
01. Welcome the Genocide 03:11
02. Prism #44 03:11
03. Imperfection 03:37
04. April Fools 02:48
05. Prospektor 04:32
06. VI 03:47
07. Oleg 04:39
08. Triage 03:27
09. Second Born 03:14
10. Point-Blank 03:10
11. Hell on Earth 04:13
12. Burning Ants 03:10
Escucha Anthems aquí: https://septicanthem.bandcamp.com/releases
"Himnos de la fosa séptica", empezamos bien.
No me andaré con rodeos, ni en la introducción ni en la extensión de la reseña. Obviamente no hablamos de himnos bañados en oro por las masas, pues hablamos de un disco debut de un grupo novel. No obstante, si algo podemos decir es que el término "séptico/a" no está de más. Y es que precisamente eso es lo que vamos a encontrar: un industrial sucio a la par que accesible, corrosivo sin ser brutal y fuertemente adictivo que predominará a lo largo de este pozo bautizado como "Septic Anthems" del que emergen 12 temas.
Ciertamente, más de uno lo ha catalogado como una mescolanza entre vocales Smashing Pumpkins y orquestación Dope o Static X. En mayor o menor desacuerdo, mi respuesta es desvincularme de ello y ver qué traen en lugar de divagar a qué se parece, pues la innovación es nula y raya lo imposible sin tampoco mostrarme descontento por ello.
Y es que aquí encontraremos un compendio de qué debe tener un disco de industrial. Encontramos caña burra y descarada de cortes que abren el trabajo como "Welcome The Genocide" o el cierre al viejo estilo "Oomph" del 94 en Sperm con "Burning Ants". Observaremos algunas pinceladas menos grotescas relativas a otros géneros que desentonan sin molestar pero no terminan de cuajar como "VI", sexto tema que divide un primer corte notable a un segundo desafortunadamente "suficiente" a causa de un techno rock y metal alternativo mal llevado, siendo otro ejemplo de tema fallido "Prospektor" o un grunge tan disfrutable como mediocre si me preguntas por "Hell On Earth". A pesar de ello, gracias a los contrastes sí se aprecia calidad compositiva de mayor calado en ramalazos post-punk como la compleja "Prism #44", sonando a un posible tema acreditado a los 16Volt para American Porn Songs (2009). Más en el hilo, esos sintetizadores y Wah's entrecortados fundamentados en una base electrónica entroncan el espíritu más previsible y referente del género industrial en "Imperfection", no exento en su sonido de alguna referencia glammy al rock industrial añejo del Reverendo Manson por los elementos ya comentados. Y las referencias a Brian Warner no cesan: "Triage" y "Oleg" abanderan un tributo, más o menos implícito, al sonido Mansoniano de 1996 con alguna esencia del Rob Zombie más descarado o, en su defecto, al Scum On The Earth más sólido de su satírico debut. En "Point-Blank" percibo un eco del tema "Cruci-Fiction In Space" del Holy Wood en lo que viene a ser la razón de ser de la propia pista. Algo del palo más doomero, o sludgy se plantea "Second Born" no exenta de alguna experimentación en el Black Metal pero sin talla ni entusiasmo como para mencionarlo siquiera en etiquetas estilísticas. "April Fools" es ciertamente uno de los mejores temas, con ese empaque decadente y de producción algo gótica (Bauhaus de 1980, por ejemplo).
Como todo disco industrial hoy día, conviene reflexionar sobre lo siguiente: Todo atisbo de grandeza, creación de clásico o perdurar en el tiempo se quedaron anclados a mediados de los 90 a causa de la naturaleza ciertamente autodestructiva de este género. 20 años después, las generaciones marcadas por las radiadas "Closer" o "The Beautiful People" y el descaro de sus iconos (Reznor, Manson, respectivamente entre otros) son las que, ni más ni menos, han pasado la noche en vela rezando porque el chico al que han acompañado al instituto esta mañana no sea un "creepy" salido y sudoroso con algún que otro desequilibrio mental por coleccionar discos de personas non-gratas en tu parroquia más cercana. La simpatía por la destrucción se acabó, ahora, solo es una estética, un cliché.
Teniéndolo claro, hoy día lo máximo que podemos decir del impacto de esta clase de discos (incluyendo las aspiraciones de esta entrega de los estonios) es simplemente entretener. Lejos quedan los días de hacer culto sectario entorno a un artista deificado y llegan los días de musitar los pérfidos mantras de sus letras, con un entusiasmo proporcional a la amalgama de texturas, sonidos decadentes, cambios de ritmo o crudeza sonora o lírica sin evitar las dichosas comparaciones a otros que, ciertamente, lo han hecho mejor mucho antes. La dinámica en este Anthems es sencilla: chutes(temas) de satisfacción rápida e instantánea sin mayor huella. Mayor la explosión, mayor la fugacidad.
2 personas, un proyecto. Este trabajo supone un inicio y un esfuerzo compositivo independiente (sin sello discográfico) y aislado por resucitar (con más entusiasmo que fidelidad) una mota de polvo de los mejores días del género. Sin poseer la genialidad de los artistas de los que se nutre, Anthems es un ejemplo muy explícito del nivel actual, del optimismo por adentrarse en la industria y, sobre todo, de cómo adecuar la antigua vara de medir a las exigencias de hoy día, condicionada por la ausencia de nuevos mesías.
Con algún relleno ambicioso pero evitable, "Anthems" no es el disco del año pero contiene un buen par de temas que no engañan aunque no provoquen pesadillas ni genere controversia. Aún con todo, agradezco de forma personal que indirectamente se de vida,eco, a leyendas exprimiendo esa fórmula característica que ha definido hoy día al industrial.
3 cuernos sépticos, quizá algo menos escabrosos de lo que parecían.
Desconocido.