
1. Circuit Vision
2. But Angels Shine
3. A Mended Rhyme
4. The Trader of Souls
5. Time of No Sun
6. The Dragon Tide
7. Goddess of Chaos
8. The Vacant Lot
9. Guest of Inquisition
Tad Morose, la formación sueca de Power progresivo, parió en 1997 su obra más redonda, más pulida, más enérgica.
Las cosas se hicieron de putísima madre con trabajos como los certeros "Leaving the Past Behind" (1993) o "Sender of Thoughts" (1995). Ahora, justo cuando mucho nombre Power estaba escalando posiciones, haciendo de su nombre, de nuevo, algo a venerar (recordemos que andamos en pleno boom del Eurometal), los de Andersson no se la juegan y apuestan por escupir su mejor ofrenda. Vamos a ser testigos del hambre, del buen estado de forma, de las ganas suecas de conquista.
Técnica, velocidad, solazos de vértigo, sonidazo y una energia desbocada. Actitud metalera de primera junto a esmero, a trabajo bien realizado. Bienvenido a "A Mended Rhyme", un disco del que, quieras o no, te será difícil escapar. Te sabrá atrapar, te hará suyo. Si adoras la onda Power elegantona, nada privada de poder, de fuerza, y con un gusto exquisito por la melodia, Tad Morose serán una apuesta segura. Si flipas con Symphony X, Jag Panzer, Morgana Lefay, Angra, Stratovarius, Kamelot y demás guerreros de similar calaña, no te lo pienses.
Venga, que te enseño la movida...
"Circuit Vision", el tema que abre, te sabe situar. Atmósfera y, zas, sin esperarlo, huracán Power-Heavy. Symphony X y Judas Priest unidos, cabalgando juntos. Tremendo aporte, joder, el de la garganta de Urban Breed, todo un titán, y que sabe combinar la personalidad de cantantes como Geoff Tate o Bruce Dickinson (iconos la mar de imitados en las ondas progs) con su propio sello, su propia personalidad. Teclados y guitarras a una, entregando cada músico un pedazito de alma, mucho sudor y ganas de agradarte. Cuerdas que enamoran, baterías que te impulsan y un vocalista que está a la altura. Una palabra define el tema: poderoso.
"But Angels Shine" (con poso Groove y gotitas doomers, con un latido carroñero, que muta a temita en onda Paradise Lost en su era "Icon"), "A Mended Rhyme" (teatral y pegadora, con tanta ira como majestuosidad), "The Trader of Souls" (un tributito a Dream Theater), "Time of No Sun" (el track más comercial, y más ecléctico a la vez, que combina armada heavy metal con el brillo, la cordura de lo progre) y "The Dragon Tide" (con poso Angra-Priest) certifican el paso de gigante dado desde la última vez en un estudio.
Tad Morose han crecido, han afilado sus uñas, han aprendido mucho más, lo que no solamente los convierte en músicos excelsos, de nivelón, casi al nivel de sus héroes. Ahora, joder, los suevos tienen mucho peligro, mucho potencial asesino. Suena progres, pero, y es lo que más me mola de ellos, no olvidan las raíces, el buen Metal, el buen material rompe-pelotas. Andan tan flipados por Symphony X o los de Petrucci como por Priest o Maiden. Nunca perdiendo el sello rebelde, potentorro. Nada de aburrir al personal, nada de temas de 24 minutos basados en algún libro escrito por un monje oscuro en el siglo X. Directos al riff, directos al hueso, pero también, como buenos progs, apoderándose de tu alma, hipnotizándote.
"Goddes of Chaos", un huracán con cierto latido Nevermore, y "The Vacant Lost", con mucho músculo, nos dejan a merced de "Guest of Inquisition", último temica. Cabalgada total, ataque de guitarra, garganta, teclado y batería, y sin puta piedad, aunque algo repetitivo como contrapunto, algo previsible. Riffs crujientes, ambientación mega-teatral, grandilocuente, épica a rabiar. El tema, con mucho de los Morgana Lefay, cierra, y con buena nota. Un punto final majete. Aunque dos minutos menos no le harían ningún mal.
4 cuernos (medio-altos) para la tercera entrega de Tad Morose.
Un disco que combina la potencia del Power, el encanto frenético del Heavy Metal y la técnica de los mejores mercaderes progres. Un disco que sabe enamorar, que sabe darte de lleno, que no riza el rizo, sinó que apuesta por ser directo, bien metálico.
Urban Breed: Voz
Christer Andersson: Guitarra
Anders Modd: Bajo
Peter Morén: Batería
Fredrik Eriksson: Teclados