Necrophagist - Onset Of Putrefaction

En el metal a veces se abusa encasillando las temáticas y los sub-géneros. Ya sabéis... black va con satanismo o anti-cristianismo, power con fantasía, thrash con guerras y crítica social... y el death en su enorme parte se basa en el gore. Molesta muchas veces ver lo inflexibles que son la mayoría de las bandas, al menos en estos conceptos letrísticos. En el caso de este Onset of Putrefaction de Necrophagist no tenemos una excepción; solo leed esos títulos de canciones y haceos una idea de la de cochinadas que va a gruñir Muhammed ante el micro... por suerte el fuerte de Necrophagist no está en el mensaje. De hecho, opino que al ponerse este discazo en el oído, con que te vaya mínimamente el death técnico vas a disfrutar como un perro ¿Por qué? Pues mira, porque cuesta mucho encontrar material de esta añada tan bien producido, tan bien ejecutado y tan jodidamente digerible.

Para explicarme un poco amigos míos, os tengo que hablar un poco de la cabeza pensante de esta agrupación (Muhammed Suiçmez), es información que fácilmente podéis leer en Metallum pero me parece de rigor comentar en el glorioso debut de Necrophagist. A la edad de diez añitos, Muhammed comenzó a escuchar metal extremo, y a los catorce años lo crean o no (si están pinchando algún tema ya) el chico ya estaba componiendo temas para lo que sería este disco. Fuera coñas, no es algo normal, no estamos hablando de hard rock ni de heavy metal ni de black cacharrero gente, hablamos de una de las ramas más extremas y complejas de la música, siendo ya ejecutada por un chavalín que a penas acababa de desarrollar pelos en los cojones. Por supuesto, hasta los 24 tacos no osó liberar el trabajo de marras, aunque ya llevara dos demos a sus espaldas desde hacía tiempo. ¿La razón? no lo se pero estoy casi seguro de que fue por puro perfeccionismo y además por deseo de conseguir un sello discográfico que le permitiera grabar con un sonido a la altura de la música que sería ejecutada en sus correspondientes estudios.

¿Por qué tanto ensalzamiento de la música de Necrophagist? Pues porque posiblemente sea unos de los mayores y más intrincados trabajos de technical death metal que se habían parido hasta la fecha sin exagerar. Eso de lo primerísimo. Si nos tenemos que parar a diseccionar la música, lo más interesante que comentar es el nivel riffero al que nos enfrentaremos, pues aquí cada puto riff, cada uno de esos jodidos combos guitarreros es una orgásmica fracción de perfección. Tremendo trabajo en las líneas rítmicas, y en los solos... si bien lo normal es toparse con leads slayerescos y caóticos en esta clase de propuestas, en esta ocasión veremos claras reminiscencias al magnífico Yngwie Malmsteen y consecuentemente a la música clásica. Solo basta escuchar los punteos de Fermented Offal Discharge, o... Mutilate The Stillborn, por ejemplo.

Honestamente: me encantaría ir hablándoos de este disco tema por tema, pero términos como "riff crujiente", "ejecución imposible", "solo magistral" o "incuestionable alarde de virtuosismo" se verían tan cómicamente repetidos a lo largo de la reseña que ya... pff... os daría la risa seguir leyendo la crónica. Así pues, lo que haré será dar un repaso superficial sin profundizar mucho confiando en que ustedes puedan desentrañar toda la calidad que aquí se lleva fermentando desde hace 1989-1990 (aunque la placa saliera al mercado a alturas de 1999).

El corte seguramente más crudo es el que abre: Foul Body Autopsy, el cual ya de por sí se encumbraría al lado de temas clásicos del death como Hammer Smashed Face, sin ir más lejos. To Breathe in a Casket impresiona por su sonido mecánico y evolutivo, el cual parece no dejar de cambiar como una criatura polimorfa. Puro riffeo death a decir verdad. De Mutilate the Stillborn a parte de los leads que por ahí se catan es de rigor señalar la textura de las rítmicas iniciales, que si no me equivoco juegan con armónicos silenciados de forma magistral. Intestinal Incubation se caracteriza por sus cambios imprevisibles y guitarras desdobladas, las cuales por momentos parece que van por libre y sin embargo... no lo hacen en absoluto, se complementan a la perfección.

De la batería no me gusta hablar porque me fastidió mucho descubrir que es una batería programada, aunque debo reconocer que da el pego indudablemente, y su aspecto compositivo no fue para nada descuidado. Pedazo cambios de ritmo e intercalaciones compuso Muhammed... porque sí, el tío no solo compuso las guitarras del disco, escribió las canciones, las cantó, compuso la batería y buena parte de las líneas de bajo. Regresando con el Onset, Culinary Hyperversity se alza especialmente melódica y con breaks muy curiosos. No se lo pierdan (2:23). Advanced Corpse Tumor posee una brutalidad especial, incluso dentro de los parámetros de Necrophagist, aunque sin renunciar a mini-leads que parecen acosar las partes rítmicas como picaduras de avispa. Extreme Unction martillea nuestros ya castigados miembros una vez más, haciéndonos perdernos entre los mil y un recursos de Muhammed Suiçmez para al final dejarnos ante la enorme y definitiva Fermented Offal Discharge. Machetazo final, por no decir "tormenta de machetazos", semejante cascada de riffs, notas zumbadoras y bajos alocados no puede merecer menos de un diez como nota. Un tema redondo, avasallador y no menos enrevesado. Sobresaliente el desenlace con el solo de guitarra sonando más neo-clásico que nunca, emulando a los típicos violines de Paganini.

Si existiese una fusión perfecta entre el technical death metal y el neoclassical metal... el nombre de ese trabajo se llamaría Onset Of Putrefaction, título que... no le hace ni pizca de justicia al contenido del álbum, ni tampoco le hace el más mínimo favor. Al igual que el nombre de la propia agrupación. Porque vale: llamarse Necrophagist tiene sus pros como sonar super-potente y brutal pero... ni por asomo da a entender la grandeza que oculta con celo esta banda y... en especial esta placa. Incuestionable maná del cielo para los amantes del death más refinado. Masterpiece, sin más.

Puede no molarte nada el gremio deather; parecerte excesivamente crudo, previsible y monótono. Pero este Onset Of Putrefaction te puede robar el corazón aún con todas. La nota es sólida e inamovible: cinco cuernos y un 9,5. Estamos ante uno de los grandes pilares del death técnico, nunca olviden ese detalle cuando se lleven este trabajo a los oídos.