
1. Fuck the Factoid
2. Backlash Just Because
3. That Curse of Being in Thrall
4. Contagion
5. Joie De Ne Pas Vivre
6. Invigorating Clutch
7. Zero Gravitas Chamber
8. Fluxing the Muscle
9. Amoral
10. Throes of Joy in the Jaws of Defeatism
11. Acting in Gouged Faith
12. A Bellyful of Salt and Spleen
The kids are back.
Sin duda una de las mejores noticias que nos llegó en esta mierda de año fue el inminente regreso de los –no tan- chicos de Napalm Death, regreso que por otra parte ya era de esperarse, teniendo en cuenta que llevabamos un lustro sin material nuevo y con lo obrera y consistente que es esta banda, ya les tocaba volver a hacer de las suyas.
El atrevido single “Logic Ravaged By Brute Force”, lanzado en Febrero de este año, no solo nos confirmaba que los oriundos de Birmingham estaban de vuelta en el ruedo, sino que también nos dejaba notar un sonido que podría decirse “nuevo” para la banda, con mucho influjo de Killing Joke y toques abiertamente Noise (sin ir más lejos ahí sonaba el cover de “White Kross” de Sonic Youth), para sufrimiento de los puristas que por alguna razón siguen esperando un “From Enslavement to Obliteration 2” a estas alturas del juego. En todo caso, ese pequeño abrebocas nos avisaba que lo que venía en camino sería un disco cuanto menos interesante.
Napalm Death abrieron el nuevo milenio volviendo a sus raíces Grindcore con “Enemy of the Music Business” y de ahí encaminaron una lenta pero segura evolución que llegó a su culmen (para el que acá escribe) en el clásico moderno que es “Utilitarian”, un disco que siguiendo la senda experimental de “Time Waits For No Slave” alcanzaba la cima definitiva del sonido de los “nuevos Napalm” en un trabajo estupendo a la vez que confirmaba que Embury y cía. seguían siendo los reyes del género, aún con todos los años que ya llevan a sus espaldas. “Apex Predator – Easy Meat” regresaba en parte a una crudeza Punk y sin florituras que si bien resultaba en un disco aplastante, no llegaba al filo de su hermano mayor.
Así llegamos a “Throes of Joy In The Jaws Of Defeatism”, sin temor a equivocarme el disco más arriesgado que los británicos han publicado en un largo tiempo. Acá hay de todo, desde la velocidad descarnada puramente Grindcore a la que estamos acostumbrados (con algún detalle extra, como un prominente uso de disonancia en las guitarras), hasta piezas puramente atmosféricas, sin olvidar los puntos que se erigen como lo más accesible del repertorio, aquellos que a más de uno de la vieja guardia le van a bastar para tachar este disco como una simple y llana mierda.
El “elefante en la habitación” es obviamente “Amoral”, tema que ha dividido a fans sin término medio. En lo personal puedo decir que si bien me hizo arquear una ceja a primeras, el hijo de puta se te pega como chicle al pelo, una vez te agarra no hay vuelta atrás. Más allá de que no es un tema Napalm en absoluto, no pienso negar que los tipos aún con toda su maestría en el ruidismo y la brutalidad también saben crear un buen gancho, cosa que por otra parte ya lo venían demostrando desde hace tiempo (¿les suena “The Wolf I Feed”?, puedo nombrar al menos veinte más pero el punto está hecho), pero acá el asunto se lleva en un andar casi Post Punk. Este tema es lo que nos venía augurando el mencionado “Logic Ravaged By Brute Force”, si en aquél corte jugaban con terrenos más accesibles, acá ya lo hacen con toda la seguridad y confianza del mundo. A toda la menstruación agresiva que “Amoral” provoca solo puedo decir que Napalm Death es una banda histórica cuyos incontables aportes a “nuestra música” ya les permiten sobradamente hacer lo que les salga del forro. He aquí el resultado, un tema ultra pegadizo y hasta liviano que ni siquiera es que recicle ideas de discos “malditos” como “Diatribes” o “Words From The Exit Wound”, para nada, esto es un sonido nuevo que demuestra una banda que aún con su extenso kilometraje todavía tiene ideas frescas, y eso en un mundo lleno de dinosaurios que viven de glorias pasadas es como mínimo admirable.
Cubierto el tema que se dice más “controvertido” del álbum, lo que nos espera en el resto del paquete es perdición pura, ya sea por medio de machaque o atmósferas de lo más sofocantes. Para arrancar “Fuck the Factoid” en lugar de ir a por intros un tanto tediosas (“Apex Predator” dura más de lo deseado) nos ofrece una apertura obscenamente brutal como no se escuchaba desde “Diktat”, con un Greenway absolutamente fuera de sus cabales y que si bien cuenta con alguna ayudita en el estudio (los años no pasan en vano y menos cuando te ganas la vida gritando) no deja de emitir total desesperación cada vez que abre la boca. Reitero, hay de todo, eso incluye como no podía ser de otra manera temas de una violencia que bordan lo asqueroso, tales como el opener (que más de una fractura va a provocar en pogos venideros), “That Curse of Being In Thrall”, la impresionante “Contagion” (que a primeras suena a secuela de “On The Brink Of Extinction” pero no tarda en desatar un infierno 100% Grind para cagarse), o la desquiciada “Throes of Joy In The Jaws of Defeatism” (de museo lo de Greenway). Ojo con dejar escapar ese festín rompecervicales que es la groovie “Fluxing the Muscle”, un cañonazo que se lleva el palm-muting más cruel de todo el trabajo. Imponente el tono que se gasta Mitch Harris (que por las dudas sigue en la banda, si bien no gira con ellos desde 2014 por asuntos personales).
El ecuador del tracklist abarca junto con el último tema (un inevitable homenaje a Swans que a esta altura ya suena un poco redundante, aunque la melodía de la mitad la salva) el lado más atmosférico del disco. “Joie De Ne Pas Vivre” es junto con “Amoral” la rareza del redondo, movida casi ambiental que lejos de irse demasiado por las ramas no dura más de lo deseado, en todo caso funciona más como intro al teatro del horror que levanta el cuarteto en “Invigorating Clutch”, pieza que recuerda y mucho a los Celtic Frost de “Monotheist” pero con el nervio crudo e iroso de Napalm, absolutamente escalofriante y pare de contar.
“Throes Of Joy In The Jaws of Defeatism” no es un disco fácil, tiene un montón de texturas e ideas que tardan un tiempo en cuajar. Es un trabajo oscurísimo y por momentos ahogante que a grandes rasgos choca un poco con la naturaleza más desaforada y punky que nos presentaba “Apex Predator Easy Meat”. Aún con todo lo dicho, vale dejar algo en claro: esto sigue siendo Napalm Death, es un número ante todo devastador en el que la violencia sonora está a la orden del día y de sobra. Los británicos siguen siendo los mejores dentro de lo que hacen y de eso no hay duda. Llamar a este disco “mediocre” directamente se me antoja una falta de respeto.
Lo que sí puedo echarle en contra es la portada, para mi gusto feísima. Se entiende la intención y el simbolismo, pero no sé si es la iluminación pero esa fotografía se me queda a medio pelo, no transmite la violencia que pretende y se siente un tanto forzada. Más allá de eso, si nos ponemos en un contexto estrictamente musical (que al final es lo único que importa) un triunfo más en el repertorio de Embury y la caballería. Ya veremos cómo envejece comparado con el resto, pero por lo pronto, puedo afirmar que siguen invictos.
Mark "Barney" Greenway: Voz
Mitch Harris: Guitarra & Voz
Shane Embury: Bajo
Danny Herrera: Batería