
1. Runnin' Wild (03:28)
2. Crazy (03:02)
3. Prelude #7 (00:56)
4. Magic (03:07)
5. One Last Look (04:19)
6. Fast Decision (03:58)
7. Trouble Boys (02:22)
8. In the City (03:23)
9. Chains (02:40)
10. Rockin' (03:57)
¡Ah! Así es, pequeñas musarañas de pelaje infumable… No hace poco tiempo que quería bajar aquí a la llanura con el segundo retoño de Mat Pecagorda asomando furtivamente por el atomic morral, y es que no por nada acudo hoy a vosotros para brindaros esta buena mierda, ya que si alguien me lo pregunta, para el que está ahora mismo arañando las teclas éste es uno de esos dulces “ópuses” que mejor representan el primer tercio de los 80s y tu BELLO EUROMETAL. Eso sí, formándose. Con la testosterona y el fermento de la sobaca todavía en ciernes, y es que como hasta el más trasnochado de la clase puede apreciar desde que el colegiado Michel Vautrot hace sonar el silbato, esto apesta más a fiesta setentera que a la que inmediatamente le sucedió, que rima con popó. Chicos de Stuttgart cabalgando fuerte ¡Hahay!
Y echa a correr libre y alocada “Runnin’ Wild” y sus vírgenes aromas a tus jodidos JUDAS de toda la vida, cojones torrados de tucán hemipléjico. ¡Pero espérate ahí, pepillo! Porque los tucanes no tienen cojones, ni tampoco picha, sino que están equipados con una cloaca. ¡Qué buena cloaca, papá! Qué sabrosa cloaca y como se precipitan por ella sugerentes esos riffs clásicos a matar, pero afilados como razorblades lo mismo que la puta de su madre. Es fácil. Es lo más fácil y he perdido ya la cuenta de las veces que os lo he repetido: Si no eres un privilegiado limítate a hacer lo que sabes hacer y si encima lo haces sencillo y sin estridencias, las collejas y las risas brillarán por su ausencia. Y es que evidentísimamente que el tío Mat no es un dios de las cuatro cuerdas y su voz no le da como para cenar en la mesa de los Metal Gods acullá en el Olimpo, pero sí es un tío con los pies en el suelo y con buenas ideas. Ecuación perfecta para llevar el barco a buen puerto, joder.
Y “Crazy” que no baja el piñón, pirañazas. Sin dudas, el segundo vástago del señorito Pecagorda es más Heavy que su hermano mayor, pero todavía es más meridiano el cómo no tanto como los que vinieron después; Ahora bien, creo sin dudarlo un instante que si hablamos de clase o de momentos inspirados, “Fast Decision” se lleva el gatazo al agua. Y no sé de veras si son mayores o menores, pero al agua se lo lleva. Como dejaba caer antes, el bajo de “Mi Amigo Mat” es suculento, además de vigoroso y muy prominente, dejando puede que incluso a las rítmicas en un estrato claramente inferior. Hablamos por lo tanto ¿Qué duda cabe? De unos cremosas composiciones que entran sin sentir.
Así, fácil. De ésas que te hacen mover la cabeza o el pié sin ser consciente de ello ¡Pero atiende! Porque “Magic” es incluso mejor. Ese timbre del Pecagorda es muy, pero que muy simplón y de andar por casa ¡Sí, cojones! Pero es que si vamos a la base. Si vamos al fondo de la premisa primera: El espíritu de esta música es la sencillez y las no complicaciones. Entonces sucede que estamos en 1983 y que Mat no tiene todavía ni sus 20 castañas, pero justo ahí es a donde voy, cojones. A que es un mocoso, pero esto, QUE ES LO MÁS ESENCIAL E IMPORTANTE, él ya lo sabe. Moraleja: Niños a principios de los 80s que saben más de qué coño va el juego antes que fornidos cuarentones de la actualidad que no saben ni donde tienen las putas narices. Jaque Mat.
Sin embargo, “One Last Look”, aunque tampoco es siquiera de tarjeta amarilla, queda ahí en medio, un poco en tierra de nadie, a camino entre la baladita y el tema tontuno y sobón de finales de los 70s, cerrando una cara A que ha estado de siete, pero que va a escalar hasta el ocho y pico con una cara B de traca y que abre macarreta y desafiante con el tema que da título al disco. Y está más claro que el agua, joder. Insisto: Si es que el agua no fuera mayor, porque entonces el asunto se tornaría algo más espinoso. Pero si hablamos de agua, de aquello que se dice AGUA, aquí hay una “Fast Decision” que uno debe tomar: O estás con Los Hombres o lo estás con las mierdas pasadas por agua ¿You follow? Esta es una música de señores con pelo en el pecho, joder. Son bigotes de Íñigo o si se quiere de puto sheriff gobernando en la noche. Es La Muerte ahí tumbada tocándose el parrús sobre los cadáveres mientras se contempla en el espejo. Y ahí te dejo botando la pelota, muchacho… “Fast decision of ups and down, fast decision of facts and founds”.
Y se acabaron las bromas, jodido pelagatos que no tienes ni donde caerte muerto, bolsa intensa de cabra amarilla y macilenta. Se acabaron, porque aquí y ahora sale propulsada a todo gas “Trouble Boys” y hasta que muere el plástico, aquí ya solo te van a matar con temazos, uno detrás de otro, conformando un robusto póker que no se lo salta un gitano, amigo. El gusto para las melodías araña la piel, hostias. Los coritos, maravillosos. Echando salvaje peste setentera. Justo como otro primo suyo del año anterior, “Diamond Dreamer” de los nunca valorados PICTURE, este disco a mis ojos es élite furiosa de la segunda línea de batalla de aquél irrepetible primer tercio de los dorados 80s.
La producción es modesta, pero esto –insisto una vez más- suena a maravilla, de verdad. “In the City” es igual de buena y su coro muy valioso, pero es que “Chains” es todavía mejor, coño. Qué maravilloso feeling y que poso a autenticidad y de puta madre que respira tu música, Pecagorda. Que normal y que del montón parece todo, pero que formidable y familiar que resulta al mismo tiempo. Y es muy obvio el cómo ya con el siguiente, el viraje hacia la ferocidad y la rudeza serían del todo incontestables, pero si nadie me interpela: Esta es tu obra maestra, Pecador. Woody Woodpecker por los restos, joder.
“Rockin” pone el colofón y hemos vuelto a triunfar. Aquí mis opiniones, mi prosa o mis gracietas tienen importancia la justa. Todo eso es salvajísimamente secundario. Lo de verás importante es que te olvides de quien ha escrito esta mierda, pero al punto te tatúes esta música en el cerebelo y comprendas que para que unos pocos se lleven la lana, millones de otros antes han de cardarla. Este disco simboliza también ese tiempo de ascenso y auge de ESA MIERDA QUE TE HACE VOLAR. El hilo es fino e infinitamente largo, pero tú nunca debes perderlo. No me interesan PRIMAL FEAR, la verdad, pero este disco si me preguntas, es un monumento escondido que para mí hace de Matthias Lasch otro inmortal.
SUBE, CHICO, SUBE
ARRIBA, ARRIBA DONDE LAS ESTRELLAS
ASIDO FUERTE A SUS PODEROS LOMOS
CON TUS "CHAINS"
SIEMPRE
CON ÉL
83/100
Mat Sinner: Voz & Bajo
Frank Mittelbach: Guitarra
Helmo Stoner: Guitarra
Edgar Patrik: Percusiones