WEED - Weed!

Enviado por ChrisJiménez el Vie, 02/07/2021 - 14:48
WEED

1. "Sweet Morning Light" - 5:44
2. "Lonely Ship" - 3:12
3. "My Dream" - 6:29
4. "Slowin' Down" - 4:30
5. "Before I Die/
Weed" - 11:30

[Full album]

Los grupos, y más aún cuando se hallan viviendo en una determinada escena musical, se influencian mucho unos a otros; si vamos medio siglo atrás en el tiempo nos daremos de bruces con el apogeo del hard rock, y su propagación llegó a rincones insospechados.
Porque resulta que si 1984 fue el año en que más discos de heavy metal se realizaron y más formaciones aparecieron, lo mismo sucedió en 1971 con el rock.

WARPIG y Lucifer's Friend, por ejemplo, tenían sus miras puestas en Black Sabbath; John Cann, en su súperproyecto Hard Stuff, tomaba inspiración de Deep Purple, mientras que TOAD se aproximaron a los terrenos de Led Zeppelin. Epitaph emergían de toda aquella explosión "rockera" y editaron un álbum homónimo que recogía el testigo de lo que habían dejado por el camino unos recién iniciados Wishbone Ash y Uriah Heep; ese mismo 1971 otros alemanes siguieron sus pasos, quedando demostrado que el rock británico estaba a la cabeza en cuanto a referencia musical.
Es preciso empezar comentando que el vocalista y flautista Bernd Hohman, el guitarrista Werner Monka y el bajista Reinhold Spiegelfeld pertenecían a la banda VIRUS, y poco antes ya había salido a la luz su debut "REVELATION", una buena muestra del krautrock de la época; los miembros se disgregaron y a aquel trío de músicos se les unirían el teclista Rainer Schnelle y el batería Peet Becker, tomando finalmente el nombre de WEED. Y de repente Uriah Heep, con lo lejos que estaban de Alemania, cobran mucha importancia en todo esto, por pleno derecho.

Y es porque al parecer su alma máter, el multiinstrumentista Ken Hensley, quien ya había tenido ocasión de hacer varios tours a lo ancho y largo de las tierras teutonas, fue llamado por el sello Philips para trabajar con el quinteto de músicos, ofreciéndole la oportunidad de escribir los temas e interpretarlos, hasta el punto de convertirse en un proyecto personal; por otro lado también se dice por ahí que la discográfica lo invitó en calidad de colaborador especial. Aunque hay diferentes versiones de dichos datos, pues es lógico que el pasado de grupos como éstos, enterrados por el tiempo, el olvido y el misterio, siempre sea difuso y acabe como objeto de debate.
Fuera como fuese, Hensley, que había visto en Febrero salir a la venta ese "SALISBURY" con el cual Heep seguían expandiendo su universo y trazando por medio del progresivo el camino que les llevaría a su obra magna, "LOOK AT YOURSELF", estaba temporalmente inactivo y no le importó aceptar tal petición (y cabe suponer que mucho menos a los demás integrantes). Sólo es necesario escuchar el inicio de este "WEED!", en cuya extraña portada vemos a una sonriente señora ofreciéndonos hierba con una cuchara (sabemos qué clase de hierba es...), para descubrir cómo el inconfundible sello Heep contagia todas y cada una de las notas y momentos del disco.

La estridencia con la que empieza "Sweet Morning Light" (prefacio de la futura "I Won't Mind", que aparecerá en el regular "WONDERWORLD") nos sacude unos segundos para luego desembocar en un tema de potente y pesada base rítmica y con especial protagonismo de los teclados y la guitarra de Monka, afilada y feroz, mientras el teclista/vocalista (¿o es Hohmann?) adopta unas maneras de cantar cercanas a David Byron, si bien no alcanzando sus altos tonos y con pocas oscilaciones en sus inflexiones. Su estructura, algo carente de coherencia, no es en absoluto compleja pese a enfocarse en el largo desarrollo instrumental como marca de la casa.
Evidentes son esos devenires "purpleianos", pero la música de la banda quizás se aproxima más al del progresivo de Atomic Rooster o al acid hard rock de Leaf Hound, en cualquier caso todo queda enmarcado en un contexto deliberadamente británico y alejado del krautrock que antes practicaba el quinteto. En efecto lo instrumental toma importancia, y "My Dream" lo ejemplifica a la perfección; dividida en dos partes, la 1.ª se basa en la atmósfera oscura y evocadora creada por el piano de Hensley, muy en la línea de lo que podían lograr Vincent Crane o Colin Catt. Aquél se explaya a las teclas hasta que de repente entra la base rítmica y la guitarra.

Se redondea así otra pieza que en sus escarceos "rockeros" y progresivos anuncian lo que está por venir en "LOOK AT YOURSELF"; termina el LP siguiendo esta dinámica la extensa "Weed", de ritmo infatigable a lo largo de sus casi 7 minutos de duración, con un grupo que parece concentrado en la total improvisación instrumental mientras abrazan el progresivo con algunos cambios de ritmo e intensidad propios del estilo, pero antes de este épico colofón capaz de dejar exhausto al oyente, nos topamos con la melódica y pausada "Before I Die", donde órgano, bajo y batería se cohesionan de maravilla y que para nada desentonaría en el "SALISBURY".
Dos canciones más cortas destacan entre tanto ejercicio progresivo: la contundente "Slowin' Down", "rockera" y simple, fruto de una pasión cuya semilla se engendró de Deep Purple y FACES, en la cual disfrutamos de un buen trabajo de guitarra y base rítmica; y la muy sensible y evocadora balada "Lonely Ship", sólo interpretada con guitarras y la aterciopelada voz de Hensley (¿o es la de Hohmann?), siendo suficiente su tranquilizadora atmósfera para conmovernos a la par que relajarnos profundamente. Sorprenderá a muchos cómo su desarrollo y composición recuerda al posterior "Before the Dawn" de Judas Priest (¿conocerían los srs. Halford, Tipton y Downing a este grupo?).

La producción de Rainer Goltermann, sin ser especialmente nítida, se enfoca y captura bien la energía, la distorsión y la suciedad del sonido, muy de directo...pero el esfuerzo, que sale a la venta en Marzo, es acusado de sonar "demasiado británico" (¡!), y no pasa de ser un curioso proyecto-vehículo para los fans de Hensley.
Pero aunque no se ponga a la altura de los álbumes de Heep, por supuesto, la competencia de los músicos en este "WEED!", que no hay que subestimar de ninguna manera, deja una interesante demostración (otra de las miles que hay) del mejor rock progresivo de principios de los '70. El teclista/vocalista se volvería con su banda y poco después llegó el disco que les encumbró hacia el estrellato, mientras que de WEED no se volvió a saber nada...

Canción favorita: "Sweet Morning Light"

Ken Hensley: Voz/guitarra/órgano
Bernd Hohmann: Voz/flauta
Werner Monka: Guitarra
Reinhold Spiegelfeld: Bajo
Peet Becker: Batería
Rainer Schnelle: Teclados

Sello
Philips