica en nombre del arzobispo Øystein de Nidaros. Con el tiempo, se alza otro señor que lidera las fuerzas contra el trono de Magnus, Sverre Sigurdsson, el cual acaba por derrocarle en la batalla de Fimreite de 1184, erigiéndose como único rey y señor de Noruega. En esta cruenta guerra civil, se levanta en armas Arntor, un guerrero proveniente de la región de Sogndal, quien, junto a otros hombres, se rebela contra Sigurdsson y los poderes políticos que le apoyan en el trono…
Esta historia es tratada por Valfar en el segundo larga duración de su proyecto de Black/Viking Metal Windir, titulado en honor del ya mencionado héroe, Arntor.
Su debut, Sóknaldalr (1997), no pudo haber hecho mejor los deberes a la hora de presentar a Windir como proyecto, basándose en la cultura y el folclore de la tierra natal de Valfar, el pueblo del valle de Sogndal, uniendo el espíritu de su hogar al corpus del Black Metal de corte folclórico y épico, tanto musical como líricamente (bien sabido es que las canciones de Windir están cantadas en el dialecto noruego sognamaol, lo que lo convierte en algo aún más único y distinguible).
Pero Sóknaldalr no fue sino el principio, mas las ideas no dejaban de fluir en la mente descansada de Valfar, de tal manera que, justamente fuera editado aquél primer álbum de estudio, el músico, lejos de dormirse en los laureles, enseguida volvió a centrarse en componer el segundo álbum de su carrera.
La principal premisa era llevar la música de Windir a un nuevo nivel. A Valfar se le brindó la oportunidad de grabar esta nueva entrega en los Grieghallen Studios, donde las más grandes bandas de Black Metal de Noruega han grabado buena cantidad de las obras más populares y aclamadas del género, entre las que se cuentan Mayhem, Emperor, Burzum, Immortal… en fin, para qué seguir, éste es todo un templo histórico del Black Metal y del que Windir pudo formar parte, y lo que es más, contando con el productor Eirik Hundvin, el mismo que contribuyó a dar forma a títulos como In hte Nightside Eclipse, Hvis Lyset Tar Oss, Filosofem, De Mysteriis Dom Sathanas o Diabolical Fullmoon Mysticism, entre tantos otros que figuran en el pedazo de historial de este extraordinario productor.
Windir continúa en este segundo LP como banda de un sólo miembro, con lo que Valfar vuelve a encargarse de la mayoría de los instrumentos y voces. Sin embargo, como hemos dicho previamente, se busca dar un salto cualitativo con respecto a Sóknaldalr y las bases que asentó, lo que llevaría al álbum sucesor a una mayor complejidad instrumental. Así pues, Valfar, además de Steingrim y Steinarson, que ya habían participado en el debut (a la batería y a las voces limpias, respectivamente), tuvo que contar con un mayor número de personal, desde dos guitarras adicionales para diversos tracks y un teclista extra para la que acabaría siendo la pista final.
Finalmente, fue editado y lanzado al mercado Arntor el 11 de octubre de 1999 a través de Head Not Found.
La portada ya es un punto señalable dentro del producto, y es que la imagen elegida por Valfar que sirviera de cubierta a la carátula del CD sirvió, otrora y a su vez, para la propaganda del Nasjonal Samling, el partido nazi liderado por Vidkun Quisling durante los años de la II Guerra Mundial, tiempo en el que el cartel rezaba "Mot Lysere Tider" (“Hacia un futuro brillante”). Vale decir que la elección de tal obra pictórica no falta de polémica fue totalmente arbitraria y por mero gusto artístico, y, por otra parte, Valfar jamás comulgó con la ultra-derecha o fue su intención promover sus ideales. Por parte de vuestro servidor, es la mejor portada que jamás haya tenido un disco de Windir, seguido de cerca por la de 1184.
El tracklist del álbum no es precisamente numeroso, siete temas (algunos de los cuales rondan perfectamente los 9-10 minutos) que dan un total de 46 minutos de música.
