
1. Dead Throne Monarch
2. Reins Of The Warlord
3. Earth Reclaims The Usurper
4. Bahamüt
5. Pale Horses Coming
6. Funebre
7. Wolf Among Black Sheeps
8. Promise Of Storm
9. Wendigo
10. Horned Crown
Españoles, concretamente del País Vasco... cierto, pero con un sonidazo que hace pensar en las bastas tierras del suroeste de Estados Unidos. Menuda fuerza desprenden, fuerza y pesadez debo decir, el nombre de Rhino les venía como un guante a estos músicos bilbaínos ¿Cuál fue el problema que tuvieron en 2010? Que se vieron obligados a cambiar su nombre de Rhino a Horn Of The Rhino porque ya existía otra banda llamada así y eso les podría acarrear problemas legales. Así pues, aunque este Dead Throne Monarch (y el Breed The Chosen One) fueran lanzados bajo el antiguo nombre Rhino, permítanme ustedes que lo archive como material de Horn Of The Rhino para no llevar a confusiones a los despistados. Y ahora volviendo a lo musical, os diré que esta banda toma como fuente de influencia (oficialmente) a agrupaciones de la talla de Bolt Thrower, Soundgarden, Autopsy, Wino... Pero si tuviera que definirlos yo seguramente utilizaría etiquetas como Sludge, Doom y dejes Death y Stoner, lo que no significa que nuestro cantante (Javier Gálvez) deje de ser un portento a nivel vocal y sea capaz de alcanzar tremendos registros.
Horn Of The Rhino (y permitan que me refiera a ellos así a partir de ahora) son una excelente mezcolanza de música pesada, con guitarras mórbidas, tremendamente duras, un bajo grave y taladrante y para rematar una batería demencial, que marca os ritmos fenomenalmente y sabe encontrarle las cosquillas a cualquiera. Todo esto mezclado, forma un muro de sonido que juega entre los pasajes doom-heavies y otros más arrolladores y salvajes. Pero vamos, que el mejor modo de comprender el sonido de estos animales es darle cera a su material.
En este Dead Throne Monarch (2008) nos encontramos en una etapa de Horn Of The Rhino en la que los tíos no entendían de sutilezas, para nada. Es uno de los álbumes en los que Javi canta de un modo más rasgado y extremo (al menos en buena parte del trabajo), y tanto él como Sergio tocan la guitarra y el bajo de un modo más furioso, puede que lo suyo para presentaros a Horn Of The Rhino fuera introduciros por el Weight Of Coronation, su disco más asequible pero no... aquí con MetalPriest no. Os arrojo al lugar más hondo de su discografía y si os mola esto, ganaréis una banda para toda la vida, pues estos HOTR por lo que a mí respecta son sinónimo de calidad. Arrancamos:
El comienzo (paradógicamente) no termina de convencer, y me refiero a lo poco adecuado que resulta pues en lugar de empezar con un track que vaya de menos a más, los bilbaínos ya de primeras nos sueltan Dead Throne Monarch con Javi vomitando brutalmente en una nube de distorsión mientras Julen Gil saca jugo a sus tambores como mejor sabe (lo mejor del tema). No es mal tema para nada, de hecho es muy bueno y te vicia a la segunda escucha pero como opening para un álbum no queda del todo redondo (hablo personalmente claro, igual a ustedes les alucina este comienzo). Continuando la lucha que acabamos de desencadenar nos toca sangrar con Reins Of The Warlord, más relajada que la primera pero igualmente peligrosa, con una capacidad riffera tremenda, de la que te parte las piernas y pone el suelo perdido de sangre. Me encantan las guitarras de este grupo, un ejemplo adecuado es la sección del minuto 3:11-4:34, una pasada.
Sin ser un comienzo perfecto el asunto este nos seduce y engancha, la potencia con la que estos tres músicos tocan es algo digno de admirar, y ahora es turno de Earth Reclaims The Usurper, más sosegada que las anteriores. Javier canta y toca pausadamente, saboreando la distorsión de cada segundo y cada sílaba de la canción, un track muy heavy, cargado de furia contenida, ojo a la parte del minuto 4:45, me recuerda a un tema de Morbid Angel de cuyo nombre no quiero acordarme, muy burro el tema y menudos gritos se factura Javier, una jodida bestia al micro. Tras los nueve minutos de Earth Reclaims The Usurper (finalizados por un desquiciado solo de guitarra) tenemos Bahamüt que... tras las primeras notas nos hace esperar a que aparezca Messiah Marcolin para cantar, dado su claro poso a Candlemass. Pero nada, en pocos segundos las guitarras se recrudecen con sus muteos y Javi sale a cantar luciendo dos registros (ambos muy logrados, bien jugado). Las hachas trabajan conjuntas perfectamente mientras Julen marca los ritmos con incuestionable liderazgo, un máquina con las baquetas. Tuve el placer de ver a estos tres músicos en el Resurrection Festival de 2013 (junto a Slayer e Inordem) y son sencillamente impresionantes músicos, de imponente presencia en el escenario.
