Toto - Hydra

Enviado por el richard de … el Vie, 22/02/2019 - 18:18
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En el mundo de la música hay un tipo de banda que siempre ha estado presente, la de los hits. Me refiero a esa clase de banda que saca un single que revienta con todo, suena en la radio todo el día, aparece en películas, vamos, que hasta tu abuela que no ha pinchado un vinilo ni ha tenido un CD en su vida te sabe canturrear el tema. Pero dentro de este conjunto de grupos hay otro subgrupo, bandas que son conocidas por sus singles más famosos y ya está, pero que detrás esconden una discografía envidiable. Todo el mundo conoce “The Final Countdown” y “Carrie”, ¿pero de esa gente cuántos sabrán el discazo que es el Wings of Tomorrow por poner un ejemplo? Lo mismo pasa con grupos como Kansas con “Carry On My Wayward Son” y “Dust In The Wind” o con Toto y los archiconocidos “Hold The Line”, “Africa” y “Rosanna”.

Y que quede claro que para nada quiero desmerecer a estas tres canciones, que son himnos inmortales, ni a un disco como Toto IV, que para un servidor es uno de los puntos más altos del género AOR. A lo que me refiero es a que quedarse solo en eso sería un error garrafal, ya que el resto de la discografía de las huestes de David Paich merece, como mínimo, una oportunidad. Aunque estoy seguro de que comenzaréis por darles una oportunidad y terminaréis dándoles más de una escucha, porque es imposible no engancharse a discazos como The Seventh One, Isolation o del que vamos a hablar hoy, Hydra.

Después de un debut como lo fue Toto los americanos tenían dos posibilidades, acogerse a la misma vieja fórmula y fabricar singles como “Hold the Line” como si fueran churros, o intentar algo nuevo. Pero si algo los caracterizaba era su gran bagaje musical, sus culos inquietos, que no se quedaban estancados en un solo género. Hay que recordar que todos los miembros de la banda se conocieron porque eran músicos de sesión que coincidían en el estudio en ocasiones, y que con tan solo 20 años ya estaban trabajando con gente de la talla de Steely Dan. Por lo tanto, esta experiencia en los distintos géneros en los que habían trabajado hizo que su música se enriqueciera mucho.

Además, David Paich, el teclista y ocasional cantante de la banda, estaba enganchado al rock progresivo durante esta época, y este disco lo compuso él solo practicamente. La mitad de las canciones son obra suya en solitario, y en la otra mitad es co-escritor, así que sus preferencias musicales se dejan ver a lo largo de todo el disco.

Nada más comenzar el álbum nos damos cuenta de esto, con la que sea posiblemente la canción más ambiciosa no tan solo del disco, sino de la historia de la banda. “Hydra” es un tema de más de siete minutos, con cambios de tiempo por doquier, melodías vocales dobladas y secciones instrumentales que bien podrían estar sacadas de un disco de Genesis. Y no solo eso, sino que se continúa con la siguiente “St. George and the Dragon”, formando una mini suite conceptual en la que se habla sobre el enfrentamiento entre George y el dragón de una forma muy original. En la primera “Hydra” vemos el enfrentamiento desde el violento punto de vista del dragón, y en la segunda nos lo muestran desde el del héroe George. Ni un solo momento de los dos temas tiene desperdicio, siendo “Hydra” uno de mis cinco temas preferidos de la banda y “St. George and the Dragon” una canción muy buena y pegadiza.

Tal y como dije antes, Toto (en concreto David Paich, ya que es el principal compositor) eran unos culo inquietos, y lo muestran a la perfección en la siguiente “99”. Pasamos de una suite progresiva como lo es “Hydra”, a un single AOR con “St. George and the Dragon” y ahora a una balada con toques jazz y soul. Y no sólo se cambia de estilo en cuanto a lo musical, sino que pasamos de hablar de fábulas de caballeros contra dragones para empezar a hacerlo sobre futuros distópicos, inspirados en la película de culto de George Lucas THX 1138. El tema es muy bueno, y la parte final más jazzera con el solo de Lukather es de órdago. Sin embargo, este relató en una entrevista que odiaba el tema, que no quería cantarlo ni tocarlo nunca más y que por eso nunca se tocó después de la gira de este disco a pesar de haber sido el single de más éxito del mismo. Es curioso como a veces los artistas no ven sus creaciones de la misma forma que los fans, colando en sus setlist en directo verdaderos truños que nadie quiere oír y dejándose fuera temazos legendarios.

La segunda cara del disco tiene más influencia hard rockera, con temas sencillos pero efectivos como “White Sister” (clasicazo que en directo suena que atruena) o “All Us Boys”. Por otra parte “Mama” nos demuestra porque a pesar de contar la banda ya con dos cantantes entre los músicos (Lukather y Paich) se decidieron a incorporar uno más, ya que Bobby Kimball se marca la mejor performance vocal del disco con diferencia. Y en la balada “A Secret Love” podemos intuir incluso cierta influencia de la música electrónica, que empezaba a cobrar mucha popularidad gracias a artistas como Giorgio Moroder, en esa intro de sintetizadores.

Este afán de abarcar influencias terminó siendo contraproducente a nivel de ventas (que no de calidad), vendiendo este Hydra mucho menos que su debut a pesar de que a mí parecer este es mucho superior. Quizás el que este disco no tuviera un single tan claro como el anterior con “Hold The Line” les afectara, y las críticas que recibieron definitivamente lo hicieron. Según palabras del propio Lukather: “Intentamos hacer algo distinto con Hydra, y vendió bien, pero podría haberlo hecho mejor. Y aquí tenéis un poco de ironía- Rolling Stone le dió bien al primer álbum cuando lo reseñó, y después cuando reseñaron Hydra la primera frase era algo así como “no tiene la magia del primer álbum””. Y por cosas como esta es por las que yo no suelo confiar nunca en la prensa especializada, que se guía más por las tendencias del momento que por lo que tienen de calidad los trabajos.

En definitiva, este es uno de los trabajos más únicos de la banda, y aún sin ser ninguna obra maestra es un álbum muy consistente con algunos puntos increíblemente altos como el tema título o “White Sister”. Lo mejor aún estaba por llegar con Toto IV, pero hacer caso omiso por ello de este disco sería un gran error. Muy recomendado.

Bobby Kimball: Voz
David Paich: Teclado y voz
Steve Lukather: Guitarra y voz
Jeff Porcaro: Batería
Steve Porcaro: Teclado y sintetizadores
David Hungate: Bajo

Sello
Columbia