Muchas cosas dan para hablar, pero no todo es comparable a lo que suponen los primeros 10 minutos del metraje, con la introductoria Byrjing, que nos da la bienvenida a través de un fondo de teclado junto a un acordeón cuya sinuosa melodía exhala un halo solitario y evocador de nocturnidad y nostalgia, hasta que, de la nada, aparece la conectada Arntor, ein windir, uno de los más grandes y más significativos himnos de la banda, una descarga monumental de Black/Folk que se lanza sin demora a la refriega. Pero hay que fijarse en el modo de hacer las cosas, pues en vez de poner sobre las tablas guitarras y batacazos épicos a tutiplén, el tono guerrero de Windir se basa en un canto triste, apagado y al mismo tiempo brillante con el fulgor de mil llamas, pesaroso al igual que majestuoso y atronador. Su instrumental es otro tanto, una muestra perfecta de que la velocidad relampagueante y los tramos más pausados pueden convivir en un espacio armonioso y completamente natural. Canela fina y en rama, que ni se diga.
La ventisca arrecia y un amago de calma parece avecinarse con Kong Hydnes haug, que, en principio, se nos presenta en la forma de un páramo helado formado por los toques de teclado, hasta que la batería cabalgadora de blast beats y las guitarras entran en acción para transformar el ambiente musical en una sinfonía lastimera y lacrimosa.
Sigue la avanzadilla con Svartesmeden og Lundamyrstrollet (uno de esos temas que nos llevan a la faceta más desgarradora y barroca de Windir, con un minutaje extenso, pasajes variados y preciosistas y una belleza exuberante que no se separa del canto de Valfar en ningún momento, un dignísimo precursor para aquella Heidra que aparecería posteriormente en 1184) y Kampen, un nórdico y guerreante cántico vikingo que bien podría verse bastante típico y ajado actualmente, pero, no obstante, logra adquirir un toque elegante y efectivo asegurado por la sabia y maestra mano de Valfar.
Cerca del desenlace de este cantar de gesta que es Arntor nos encontramos con otra pedazo de joya, Saknet, gema inconmensurable del Black/Folk Metal que se gana, merecidamente, la corona de laurel del álbum, una sintonía en la que la hermosura y los colores cálidos y primaverales abrazan la faz trágica y desgarradora de su contraparte oscura. Yendo al quid de la cuestión, véase cómo tras los primeros versos los riffs galopantes de la guitarra inducen a la melodía central a detenerse en seco y en el momento preciso para que la misma alce el vuelo y nos regale ese suspiro de nostalgia crepuscular que impacta en la escucha, lo cual propicia un momento arrebatador e incluso de un onirismo monumental.
Finalmente, es Ending la que hace las veces de epílogo de la obra y, con un estilo que arraiga más en el Black Metal puro y primigenio, ya nos brinda en bandeja gran parte de la visión creativa que tomará forma en 1184 y Likferd de la mano de piezas como Black New Age y On the Mountain of Goats.
Es por cosas como Arntor que la obra y el arte de Windir es tan especial y de una calidad indiscutible en su campo, pues pocas veces ese poderío, ese amor reivindicativo por el folclore de Sogndal, brilló con tanta pureza y fuerte como en este segundo álbum firmado por el genio visionario que, en su día, fue Valfar.
Si Bathory tuvieron el honor de ser los firmantes creadores del primer álbum de lo que hoy día se conoce como “Viking Metal”, entonces de Windir es la dicha de haber sido mastodóndicos contendientes al trono del género y la causa de que exista éste, uno de los mejores álbumes jamás escritos en la historia del estilo, al que, dentro de la propia discografía de Windir, sólo podría encarársele 1184 (para muchos su mejor disco y, desde luego, el más popular).
Nunca podrá agradecerse lo suficiente a Valfar por todo lo que creó en vida y en tan poco tiempo.
Ni más ni menos, cinco cuernos queden otorgados para Arntor, un álbum de leyenda indispensable en cualquier colección de Black/Folk Metal, y otros tantos para el eterno legado de Valfar, un auténtico guerrero, ein windir.
Valfar / Voz, guitarra, bajo, teclado, acordeón
* Músicos de sesión *
Steingrim / Batería
Steinarson / Voz
I.R. Årøy / Guitarra (tracks 2, 4, 6)
B.T. Årøy / Teclado (track 7)
Harjar / Guitarra (lead) (tracks 3, 5)