King Kobra - King Kobra

King Kobra retorna a los ruedos tras muchos años de inactividad con el grupo de siempre mas la incorporación de Paul Shortino, uno de los cantantes mas infravalorados del circuito, pese a contar con una voz impresionante, como ya demostrara en Rough Cutt, Quiet Riot o en su andadura en solitario donde destaca lo que grabó con Jeff Northrup “Back on Track” (1993). De voz aguardentosa, cálida y con un feeling impresionante, Shortino tiene mas tablas que el Arca de Noé. En ocasiones me recuerda a Glenn Hughes en su registro, con lo cual queda todo dicho, vozarrón.

Hablar del rey Cobra es hablar de otro veterano del rollo, Carmine Appice, el batería hermano de Vinnie, el cual grabara el mítico debut de Blue Murder junto a John Sykes. Un tío curtido en mil batallas, que conoce bien el negocio y no ha desaprovechado esta oportunidad de volver a las andadas, sin Mark (ahora Marcie) Free el cual ha preferido estar al margen de este retorno y centrarse en Unruly Child.

El resto del grupo los de siempre Johnny Rod al bajo, Mick Sweda y Michael Phillips en las guitarras. King Kobra se une a la lista de retornos esperados y la verdad, han parido un álbum muy decente, que gustara a los que ponía palote el inmenso “Ready to Strike” (1985) o su siguiente y mas melódico “Thrill of a Lifetime” (1986).

En una tesitura de hard rock potente, con coros cañeros y buen guitarreo se mueven cortes com Rock This House, Top of the World, Turn Up the Good Times, Tear Down the Walls (un himno y de mis favoritas), This is How We Roll como si estuviera grabada en directo y que muestra un riff agresivo y potente, otro pelotazo, Screamin’ for More la mas poderosa y rápida de todo el disco, muy buena, aquí es donde mas se sueltan las greñas los dos guitarristas descargando punteos de calidad.

Dentro de las doce canciones que nos ofrece lo nuevo de King Kobra, tenemos varios medios tiempos mas melódicos como son Live Forever, Midnight Woman (que incluye algún detalle con piano y un solo de nivel) o You Make It Easy. Algunas de ellas recuerdan mas al estilo del grupo en su disco de 1986.

Shortino se luce en todo el disco, pero especialmente muestra su faceta blues en el tema We Got a Fever de estribillo atractivo. De las dos baladas ( Cryin’ Turns to Rain y Fade Away, mas acústica) lo que mas destaca es la voz de Paul, son dos lentas correctas, sin mas.

Resumiendo un buen retorno, un disco de hard rock que gustara a los seguidores de la clásica banda y a los degustadores de rock bien facturado por músicos competentes.
Cuatro cuernos, 7 Jalfords para el nuevo picotazo de Appice y compañía.