Sínkope - ¡¡¡Gracias!!!

Enviado por El Marqués el Sáb, 02/04/2016 - 11:24
3712

Cd Uno:

1. Intro: Me queda la palabra (Blas de Otero/Paco Ibáñez)
2. Autovitografía
3. Romance de la luna gitana y el sol poeta
4. Encanutao
5. El caldero y la sed
6. En el jardín de tus ojos
7. Cuando no te pones falda
8. Llamando a mi bruja
9. Tirando de Rama
10. De la piel del diablo
11. Humo de Contrabando
12. Diario de una tele encendida
13. A mi aire

Cd Dos:

1. A la maldad no hay quien la mate
2. Al Socuello de tus pechos de seda
3. Le voy a cobrar a tus labios tus miradas
4. En el vientre de un rosal
5. No quiero que el sol me muerda otra vez
6. Pa cuando me juzguéis
7. Y pare Madrid
8. Matar se me olvida
9. A merced de las olas
10. El carro de la vida
11. A un beso mio le llaman ruina
12. En tarros de miel

Lo han conseguido. Son muy grandes y merecían que 25 años de trayectoria por y para el Rock&Roll quedaran inmortalizados en las dos horas y media de Dvd y doble Cd que recogen el conciertazo que Sínkope ofrecieron en La Riviera la noche del 13 de noviembre, con todos los tickets vendidos, un público totalmente entregado y la participación de amigos y ex componentes de la banda extremeña. Entre todos llevaron a las tablas una vez más todas esas canciones por las que tanto han luchado, y que forman ya parte del rosario de himnos que ha aportado el Rock español.

El show se encuadró en la gira de presentación de su último trabajo en estudio, “Museo de Rejas Limadas”, editado el pasado 2015, y la formación actual se aseguró de ofrecer una velada memorable, que si en su día significó una interminable velada de excelente música, sonrisas, diversión, lágrimas, sudor y cerveza, ahora la podremos revivir siempre que queramos desde el sofá en una edición cuidadísima del Dvd, sobre el cual se ha hecho un gran trabajo, en especial a nivel de sonido, pues tanto el bajo como las dos guitarras suenan con una nitidez ejemplar, apreciándose la labor de unos instrumentistas extraordinarios, que tocaron millones de notas con absoluta profesionalidad, saber hacer y entrega, respaldados por una batería que sin alardes proporcionó el respaldo perfecto (como ha hecho toda su vida Charlie Watts, y suele decirse que es el secreto de la magia de los Stones), y con un frontman único en su especie ejerciendo de maestro de ceremonias como sólo el gran Vito es capaz de ejercer.

Un tío auténtico que desde el primer momento sabe lo trascendente que es para ellos estar en ese momento y en ese lugar y que en el tema de apertura se asegura de nombrar a su madre Petra, quien le crió sin la ayuda de la figura paterna, y que queda inmortalizada sobre esas mismas tablas en las que yo he visto actuar a tíos como Lou Reed, Robert Fripp, Lemmy, Ian Anderson o Nick Cave en el pasado, y que aún habrán de pisar unas cuantas estrellas más.

El inicio es absolutamente arrollador, con el habitual “Autovitografía” enlazándose con varias de su disco de 2007, “Esta Noche se Merece otra Ronda”, de los mejores del grupo, y como él dice en “Encanutao”, esa noche el subidón lo proporcionaba la audiencia, que se vuelve absolutamente loca en diversos momentos del show, dejándose llevar por la fuerza de la larga colección de canciones que van sonando y te hacen recuperar una sensación casi olvidada, la de que si un tema es bueno el siguiente es mejor.

La forma en que unen la citada “Autovitografía” con la preciosa y apasionada “Romance de la Luna Gitana y el Sol Poeta” permite a los que conservamos algo de soñadores evocar la manera en que Led Zeppelin fundían “Rock&Roll” y “Celebration Day” al comienzo de “The Song Remains the Same” (lo digo en serio), la fiereza y la rabia con que canta las recientes “El Caldero y la Sed” y “Pa Cuando me Juzguéis” estremece, cuando quiere resulta divertido con sus dejes en el habla, y la banda en general arrolla cuando se deja llevar en las partes más cañeras de un montón de canciones como “En el Jardín de tus Ojos” con su deje flamenco, “Llamando a mi Bruja”, “Tirando de Rama” con su brutal entrada, “Al Socuello de tus Pechos de Seda”, “A Merced de las Olas” con el público sumido en la histeria, la macarra “De la Piel del Diablo”…Un orgasmo tras otro que culmina con “En Tarros de Miel” con toda La Riviera echando humo, y un Vito al que le cuesta dejar el escenario y se lanza a entonar coplas de su tierra.