Pale Horse Coming vuelve a hacer gala de una excelente línea de percusión, que rápidamente es seguida por Javier y Sergio, riffs brutos, graves y viciantes los que nos lanzan tíos... uno tras otro... un no parar. La mejor parte de este quinto tema es la del minuto 1:45, mola ver como Julen y Sergio introducen el solo de Javi. No tiene desperdicio este material, y el que no me crea que se lo escuche íntegro, no tendrá más cojones que comprarlo. Ahora, es cuando viene la lenta y doomica Funebre, la sexta y más extensa pieza de Horn Of The Rhino. Hablar de Funebre es... hablar del más enfermizo doom, unas composiciones de bajo y guitarra que nacen mórbidas y aletargadas entre los tambores de Gil, que luce con solemnidad y aires mortecinos. Javier eleva su voz en el break; una voz dolida y adormecida, que juega con las notas y sobre todo los agudos. En definitiva, una opus inmensa, de quince minutos de duración. Wolf Among Black Sheep nos quita del letargo con unas pulsaciones y riffeos frenéticos, Javi vuelve a rugir brutalmente. Resumiendo: mucha tralla de la crujiente.
Promise Of Storm ya ofrece más variedad, arrancando con una acústica que precede a una composición doom oscura y va ganando en pesadez a lo largo del tiempo (2:35 y 4:06 por ejemplo, menudas secciones). Una de las composiciones más evolutivas del álbum, lo que refresca mucho la escucha. Y como estamos cerca del final y Horn Of The Rhino son clementes (con sus acólitos, claro), a estas alturas nos dejan caer la melancólica Wendigo, que tiene un toque similar a Snuff de Slipknot (salvando las distancias). A nivel personal, sin tampoco desprestigiar la balada de los de Iowa (que es mi canción favorita de ellos), veo esta Wendigo más bella y plácida. Un buen track acústico con eléctrica solista de fondo, dando la pincelada final. También me gustaría recalcar la buena interpretación vocal de Javier, que se vuelve a salir. Finalmente resuena Horned Crown, que nos lanza los últimos coletazos de riffs bastos, una apisonadora sónica que termina de apalizarnos. En otras palabras: tras esta descarga final quedamos con el culo esculpido en madera, curtidos y con el cuerpo sembrado de moratones. Fenomenal desenlace.
Este Dead Throne Monarch a mis ojos es un álbum sin relleno, con material riffero de calidad, un bajo grave-molón, una bataca indómita y unas voces con momentos bestiales y otros más delicados. Horn Of The Rhino son cojonudos, y no se puede añadir más. La verdad es que ya desde el nombre de la banda (tanto el nuevo como el viejo) uno sabe que lo que se va a escuchar es metal del heavy, del serrante y contundente. Y ya cuando uno ve las portadas... es que eso son palabras mayores, son tremendas, y esta no es la mejor de las suyas ni de coña.
A los caprichosos que no les convenciera la propuesta de Horn Of The Rhino, les recomiendo el Weight Of Coronation, más stoner y melódico en las voces por lo general. Yo personalmente me quedo con este Dead Throne y el Grengus (su última creación de 2012) pero para gustos colores, claro. A los interesados les diré que Horn Of The Rhino ya han reeditado su debut Breed The Chosen One con su nombre actual y que en poco tiempo sacarán nuevo material (llamado Armageddon, creo...) y seguramente también reediten este mismo álbum aquí reseñado.
Para finalizar la calificación: Cuatro cuernos sólidos, un 8,0. Recomendado para seguidores del Sludge y Doom sobre todo. He aquí un material patrio (si eres español) con el que deleitarte colega, palabra de Sacerdote.
Javier Gálvez: voz, guitarras.
Sergio Robles: bajo.
Julen Gil: batería.