
1. "Metal of Honor" - 3:35
2. "Front Burner" - 3:25
3. "Hard As Rock" - 3:58
4. "Child of Sin" - 3:00
5. "Asleep At the Wheel" - 2:59
6. "Come Beat the Band" - 2:47
7. "Hell to Pay" - 4:12
8. "Queen of the Scene" - 3:44
9. "Glad All Over" - 3:14
10. "Siren Song" - 4:05
(11. "Go for the Throat" - 4:37
12. "Fortunate Son" - 2:41
13. "Metal Man" - 4:11
14. "Victims" - 5:40
15. "A Wing and a Prayer" - 3:11
temas adicionales)
TT Quick pertenecen a los llamados grupos de culto, aquellos que en un momento determinado de la Historia aprovecharon la mínima para intentar saltar a la fama con toda la dedicación y pasión del Mundo. No lo lograron, pero no porque no tuvieran tablas o el talento necesario, simplemente se quedaron a mitad de camino...
Aquel momento vino a ser la mitad de los '80, el indicado para emerger como una maquinaria bien engrasada de hacer heavy metal y arrasar en la escena.
Los muchachos se forman en las calles de New Jersey, de donde también salen Overkill o Twisted Sister, y empiezan pateando clubs y bares; esta alineación, que irá cambiando sin cesar, encuentra la estabilidad con sus cuatro miembros Mark Tornillo (a la voz), David DiPietro (a la guitarra), Walt Fortune (al bajo) y Glenn Evans (a la batería). En 1983 la suerte llama a su puerta cuando Jon Zazula, propietario de la independiente (y mítica) Megaforce Records, les produce un EP que sale a la venta al año siguiente, ya dejando su impronta en una serie de cortes donde prima la suciedad "rockera", la velocidad y al mismo tiempo un gancho comercial nada desdeñable.
Más que palpable en "Metal Man", esa "speedica" "Go for the Throat", de pura vena "motörheadiana", o el genial "cover" de la legendaria "Fortunate Son"; este pequeño esfuerzo les abre las puertas para embarcarse en la creación de un disco que sirva de auténtica carta de presentación para lo que son capaces de ofrecer. Sin embargo Evans abandona el barco y prefiere subirse al de los muy "thrashers" Nuclear Assault, siendo reemplazado por Erik Ferro; comienzan entonces las sesiones de grabación en cuyo proceso Zazula reúne a una serie de expertos de los controles y otros colaboradores.
Así, la presencia de Michael Wagener se une a la de Alex Perialas y el músico Rob Hunter (otrora batería de RAVEN), mientras todo el material es mezclado por las manos maestras del prestigioso Eddie Kramer; la situación es similar a la que poco antes vivieron DOKKEN durante la ardua gestación de su "TOOTH AND NAIL": la intromisión de tantos genios termina por lograr una amalgama musical coherente y sólida. El nuevo LP debería dar en el clavo y catapultar al estrellato a TT Quick; su insignia característica (las "T" atravesadas por un puño que sujeta un rayo) ahora cuelga de una placa que reza "METAL OF HONOR", todo ello rematado en brillante acero al estilo SAXON.
Una portada que despide clasicismo "metálico" por sus cuatro esquinas, la envoltura perfecta para diez perlas de robusto y potente heavy, imperecedero, inmortal. De los dedos de DiPietro nace un "riff" pesado y crujiente, que no acumula más de ocho acordes pero suficientes para engendrar una joya, la que da título al LP y destinada a convertirse en todo un himno del género; con una chica de protagonista en una extraña y amarga peripecia, se trata el imaginario del heavy en su máximo esplendor (cuero, cerveza, puños iracundos, cabezas sacudiéndose, el fervor de los conciertos y el pecado de la diversión...).
El acero cromado de la portada se funde, chorrea entre las cuerdas de la guitarra, las baquetas y el bajo, lo absorbe la garganta de Tornillo y lo escupe en trozos de forma visceral con un deje que compite con el de Udo Dirkschneider; se hace heavy metal, candente y cargado de actitud, sin los oropeles americanizados con los que a éste se le reviste en aquella mitad de los '80, pero resultando tremendamente adictivo a la primera escucha. "Metal of Honor" lleva el sello de Perialas y Wagener, esto es: furia imparable y obsesión por melodías pegadizas, volviéndose a expresar en "Hard As Rock" y con mayor énfasis en "Hell to Pay" (de arranque casi idéntico al de la canción estrella).
En ésta, partes de hard rock encarnizado se combinan con pasajes más evocadores, aspirando a ser una épica balada, del mismo modo que la intensa "Siren Song". Destaca tanto la aplastante base rítmica de Fortune/Ferro y los ásperos guitarreos de DiPietro como el regusto melódico que aportan los coros y estribillos; por un lado "Front Burner" y esa trepidante "Asleep At the Wheel", de espíritu motero, son abrasivos cortes en la mejor tradición del añejo hard 'n' heavy de Queensrÿche, Tygers of Pan Tang o KROKUS (en éste y otros momentos Tornillo parece querer imitar a Storace), donde se nota la mano de Hunter.
Piezas plenas de agresividad que se dan de bofetones con "Queen of the Scene", la rítmica y boogie "Come Beat the Band" o la inesperada versión del clásico beat pop de los Dave Clark Five "Glad All Over"; las dos últimas, producidas por Kramer, son llevadas a terrenos de ese heavy/glam propio de la época, el cual podían haber facturado los primeros Pantera, Great White o los KEEL más comerciales; las influencias de ACCEPT terminan de modelar y dar consistencia al muro sónico del LP, heterogéno y atractivo (pese obedecer los estándares del género).
La experimental "Child of Sin" es otro buen ejemplo; de ritmos más reposados, chirriantes rasgueos y un Tornillo revelando su genial faceta melódica, creando un extraño contraste al estar dominada la estructura por un "riff" de pesado avance y oscura atmósfera, en los umbrales del thrash (casi presagiando, muy atentos, ese metal liderado por Pantera y Exhorder en la siguiente década). Sin una dirección clara este experimento podría haber caído en la total incoherencia, pero la firmeza de Kramer y Zazula es vital para que todo quede en su sitio, y ello le aseguraría unas ventas bastantes buenas al plástico...que no excelentes.
Y es que TT Quick no supieron, por A o por B, aprovechar su éxito como los demás hijos de Megaforce. Publicarían el regular "SLOPPY SECONDS" y ya se separarían para no unirse hasta muchos años más tarde en un tardío y efímero "comeback"; Tornillo, por su parte, acabó militando en las filas de ACCEPT en un irónico giro del destino. Queda así para la posteridad su debut, quintaesencia del heavy metal de la época sin aspirar a la mayor de las originalidades.
Muchas reediciones contienen las canciones del EP, donde además de las mencionadas tenemos la vigorosa "Victims", marcada por los cambios de ritmo y encontrándose lo mejor de Iron Maiden y SAXON, o la afilada "A Wing and a Prayer", en la onda "dokkeniana" y perteneciente a una recopilación de Megaforce, con lo que la experiencia de disfrutar de la música sin concesiones de estos guerreros de New Jersey es aún más jugosa para todo fan del heavy que se precie de serlo.
Canción favorita: "Metal of Honor"
Mark Tornillo: Voz
David DiPietro: Guitarras
Walter Fortune: Bajo
Erik Ferro: Batería
Glenn Evans: Batería