
1. Rockin' With You
2. Into The Ground
3. Air Attack
4. Stellar Master
5. Tarot Dealer
6. Squeeze It Dry
7. Hellrider
8. No Haven For The Raven
9. The Unwanted
10. Godz Of Thunder
Pocas veces tendré la oportunidad de hablar de un trabajo tan magno como el que ahora nos ocupa, no sé finalmente la sensación que dejará mi crítica, porque simplemente amo este disco y es tremendamente difícil ser objetivo cuando hablas de algo cuando ese algo te apasiona, pero juro que lo intentaré.
Ahhhhh una cosa más, voy a intentar por todos los medios evitar las comparaciones, ya que la percepción que tendrían de la banda aquellos que no la conociesen se contaminaría. Cada cual que juzgue lo que quiera.
Malice es Malice, y punto!
Aclarado esto déjenme remontarme al principio…
A muchos de ustedes les sonarán esos tremendos recopilatorios llamados Metal Massacre que popularizó el sello Metal Blade Records y que brindaban la oportunidad a muchas bandas del underground, de que se hicieran un hueco en la industria. Muchas de estas bandas supieron aprovechar la oportunidad brindada por Metal Blade convirtiéndose en mega estrellas como Metallica o Slayer, mientras que otras tantas se vieron relegadas a seguir deambulando por el submundo de las sombras hasta que, ya sin fuerzas, tristemente desaparecían.
Malice fue una de esas bandas que figuró en uno de aquellos recopilatorios, allá por 1982 el sello lanzaba su primer Metal Massacre, y en él figuraban bandas de la talla de Ratt, Steeler, Cirith Ungol, Metallica y por supuesto Malice, que a diferencia del resto se estrenaba con 2 temas, Captive of Light y Kick You Down.
Pero la historia de Malice fue bastante más compleja que la de la mayoría; partiendo de la base de que en el momento de la publicación de Metal Massacre ni siquiera eran una banda consolidada, sino un montón de conocidos que viendo la oportunidad ofrecida por Metal Blade decidieron tirarse a la piscina y grabar aquella demo sin tomarse muy enserio el asunto, lo que no esperaban era la buena acogida que tuvieron sus canciones, circunstancia que les obligo a tomarse las cosas de otra manera, trasladándose a Los Ángeles para ponerse a trabajar, ahora sí, al 100% en la banda que acababa de nacer.
La banda se puso manos a la obra para la grabación de nuevas canciones mientras que a su vez comenzaban a dar una modesta serie de conciertos compartiendo escenario con Pandemonium y Metallica.
Durante un período de dos años Malice se encontraron en una especie de limbo legal, del que fueron rescatados en Julio de 1984 cuando Atlantic Records se hizo finalmente con la banda, lanzando su primer EP cuyo contenido era básicamente la mitad de In The Beginning.
El EP tuvo una cálida acogida por parte de la prensa especializada y tan solo un año después veía a la luz su álbum debut, un cañonazo que aún hoy hace retumbar las puertas del infierno.
Sencillamente lo que se gestó en In The Beginning superaba con creces lo que la comunidad metálica esperaba de ellos, una sobredosis de metal, de PURO METAL, que no daba cabida ni a sentimentalismos, ni a florituras innecesarias, ni sintetizadores, ni mierdas por el estilo. Por aquella época la escena metálica ya gozaba de grandes obras, hablamos de 1985, los más populares ya habían jugado sus mejores cartas y Malice debía tener una escalera real para no morir en el intento… y vaya si la tenían!
Echando la vista atrás, me aventuro a señalar a In The Beginning como el disco más heavy que se lanzó en 1985, uno de los más grandes pelotazos del Heavy Metal, a nivel compositivo claro está, un disco que no entenderán muchos que escondan cualquier atisbo Industrial, Hardcoreta o de cualquier otra mierda que distorsione la verdadera esencia del Heavy Metal.
Y es que nunca podré entender que exista gente que ataviada con chupas de cuero y con más melena que Chewaca, y que ignoren la grandeza de este material, un disco cerrado herméticamente a un sector muy definido, porque no se puede encontrar en él ningún atisbo de mediocridad que debilite la fiereza, garra y contundencia de los 10 temazos que contiene.
Precisamente este hermetismo fue el principal responsable de la disolución de la banda allá por el '89, con dos discos en su haber y justo después de editar un EP llamado Crazy In the Night, la banda cayó fulminada ante la imparable avalancha de las bandas Glam que tan de moda se pusieron por aquella época respaldadas, en parte, por el gran peso que tuvo la cadena MTV en promocionarlas.
Malice no quisieron colgar sus chupas, no quisieron pasarse a la moda de la peineta, ellos eran fieles a un ideal y de los pocos que son capaces de morir por él; por eso, de la noche a la mañana, una vez más las modas hacían mella en una gran banda, fulminándola sin compasión y privándonos de esta forma tan injusta de que pudiéramos volver a disfrutar del talento de estos maestros. Como un kamikaze Malice se inmolaba ante la inminencia del cambio, pero se llevaban unas cuantas almas a su paso, la mía entre otras.
Pero lo que ahora nos interesa fue ese pelotazo lanzado en 1985 por parte de estos colosos, un trabajo que llevaba implícito un mensaje subliminar que iba dirigido directamente a aquella factoría que desde principios de los '80 había venido lanzando incombustiblemente sus inagotables cañonazos. Alemania no se encontraba sola, ahora se le unía Estados Unidos, quien a voz en grito exigía la extinción del monopolio que Inglaterra había levantado.
In The Beginning suponía la estrategia militar de 5 soldados, señores de la guerra que pondrían en jaque a un imperio.
Mucho se ha hablado de lo que es el verdadero Metal, que si esto suena Power, que aquello Speed, que esto se pasa o que lo otro no llega, pues bien, todas esas dudas quedan despejadas de un plumazo en lo que respecta a este trabajo, y es que en el momento en que empiece a sonar esa batería que abre para Rockin' With You, enseguida comenzará a gestarse ese ambiente apático, desafiante y chulesco, una sensación de helor recorrerá tu médula espinal y como un rayo se alojará en tu cerebro una neblina que hará que te quedes clavado en tu asiento o donde cojones estés porque a partir de aquí ya no habrá vuelta atrás.
Enseguida se te echaran encima astros como Into The Ground, Air Attack o The Unwanted, todos ellos aderezados con verdaderos golpes de gracia como Stellar Master, Tarot Dealer o Hellride que te dejarán en el suelo hecho trizas mientras con convulsiones vomitas espuma por la boca, normal, no estabas preparado para tanto acero, pero tranquilo cuando hayas asimilado lo que tienes en tu poder podrás llegar hasta Godz of Thunder y gritar al Dios del Trueno, al Dios del Fuego y a los Dioses Malice, a quienes les rendirás pleitesía hasta el resto de tus días.
P.D.: No pienso desgranar los temas que componen esta pieza sacra del metal, esto es un disco para admirarlo sin más y desmerecería con mis palabras las sensaciones que me produce cuando lo escucho, además sería una pérdida de tiempo para el lector, ya que lo mejor es escucharlo y punto, así que a que estáis esperando.
Todo empieza aquí, bienvenidos al universo Malice…
James Neal: Vocals
Jay Reynolds: Lead Guitar
Mick Zane: Lead Guitar, Acoustics
Mark Behn: Bass, Taurus pedals
Clifford Carothers: Drums, motorcycle