
1. Funeral Dirge + Hunter For Blood
2. Cry from the Underground
3. Reapers Carrion
4. Pain of Death
5. Bleeding the Priest
6. Terminal Torture
7. Mx Warrior
8. Megalomaniac
Atento, macho.
El bofetón que te cae ahora, cortesía de los australianos Vomitor, te dejará atontado lo que te queda de día... pero valdrá la pena.
Cachondeo (atento a los motes de los músicos), Metal (de verdad) por un tubo, distorsión y chulería.
"Bleeding the Priest", el platazo que te tengo preparado, es un platazo caníbal, cabrón, mega-entusiasta de los mejores Venom, Celtic Frost o los primeros Bathory, del buen Thrash desgarra-abuelas, en onda Kreator o Sodom, y del filo pre-deather, a lo Possessed. Disco encantador, vamos.
Australianos, chatín. Aquí ya lo decimos casi todo. Amos en el rollete de darle a la candela híbrido-extrema. Sonido casposo, garajero-infernal, riffero-martilleante. Cuero, cadenas, sudor, tinte barato, barba de tres días, camiseta de Slayer y B.C. Rich en alto, rugiendo, masacrando en el nombre de Lucifer (o la entidad oscura de turno).
Portadita simbólico-simplona (aunque molona), con su calaverote, con su fondito negro y su logo bien rojete. El fondo, claro, el luto. Lo del logo rojo, descarao, por la de sangre que perderás. Y, normal, el mendas de la portada, el tito Skeletor, eres tú.
Iniciamos el viaje hacia la era en la que los portadores del Death y del Thrash daban miedo y eran respetados. Revisitamos a los titanes del reino maligno. El tributo no se puede hacer esperar.
"Funeral Dirge + Hunter for Blood", movidillas rescatadas de sus telarañosas demos, toman la vía del extermínio rápido y cruel. "Blitzkrieg", o guerra relámpago, en toda regla. Llegar, arrasar y triunfar. Mientras nadie espera nada, ala, movidón speedico que les cae encima. Tralla asesina, Death-Thrash veloz, con mil bocas (ni cuentes los dientes). Sonido mejorable, trucos baratos (como el reverb de la voz)... pero retrotrae a los tiempos dorados. Un trabajo que sabe, huele y tiene el mismo color que el de sus maestros. Con lo parido entre 1982 y 1985, Vomitor construyen su carrera sacrílega. Y de sobras.
"Cry from the Underground", "Reapers Carrion" (Celtic Frost + Possessed) y "Pain of Death" construyen, ellas solitas, todo el sendero por el que irá desfilando la obra. Crudeza total, a tope. Desde Kreator a Sarcófago, desde Slayer a Destruction. Cada riff, cada solo, las estructuras, el alarido... guantazos de nivelón.
"Bleeding the Priest", tema-título y máxima joyita del trabajo, despega. Hellhammer y Sodom, unidos, pero el doble de borrachos, de cocidos. Más idos de la olla, vamos. Si tienes todavía el cuello en su sítio, felicidades. O eres un Terminator...o George "Corpsegrinder". N.W.O.B.H.M., Thrash del quema-curas y poca vergüenza. Unión ideal.
"Terminal Torture" y "Mx Warrior" nos dejan para el puto arrastre. Mientras, "Megalomaniac", el track-cierre, nos pega el patadón en el culejo. No merecemos vivir en un disco tan cafre. Somos unas nenazas. Otra de guitarras crujientes (literalmente), onda Venom-ecléctico-cabalgante, y mucha bataca-martillo. Ya me veo a Cronos cantando el asunto. Temazo para cerrar. Señor temazo. Viciante.
Genial, coño. Un desfase violento. Una mirada atrás.
Sonidote no perfecto, pero ideal para la premisa ochentero-diabólica de Vomitor. Cierra los ojotes y planta tu culo en 1984. Da el pego totalmente.
4 cuernos (bajos) para el debut.
Si te enrollan Deströyer 666, Desaster y lo mejor del material Death-Thrash primigenio-ocultista, a darle candela.
Death Dealer: Voz y guitarra
Anton Vomit: Bajo
Hellkunt: Batería