
1. Gerrymander (04:51)
2. The Rope (04:56)
3. Scapegoat (06:06)
4. Foreign Bodies (04:45)
5. La Guerra (01:23)
6. Inhumane (05:59)
7. Killing for Company (05:02)
8. Icons of Hypocrisy (04:49)
9. Promise of Remembrance (05:18)
Álbum completo: YouTube
Vamos con el penúltimo capítulo de Satan. Gente talentosa y trabajadora como pocas, en 1988 editaron su cuarto trabajo (quinto si contamos el EP Into the Future) bajo su tercera encarnación, Pariah. En el que probablemente fue su suicidio comercial, no puedo más que aplaudir su honestidad y valentía al cambiar de identidad cada vez que pegaban un giro de timón o no se identificaban con lo que habían hecho hasta entonces. Nos hartamos de criticar como algunos traicionan sus orígenes y manchan su legado editando pegajosos excrementos bajo el amparo que les ofrece un nombre bien asentado. Estos inconformistas Satan nunca temieron mudar la piel con cada nuevo aire que soplaba, decisión coherente como pocas, si bien no del todo justificada a nivel musical y, ni por asomo, a nivel comercial. Pero así fue la historia y seguramente les habría ido mejor manteniendo contra viento y marea su “satánico" apelativo. Sin embargo, por la razón que fuera, culos de mal asiento, eso no valía para ellos.
Así, tras un estupendo retorno como Satan con Suspended Sentence y con un aguerrido Michael Jackson al frente (no puedo más que imaginarme al “camaleónico" hermano pequeño de los Jackson 5 al frente de estos rudos muchachos de Newcastle con una sonrisilla en la cara), tomaban un inesperado camino y cerraban con Pariah lo que me gusta llamar el “Big 4” del thrash metal británico, junto a Onslaught, Xentrix y Sabbat. Que de grande no tiene mucho, pero sí de bueno y encarnaba lo mejor que parió un estilo cuyas exportaciones desde las islas tampoco dieron para mucho si lo comparamos con otros países y con lo que fue el heavy metal británico a principios de los 80.
Sin una sola baja desde Suspended Sentence, no alcanzo a imaginar qué motivó el cambio de nombre en esta ocasión, pues The Kindred no estaría muy lejos de ser un sucesor totalmente natural para la última obra de Satan editada sólo un año antes. El mismo tipo de sonido seco tan típico de las grabaciones de Roy Rowland (Terrible Certainty, Know Your Enemy, Annihilation Principle, History of a Time to Come, Dreamweaver…) que no me termina de convencer, esa voz aguardentosa del “otro" Michael Jackson, a medio camino entre Steve Grimmet y Martin Walkyer, las siempre hiperactivas guitarras de Ramsey y Tippins… En realidad poco diferencia a The Kindred de la segunda etapa como Satan en términos de sonido. Quizás hayan perdido algo de melodía, oscuridad y épica en favor del espíritu callejero y la urgencia del thrash, pero viene siendo una evolución bastante natural de lo que fueron haciendo Satan a lo largo de los años 80. Algo más de velocidad, palm-muting, menos melodía, coros pandilleros…, pero el ADN de Satan sigue afortunadamente bien marcado a fuego. Un movimiento similar, por mucho que no tengan mucho qué ver ambas bandas, al de los alemanes Risk, que venían de Faithful Breath para editar un estupendo álbum de power/thrash con The Daily Horror News… y culminar su evolución con Dirty Surfaces. Con la diferencia de que Satan me parecen bastante mejores.
Gerrymander tampoco es el mejor comienzo, pero a Ramsey y Tippins no les hace falta más que un minuto y medio para demostrar, de nuevo, que son uno de los dúos guitarreros más sobrados de la historia del heavy metal. Uno riffea, el otro solea (no sé a qué está cada uno), pero ambos se complementan como pocos. Mejora y mucho The Rope con ritmos de inspiración yankee (a ratos me recuerdan a Megadeth), un Graeme English golpeando las cuerdas como nunca y unos coros a medio camino entre los Satan de toda la vida y lo que hacían Anthrax y compañía por aquellos tiempos. Curiosa y hábil adaptación del sonido de Satan a los nuevos tiempos. Esta gente sí que supo evolucionar cogiendo su heavy metal de toda la vida y llevándolo a terrenos de un power/thrash con devaneos técnicos. Me parece impresionante el cambio de ritmo a los 2:30 minutos con el estribillo acelerado y los de siempre sacando la chorra a ver quien la tiene más larga. Los dos y mucho…
Los temas se suceden en una línea muy similar, con una estructuración canónica. 43 minutos, cuatro por cara, con sus respectivas introducciones. Joder, qué bien se lo montaba la gente en la época del vinilo… Ni un tema malo, aunque quizás, y esto es lo único que evita que The Kindred sea todavía mejor, tampoco veo ninguno realmente matador. Solidez, geniales desarrollos instrumentales, estupendo nivel técnico, pero me falta alguna guinda como sí encontraba en Suspended Sentence o incluso también en el posterior Blaze of Obscurity. Me gustan particularmente esas acústicas y el alocado final de Scapegoat (a veces esto suena al Rust in Peace, manda huevos…), los momentos de desenfreno de Killing for Company, los solazos de Inhumane o ese pegadizo estribillo de Foreign Bodies ("...death to the infidel..."), pero también es cierto que tiendo con frecuencia a olvidarme de como suenan Icons of Hypocrisy o Promise of Remembrance, a pesar de un par títulos tan quedones.
En suma, puede no ser su momento más brillante, pero The Kindred ofrece más que suficiente para hacer pasar unos cojonudos 43 minutos a todo fan del buen thrash con ciertas dosis de melodía y delirios técnicos y, por encima de todo, a quien alguna vez haya mostrado interés en la carrera de esta buena gente. Todo seguidor de la banda sabe que Satan, o como hayan decidido llamarse para la ocasión, rara vez defraudan. Con todo, no menos de un 7,5 para la inestable carrera de estos cuatro musicazos de Newcastle, cuatro de los más talentosos hijos de la Gran Bretaña que se llegaran a reunir a lo largo de los años 80.
7,5/10
- Michael Jackson: voces
- Russ Tippins: guitarra
- Steve Ramsey: guitarra
- Graeme English: bajo
- Sean Taylor: batería