Judas Iscariot - The Cold Earth Slept Below...

De entre los mayores gigantes del black metal clásico que pudo dar el continente americano, cabe destacar a los más crueles y ortodoxos de todos. Los guarros, arquetípicos, malévolos y fieles seguidores de Darkthone, Satyricon y Gorgoroth: Judas Iscariot. Pero... ¿por qué pluralizar si sabemos a ciencia cierta que toda la música firmada por esta banda procede de un solo hombre? Sí... aquí tenemos otro caso de "one man band", el caso de Akhenaten de Illinois, Estados Unidos.

Akhenaten es sin duda un personaje bastante misterioso e interesante; no solo por su voluntad de crear él solo toda la música de su proyecto de black metal Judas Iscariot, o por colaborar musicalmente en otra docena de bandas de una forma u otra. Lo digo también por sus fuertes ideologías nihilistas, anti-cristianas y anti-capitalistas. A este chico se le suele poner (al igual que a la mayoría de músicos de black metal) como un satánico con tendencias filo-nazis, pero nada más alejando de la verdad, y creo que vale la pena pararse a aclarar esto antes de continuar con esta reseña. Porque en el culto negro ya vamos bastante sobrados de esta calaña racista y extremista como para colgarle esa etiqueta a músicos que no lo son. Otra curiosidad de este personaje es que fundó el sello discográfico Breath Of Night Records, con el cual sacó adelante tan solo unos 17 trabajos. El sello no perduró mucho más... tal como la actividad musical de Akhenaten, el cual desapareció del panorama sobre finales de 2002, tanto con su proyecto estrella Judas Iscariot como con los secundarios en los que colaboraba.

Este debut de Judas Iscariot es, a mi forma de ver, una publicación agridulce; agria porque carece de la técnica necesaria para que la música tenga la debida calidad y dulce porque no se puede inhalar más actitud "black metal" y vileza en estos temas. Vale que no hay muchos riffs memorables, que las voces parezcan una mezcla entre Nocturno Culto y Satyr, y que la batería... sea jodidamente infame (ya ni comentaré el bajo ya ni siquiera). Pero... amigos míos: el invento a pesar de todo tira para adelante, con una innegable atmósfera de salvajismo, crudeza y rebeldía típicas del género. Y... ¿acaso no es eso lo más importante? Este The Cold Earth Slept Below... tiene pros y contras bien pronunciados pero creo yo que aún así ganan los pros. ¿La razón? Bueno, es cosa de escucharse el disco de marras... que al fin y al cabo no puede ser más "true" black metal, y para más inri de 1996 (muy buena añada).

Damned Below Judas abre sin concesiones, directa a por nosotros con un Akhenaten ronco en las voces, unos riffs minimalistas a la par que hipnóticos y una batería que... bueno, falla más que una escopeta de feria. De primeras ya no promete una enorme calidad el disco, pero va gustando, del mismo modo que la breve Wrath, la cual como mínimo se disfruta. Pura violencia black-metalera, oigan. Babylon trata de continuar por ese sonido cíclico y narcótico que caracterizó Damned Below Judas, aunque en mi opinión en esta ocasión Akhenaten estuvo muchísimo más acertado en el conjunto.

Vemos pues que este The Cold Earth Slept Below... va en claro crescendo, ganando en fuerza y garra, y así llegamos precisamente al tema homónimo, el cual muestra las guitarras más versátiles y armónicas de todo el disco. Seguramente este sea el momento más mágico también, refleja el talento que Akhenaten llegaría a desarrollar. Midnight Frost se mueve un poco entre las estructuras de Babylon y The Cold Earth Slept Below, emanando riffs simples y arpegios brillantes. De la batería ya no hablo porque vaya... no hay mucho que decir, al menos nada positivo. Ye Blessed Creatures se hace en este punto del álbum un poco redundante; es más de le mismo, aunque por otro lado no deja de disfrutarse, tiene pegada aún con todo.

Reign pretende, en un comienzo, aumentar las pulsaciones y la violencia del disco, cosa que logra de una manera bastante acertada, aunque a juicio personal, lo mejor es el posterior break. Este tema me recordó especialmente a Darkthrone (que bueno, prácticamente todos los temas me recuerdan a ellos en realidad). Otro notable momento del álbum. Fidelity es un track como Ye Blessed Creatures, que ni pincha ni corta pero al menos se disfruta, tiene los riffs de siempre, las mismas voces, la batería pulsadora de rigor... todo en su sitio. Para acabar con el viaje, tenemos la repetitiva y encantadora Nietzsche, la cual se prolonga incansablemente durante sus nueve minutos y medio sin casi alteraciones ni sobresaltos, dando un toque doomico al desenlace del álbum.

Como decía, The Cold Earth Slept Below... entretiene y se disfruta bastante, independientemente de su poco nivel instrumental. Son unos cuarenta y pocos minutos de black metal sin medias tintas ni gilipolleces, al más puro estilo Darkthrone aunque claro... de menos quilates y para colmo sin mucha personalidad propia... Ya iría mejorando en lo suyo el bueno Akhenaten en futuras propuestas. Por lo pronto, para ser un disco de black metal salido de Illinois en el 96, está más que decente.

Calificación para este primer vástago cabrón de Judas Iscariot: 6,75 y tres cuernos muy altos. Algunos lo tienen en muy alta estima pero... yo lo veo más como un mero disco disfrutable, lo mejor estaría por llegar... no cabe duda.