
1. Black Force Domain
2. Messiah of the Double Cross
3. Hunter of Souls
4. Blind Possession
5. Evil Mastermind
6. Infamous Glory (instrumental)
7. Rejected to Perish Below
8. Meanest Evil
9. Obsession by Evil Force
10. Sacrifice of the Unborn
Krisiun, formación brasileña, creada por dos hermanos (en la mejor tradición Cavalera) y el mejor amigo de ambos, debutaron, en 1995, con un excelente disco de Death Metal. Excelentísimo.
"Black Force Domain", que así es como se llamó al primer retoño, no oculta, para nada, un respeto y un amor incondicional a titanes como Possessed, Cannibal Corpse o Morbid Angel. De hecho, mucho de lo que los americanos (me refiero a los de Trey Azaghtoth) estamparon en su seminal "Altars of Madness", alimenta la obra de los cariocas. Pero no solamente se vive vendiendo motos de segunda mano en el reino de Krisiun , para nada. Krisiun componen tracks realmente atronadores, portentosos, poderosos y compactos. Llega la hora de reclamar la atención de la comunidad metalera más extrema. Es la hora de comprobar si nos toca dar un relevo generacional.
Sarcofago, realmente, nunca llegaron a pasar de banda de culto, y Sepultura, que ese mismo año editaban su venerado "Roots", estaban, literalmente, a puntito de irse a tomar por el culo. The Mist, otros muchachotes de la zona (en la que militaba el mismísimo Jairo, el guitarra original de Sepultura) tampoco iban a ser nada importantes. Y Ratos de Porao venden un rollo tan distinto al de Krisiun, que no hace falta ni que compitan. Krisiun no están por gilipolleces. Y, como buenos perros de presa, como tios dispuestos a todo por hacerse un nombre, girar y regalar himnos salvajes, se van a dejar los huevos, las púas (o baquetas) y el alma.
Un trabajo como "Black Force Domain" no exige menos. Cualquier capullo no se puede poner a crear obras maestras en el rollete Death. Y menos después de la de joyitas que tenemos reverenciadas los amantes del género. El Death Metal, el de verdad, el que parece que suena a eructo del mismísimo Lucifer (y encima con una digestión jodida de narices), exige que te dejes la piel en el estudio, en un escenario. Como sea, cuando sea. Ese es el lema. Siempre, sin duda, a por el trono. La actitud es una parcela importantísima. Esencial, si quieres arrasar. Y ya os digo yo que los Kolesne y su amiguete Alex vienen a quedarse. A imponer su ley. Vamos, joder, que tengo ganas de vibrar con material ardiente. ¿Tú no? Pues menudo marica estás hecho, colega. Eres un flojote. Venga, joder, échale un par. Si no te pasará nada. Estarás en casa a la hora de cenar. Un pasito, otro y, ala, ya estamos. Te engañé, jejejeje. Eso te pasa por fiarte de desconocidos. Vas a morir. Eso sí, a ritmo de clásico (aunque a ojos de las masas el disco sea ultra-ignorado).
"Black Force Domain", el inicio torturador, posee un riffeo de Death puro y duro, muy basado en carne clásica. Guitarras veloces y cuidadas, tan hurañas como trabajadas y técnicas, una batería que va a toda mecha y una voz adecuada y con saborcillo a la de David Vincent en "Domination", pero más farragosa, más metida en la ciénaga. Brutalidad brasileña y deathmetalera. Impacto de primera. Cráneo agrietado, colega. Ya te puedes ir a casa. No vas a pasar del segundo tema. No sabía que eras tan nenaza.
"Messiah of the Double Cross" (Max Kolesne es todo un crack, y a la altura de nombres potentes), "Hunter of Souls" (cruce entre Slayer y Messiah, y que me parece el puntal de la obra), "Blind Possession", "Evil Mastermind" (densidad total) y "Infamous Glory" (solazo de guitarra, épico y malsano a la vez) asombran por lo seguros, firmes y directos que suenan. Aún haciendose cargo del sonido de otros, pues "Black Force Domain" es todo un tributazo a una era dorada, al momento estelar de unos dioses que ya han perdido su poder, Krisiun saben sacarle jugo al asunto. Los tios, listos como el hambre, saben lo que la parroquia queremos. Y nos lo dan. ¿La peña quiere otro "Altars of Madness" y Morbid Angel no lo sacan? Tranquis, los Kolesne y Camargo, tios mega-enrollados, nos regalan su versión del asunto. Y si Morbid Angel hubiesen seguido la misma onda de su primer trabajazo de cara a darle cera a su magno "Blessed Are The Sick? Krisiun nos sacan de dudas. Esto es lo que habria sido "Blessed Are The Sick". Me encanta el rollete de las realidades alternativas. Y más, cuando son tan geniales como la buena mierda que nos estamos jalando.
"Rejected to Perish Below" (digno de un "Covenant". Ahí es ná) y "Meanest Evil" (donde, ahora, Alex es más David Vincent que el propio David Vincent) nos llevan a "Obssession by Evil Force", que, pese a un título casposete, apunta grandes maneras y los hermana sónicamente con unos primerizos Vader. Krisiun han aprendido de los mejores. Es normal que, aún no sonando a dioses, lo sepan parecer. Cinturón negro a la primera patada. Directos a la ceremonia final. ¿Para qué calentar motores de cara a tener un tercer disco magno si ya, los vacilones, nos debutan con semejante vehículo para lucirse como soldados de primera categoría?
Vamos directitos al último track. Aunque no por ello menos relevante...y cabrón. "Sacrifice of the Unborn" nos arranca, del todo, el poco pelo que nos quedaba y derrite, para siempre, lo que una vez fuimos nosotros. Ya no habrá segunda vez. Aunque molaría que el rollete de la reencarnación fuese cierto. Nada mejor que ir volviendo para darle cera a Krisiun y su ofrenda a los dioses. A sus dioses.
4 cuernazos (mega-altos, casi 5) para "Black Force Domain". Un Altar de pura locura que te poseerá. Quieras o no. Eso se la sudará al disco. "Black Force Domain" te busca. Y, joder, te encontrará.
Así da gusto debutar, oye.
Alex Camargo: Voz y bajo
Moyses Kolesne: Guitarra
Max Kolesne: Batería