Municipal Waste - Waste 'Em All

Enviado por Marcapasos el Mar, 20/06/2017 - 23:37
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1. The Executioner (Intro) (01:12)
2. Sweet Attack (00:58)
3. Mutants of War (01:00)
4. Knife Fight (00:50)
5. Drunk as Shit (00:58)
6. Death Prank (00:11)
7. Substitute Creature (01:01)
8. Waste 'Em All (01:30)
9. Toxic Revolution (01:51)
10. I Want to Kill the President (00:17)
11. Thrash?! Don't Mind If I Do (00:56)
12. Dropped Out (00:46)
13. Blood Hunger (01:10)
14. Jock Pit (01:15)
15. The Mountain Wizard (01:25)
16. [hidden track] (02:09)

Municipal Waste es una banda que no ha pasado desapercibida, ni de lejos. Cubriendo el frente del Crossover Thrash, y siguiendo la estela de colosos precedentes como Suicidal Tendencies, D.R.I. o Nuclear Assault, estos chicos de Virginia, Estados Unidos, han demostrado, de sobras, que solo pensar que ya no queda acidez en este género no es más que una falacia. Hasta se dice que en 2001, al poco de formarse, en su primer concierto, fueron acusados de estar al borde de causar una revuelta ciudadana en su propia ciudad.

Municipal Waste no se anda con chiquitas, esta es una ley que la banda siempre seguirá mientras estén tipos como Tony Foresta o Ryan Waste a la cabeza de la movida. Con una buena camada de álbumes, han sabido ganarse un lugar en la escena actual del Thrash. Hazardous Mutation (2005), en base de un apartado sonoro especialmente robusto, es todo un clásico moderno del género; The Art of Partying, otro de sus álbumes más exitosos, resultó una buena apuesta por una producción y actitud más actual; y en Massive Aggressive, todo lo contrario, encontramos una de sus obras más pútridas, fieras y descaradas.

Quitando The Fatal Feast (Waste in Space) (disco que jamás llegó a gustarme), la suya está siendo una discografía para fardar ante los compañeros del mundillo. Aunque, si me preguntan, siempre reconoceré que es su debut el disco con el que más disfruto a tope de estos canallas. Tributo a Metallica a modo de título, Waste ‘Em All, lanzado a través de Six Weeks Records en enero de 2003, es el LP donde, ciertamente, mejor se ha manifestado el lado Hardcore y el Punk, Crossover, en un disco de Municipal Waste.

¿La portada? Pues es una mierda, una cutrada fea de cojones tirada al jeto del personal. Es por todo ello que, a decir verdad, me encanta, es un dibujo descarado, su monigote trajeado con protección nuclear y cara de pocos amigos te informa de que lo que aquí vas a encontrar causará, de la sacudida, un auténtico estropicio en caso de dejarse llevar. Y es que regalarle el alma a este disco, al final, es lo más sencillo, pues otro punto que gana es el de su duración. Con Municipal Waste (al igual que con ciertas bandas del estilo, que no con todas), cuanto más breve mejor. Si álbumes posteriores se “alargan” por 25 minutos o poco más de 30, Waste ‘Em All no llega ni a 18.

Una regla a la hora de jugar con las normas de Municipal Waste: cuanto más estrecha es la jaula, más feroz será la bestia una vez liberada.

Tampoco habremos de obviar otro de los factores más importantes a la hora de que este sea un disco indispensable a la hora de acercarse a estos muchachos hambrientos de caos, sangre, alcohol y juerga: su alineación. Efectivamente, el cantante Tony y el guitarrista Ryan contaron, en la primera formación de la banda, con Andy Harris al bajo y el recientemente difunto Brandon Ferrell, quienes realizan una fabulosa labor, especialmente Brandon, quien efectúa una batalla sanguinaria a la percusión canción tras canción. Sin duda alguna, él es el mejor batería que la banda ha tenido en su historia.

En total, son quince temas y un track final secreto los que cubren el track list del CD, ninguno de los cuales llega a alcanzar los tres minutos de duración. La hilarante, quepa subrayar, I Want to Kill the President le bastan 17 segundos para lanzar su ataque, al igual que la tóxica Death Prank, que bate su récord con 11. La brevedad, así pues, es una virtud en nuestro caso, y ayuda a que el ritmo del disco no decaiga en ningún momento, que el trayecto se vuelva pesado e impide que surja el déjà vu. En este sentido, compositivamente, el álbum es grácilmente notable, poco tienen que ver la introductoria instrumental The Executioner y Sweet Attack (un comienzo con mucha garra) con Substitute Creature (una cruel oda a lo bizarro) o la homónima, Waste 'Em All, que gana mucho con su logradísima estructura y cambios de ritmo, o la envenenada Toxic Revolution, una de mis grandes favoritas (atentos para la más violenta oleada de guitarreos a partir del minuto 1:05).

En relación con la labor de Tony Foresta, no es que sea un gran vocalista, ni siquiera vocaliza debidamente al cantar, pero resulta la voz ideal para un complejo musical tan digno del mundo subterráneo y tan poco políticamente correcto como es Waste ‘em All.
Sumando todo lo dicho, vale hablar de los estupendos tracks que, sabiamente, han colocado en los momentos previos al cierre del disco: Jock Pit, mucho más Hardcore de lo normal, es una de las canciones más bestias del trabajo, mientras que The Mountain Wizard alcanza cotas realmente épicas y voluptuosas gracias a su distintivo uso de la melodía.

No será el álbum más conocido de Municipal Waste, pero sí su plástico más crudo y berreante, una muestra clara de por qué esta banda se ha ganado su hueco entre los resquicios más sucios de la escena actual del Thrash Metal. Caña punkarra y thrashera en vena, directa a la yugular, sin dejar títere con cabeza, diecisiete minutos de destrucción que, al saber a poco, te empujarán a chutarte todo lo que hicieron más adelante, pero… nada como lo que hicieron aquí, es su álbum más especial, sin duda alguna. No por nada fue la causa principal de que la discográfica Earache Records fichara por ellos.

Una producción excelente aun tratándose de un debut, un trabajo hecho con punzadas de humor y colmillos afilados e hirientes, Waste ‘Em All, álbum de espíritu Punk y corazón de Thrash, bien es merecedor de unos buenos cuatro cuernos, perfecto para los amantes del desorden y la mala leche entregada a la música. ¡Y que no se diga más!

Tony Foresta / Voz
Ryan / Waste / Guitarra
Andy Harris / Bajo
Brandon Ferrell (R.I.P. 2016) / Batería

Sello
Six Weeks Records