
1. Rise (01:41)
2. Celestial Sword (04:57)
3. Unfold Legend (04:02)
4. Keeper of the Flame (03:36)
5. The Path of Divine (05:51)
6. Fairie's Secret Garden (05:06)
7. Arkanya (04:54)
8. Pandemonium (06:21)
9. Nevermore (06:04)
10. Frozen (02:57)
*Bonus track*
11. My Paradise (03:16)
La creación musical es un duro ejercicio que requiere actitud y aptitud. Sendas cualidades no iban a ser menores dentro de un estilo tan especial y complejo como lo es el Power Metal.
En esta reseña os invito a hacer un tour por la cara más vanguardista del sentido musical, vanguardia francesa, a más concretar. Sin más preámbulo os presento a Operadyse, banda que tuvo un hueco muy especial en el año 2013. ¿Por qué? In situ os lo mostraré.
Aunque, antes de ello, os invito a conocer a esta banda, primero, por dentro. ¿Quiénes son? ¿Cómo y cuándo surgieron? Estas cuestiones son respondidas con el hombre, Damien Marco, su miembro fundador.
Marco siempre fue un apasionado melo-adicto a las grandes bandas sonoras (de Hans Zimmer o Danny Elfman, entre muchos otros), así como del Power Metal practicado por agrupaciones clásicas como Helloween, Gamma Ray o Rhapsody of Fire. De esa forma, el surgimiento del proyecto Operadyse viene aunado por esas dos pasiones.
En sus primeros años en 2006, Marco contó con la ayuda de sus dos mejores amigos a la hora de escribir las primeras composiciones de la banda, antes, claramente, de contar con una formación firmemente establecida.
En 2009 lanzarían el EP “Hope Era Dies”, toda una manifestación de intenciones que nos conducirían hasta su debut de estudio, ”Pandemonium”, trabajo (lanzado al mercado en noviembre del año 2013) en que poderío y magia serán principales bazas, y la fantasía su inmenso dominio.
Este trabajo es la más fehaciente prueba de que Operadyse se sitúa en un estamento diferente de otras formaciones de la escena más reciente como Pathfinder, Twilight Force o Derdian.
Pero de poco sirve la mera palabrería si no la ponemos en relación con lo que, de verdad, venimos a analizar: la música.
Marco y los suyos (que, como muy pronto veremos, forman todos un gran equipo) se entregan a nosotros, corazón en mano, a partir de la introducción "Rise", el anunciamiento de un verdadero viaje espiritual en el que tocará cerrar los ojos y dejarse llevar por la atmósfera zen… Por supuesto, tal y como vaticinará el oyente, la orquesta será un cimiento de vital importancia en este “Pandemonium”. El primer toque de queda se halla en "Celestial Sword", primerizo cañonazo, una impactante descarga de brillantez y positividad que se ven trastocadas en altivas melodías. Atención a esos retazos en el que la bicotomía entre el bajo de Stéphane Lambert, el teclado de Bastien Sablé y la orquesta abarcan parcialmente la audición, aspecto que veremos en el resto de tracks, claramente, de diferentes y únicas formas.
A ella le sigue "Unfold Legend", en el que la voz de Frank García (vocalista cuyo estilo me recuerda mucho al de Elisa C. Martín), junto a la fuerza coral, nos transportará a una conversión de elementos de Epic Metal, cuya unión entre teclado y guitarras dotará de gran calidad al tema.
La altura tonal dista mucho de descender al llegar "Keeper of the Flame", donde palpamos grandeza en las líneas de melodías base, así como un puesto de grandilocuencia vocal y destrucción percusionista por parte de García y Manard, quienes logran que el propio track sobresalga de sus propios parámetros en un gran instrumental.
Así, "The Path of Divine" dispone de un acelerado tempo de variadas melodías cabalgadoras trepidantes a través de las más feroces de las tempestades. También es la oportunidad de dar la bienvenida a Jennifer Lassalle, vocalista invitada que tuvo gran importancia en el “Hope Era Dies”. Por supuesto, en este álbum también desempeñará un papel importante.
En la sexta pista, "Fairie's Secret Garden", los teclados y cualidades vocales presentan una función más acorde con la edulcorada fantasía, almizclada con ritmos aletargados, clásicos y operísticos. Atención merece su precioso desenlace, bienhallado gracias a la hermosa voz de Jennifer Lassalle.
En los últimos temas el asunto va todavía más lejos, empezando con la esplendorosa "Arkanya", un genial dueto entre García y Lassalle en el que la orquesta preponderará la materia prima que dará vida y belleza a la música. Anotamos, también, la grandísima labor de Damien Marco, quien se fragua uno de los mejores solos de guitarra del disco.
A partir del octavo track llegamos a lo más grande del CD. La homónima "Pandemonium", así, es un potente tanto hímnico de Power Metal épico y sinfónico que se anotan los Operadyse, una logradísima compaginación entre el empuje orquestal y la fuerte pegada riffera que contribuye a la recreación de la composición más fantástica.
Claro, es al verse invocado el magno tema "Nevermore" cuando habremos de revisar nuestros papeles y palabras. Aquí nos toparemos con la cúspide, la cima, el culmen maduro y evolucionado de todo lo que hemos ido escuchando alrededor de estos tres cuartos de hora. Una pasada, totalmente apasionante, de principio a fin. Y el modo en que cierra el disco es preciosismo absoluto, una bonita y profunda balada, "Frozen", con la que la materna y dulce voz de Lassalle da por terminada la expresionista travesía.
Un álbum debut siempre dice mucho de su respectiva banda, además de poseer una suma importancia en la carrera de una entidad musical. Tanto el éxito como el fracaso podrían estar condicionados equitativamente en el futuro de dicho grupo, tan solo, a partir de trabajos de esta categoría.
Es, de esta forma, cómo “Pandemonium” deja claro el nivel de talento de estos franceses. Ya no hablemos de su nivel como vocalistas o instrumentistas (sobresaliente en todos sus aspectos), también llama muchísimo la atención su faceta compositiva, cuyo ideario no consiste en meter teclados y guitarrazos acompañados de doble pedal a pie de cañón. No, Operadyse suenan con total personalidad y profesionalidad en una colección de temas que nos conducen por un viaje lleno de paisajes impregnados de espesura donde perdernos por horas y horas. Y de qué forma, sin duda un modo totalmente original y diferente con el que tratar y escuchar este estilo que es el Power Metal. Manejan a la perfección las reglas de un juego que todos conocemos, pero, a través de una operación que pilla al escuchante completamente desprevenido.
Y qué decir de su sonido a nivel de producción. El cómo han alcanzado un trabajo sonoro tan nítido, limpio, puro y equilibrado, siendo tan solo su primera obra, es algo que no puedo concebir así de primeras. Increíble lo de estos chicos.
Pecaría de imprudente al no prestar ojos ni oídos a lo que nos quieran traer estos Operadyse en el futuro cercano. Sea como sea, un servidor asistirá a la póstuma cita, pues, tal y como apuntan los tiros, no parece que vayan a decepcionar lo más mínimo, todo lo contrario.
Claro veredicto el de mi postura. Cuatro cuernos enormemente altos para una experiencia completamente única y recomendable, de la mano de, no solo una banda revelación del Power Neoclásico europeo, sino del que es, muy seguramente, el que podría ser la mayor banda de Metal sinfónico francés tras la estela de Fairyland.
Franck Garcia / Voz
Damien Marco / Guitarra
Stéphane Lambert / Bajo
Bastien Sablé / Teclado
Manard / Batería
*Artista invitada*
Jennifer Lassalle / Voz