Purtenance - Crown Waits the Immortal

No es fácil con todo el Death Metal, es cierto, no es fácil. No lo es, por la sencilla razón de que a algunos verracos primarios, el mero hecho de vender una sola unidad más para alguien que luego la olvide y la deje cultivando ácaros en una miserable estantería les suda el forrazo del arco del triunfo, siendo por ello que tiren habitualmente por el derecho sin atender a otras razones que no sean el simple hecho de bestializarse gratuitamente o el de entregarse sin más a la ciega y devota causa de un género huraño, proscrito y orgulloso entre los que más.

La historia de los finlandeses PURTENANCE se escribe así. Con esa misma crudeza y ese mismo poco esmero por hacer las cosas agradables o cómodas que tan flagrantemente suscita su mórbida y enmohecida obra, y es que con la Santísima Trinidad de Nokia no debe uno jugar, muñecos. Remontándonos hasta el año de 1990, todavía resuenan los ecos de aquellos primeros chapoteos que, bajo el temprano monicker de PURTENANCE AVULSION, daban estos taimados jovenzuelos cuando apenas si empezaba a cobrar forma aquella gloriosa escena Death finesa destinada a reinar el orbe. Fueron aquellos unos tiempos, en los que casi todo el mundo, haciendo acopio de una voluntad y una ilusión ya raras de ver en el panorama musical actual, se liaba la manta a la cabeza y montaba una banda en el garaje de un día para el otro; Así, sin más. Sin embargo, el pequeño o gran esfuerzo que aquellos bizarros adolescentes llevaran a cabo entonces, sigue viéndose recompensado al punto que escribo estas líneas, y es el deber de todo buen deathhead, el recordar a todos y cada uno de los nombres que años ha infestaron la escena, de entre los cuales resulta imposible obviar al de estos nefarios artesanos de lo obsceno llamados PURTENANCE.

Y es que ¿quién va a llamarse a sí mismo PURTENANCE sino alguien que esté ligeramente averiado de la terraza y al punto disfrute cubriendo de gloria al Death Metal? Pues los pollastres de los que hoy os estoy hablando ¿quién sino? Faltaría más. Y es que cuando tú oyes caer la delicada aguja del plato sobre ese suculento single -resignado a girar y girar- al punto que oyes como empiezan a crepitar esas inconfundibles chispitas antes de que te salte a la cara de tocino angustiado la entumecedora e infame ‘Apparition of the Mist’, sabes –sin margen al más ínfimo error- como algo feo, vil y de muy dudoso gusto está a punto de colarse por siempre más en tu universo musical. Cuando uno es un burro es un burro, y cuando uno es muy burro, solo entonces es cuando puede llamarse PURTENANCE y por si fuera eso poco, encima marcarse un sórdido y nefando affaire como éste ‘Crown Waits the Immortal’ (editado en 1992 por Drowned Productions; Sello de culto afincado en Madrid) y al punto dejar descansar tus posaderas, por siempre más, en el sagrado panteón de los dioses del Death.

‘A Dark Cloud Arises’ empuja con sus macilentas manos deformes a la tibia y húmeda tierra que inconscientemente sepulta a ese cuerpo abortagado y azul que quiere oler fuerte. No es agradable la visión, no es necesario aclararlo, pero lo que es así es así, y toda vez que la tropa entera se ha subido a la moto, uno es plenamente sabedor de que algo crudo y atrozmente groso está a punto de gobernar con mano de hierro. Ésta de PURTENANCE es sin titubeos una de esas músicas que sin más, se entregan a la causa de lo salvaje, de lo que trasciende el daño. Es música infausta, que en menos que canta un gallo, se arroga las esencias más macabras y siniestras de la ultratumba y el frío de nevera horizontal, y es que esto no debe dudarlo jamás nadie: ‘Crown Waits the Immortal’ es como uno de esos grandes reservas que al punto de ser descorchado, desata con furia de titanes los más severos aromas imaginables, superando por largo incluso al detestable hedor de un pijama crujiente.

Aquí el estilo es el anti-estilo, siendo a su vez todo un estilo. Aquí el gusto por el poco respeto es la norma y apestar a sobaquillo de urogallo gitano la única ley. Son PURTENANCE. Es ‘Crown Waits the Immortal’. Es una brutada. Sí, una de esas que realmente abruman. De las que a mí me gustan.

Alguien pidió ‘Crown Waits the Immortal’ y yo le traigo ‘Crown Waits the Immortal’. ¡Ea!

Valoración: 8.6