En las más lentas también se lucen, nadie puede con ellos cuando se entregan a interpretar temas a flor de piel como “A un Beso mío le llaman Ruina”, “Le voy a cobrar a tus labios sus miradas” (¿qué me decís de esos cambios de tiempo?) o la desgarradora “Diario de una Tele Encendida”.

Los colaboradores se portan, son conscientes de que la noche pertenece a Sínkope y ninguno acapara un exceso de protagonismo, aunque Vito perciba algo muy especial al volver a tener a su lado al guitarrista original Mario Santos, o al compartir micrófono con una institución como El Drogas en la tremenda y casi fúnebre “A la Maldad no hay quien la Mate”.

Sergio Cisneros, alias Kiskilla, teclista entre otros de Mago de Oz, le da una nueva dimensión a “Pa Cuando me Juzguéis” y “No Quiero que el Sol me muerda otra vez” con el acompañamiento casi orquestal que aporta, y su aspecto tan delgado contrasta con el de ese Meat Loaf barbudo que atiende al nombre de Kutxi Romero, que en lugar de cantar “El Carro de la Vida” como hiciera en el estudio de grabación interviene en los bises con “Matar se me Olvida”.

A nivel visual no son los Van Halen de los días de “Women and Children First” ni falta que hace, a mí me encanta el toque inevitablemente patrio que aportan el guitarrista Juan Flores con su impasible gesto a medio camino entre el asceta que ya lo ha visto y vivido todo y un robusto ejemplar vacuno que ve pasar el tren, y el bajista “Maik” Álvarez con sus kilos de más y sus camisetas, desde la de las hojas de marihuana que luce al final hasta la de Mazinger Z que lleva en la foto de la portada.

Y Vito saca todo su orgullo y lanza un par de exabruptos contra un cronista catalán que se metió con los extremeños con motivo de un partido de Copa del Rey entre el Barca y el Villanovense, el equipo de Villanueva de la Serena, localidad natal del vocalista del parche en el ojo izquierdo. Al estilo Axl cuando en “Get in the Ring” se acordó de los ancestros de Mick Wall y otros plumillas del negocio que les habían atacado.

Agradecido, eso sí, a quienes le han ido acompañando en la larga travesía, presenta al final a toda la banda y artistas invitados abrazando a uno tras otro, y saca al manager y a todo el personal técnico que hizo posible la velada.

No he mencionado “Cuando no te pones Falda”, que hace tiempo se convirtió en mi favorita, ni “En el Vientre de un Rosal” que es otra gozada con unos solos de guitarra y una fuerza irresistibles, ni “A mi Aire” que casi parece una adaptación, o como lo queramos llamar, del “Smells Like Teen Spirit” de Nirvana con homenaje final al cierre de “Stairway to Heaven”, pero es igual, tienen ya once discos, toneladas de canciones, y todas valen la pena. Las hay mejores y peores, pero en todas late un alma, una personalidad incontestable.

Cinco merecidisimos cuernos para una banda en su mejor momento, que ayer mismo actuó en Santiago de Compostela y que va a estar los siguientes meses recorriendo el territorio nacional. Yo no me los perdería porque si en estudio emocionan en directo arrasan.

Aquí os dejo el enlace con el Cd Uno y el Cd Dos.

Vito Iñíguez: Voz
Juan Flores "Chino": Guitarra
Alberto David "Alberso": Guitarra
Maik "Bass" Álvarez: Bajo
Ferdi "Gato" Hernández: Batería

y la colaboración de:

Mario Santos: Guitarra en "Humo de Contrabando"
Enrique Villareal@El Drogas: Voz en "A la Maldad no hay quien la Mate"
Kutxi Romero: Voz en "Matar se me Olvida"
Sergio Cisneros@Kiskilla: Teclados en "No quiero que el sol me muerda otra vez" y "Pa´cuando me juzguéis".

Sello
Rock Estatal Records