Iron Maiden - Purgatory

Enviado por El Marqués el Vie, 08/06/2012 - 20:35
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¿Cómo? ¿Una reseña de un single editado hace 31 años? ¡Este se ha vuelto loco! ¡Ha enfermado! Este es como Geoffrey Rush en aquella película en que interpretaba al Marqués de Sade –mira, todo encaja-, le encarcelaban por lo escandaloso de sus escritos, le retiraban cualquier material para escribir, y él ¡extraía la sangre de sus venas para plasmar sus pensamientos en las paredes de la celda!

Pero que queréis que os diga, me gusta hacer esto, y me encanta pensar que dentro de muchos años, cuando estemos todos muertos, alguien tal vez teclee eso de “El Portal del Metal”, y por los siglos de los siglos el diabólico Eddie de la carátula de este single de 1981, mi ilustración favorita del gran Derek Riggs, seguirá apareciendo en las pantallas de los ordenadores, entre el resto de reseñas.

“Purgatory” fue el sencillo que Maiden lanzaron de “Killers”, la cara B se completaba con “Genghis Khan”, el mejor instrumental que jamás grabaron –y mira que “Transylvania” y “Losfer Words (Big ´Orra)” son buenas-, y como nos recuerda la Wiki, fue el último sencillo en que cantó Paul Di´Anno.

De las dos canciones, compuestas ambas por el jefe Harris, no hace falta decir mucho porque las conocéis todos. En el “Killers” original, “Purgatory”, con su endiablada marcha casi punk te devolvía a la realidad como un golpe de karate en el bajo vientre, tras haber estado los cinco minutos anteriores arrullado por las bellísimas voces y melodías de la gran balada “Prodigal Son”, con su extraordinario tratamiento acústico.

Un uptempo fabuloso el Purgatorio de la Doncella, con Di´ Anno soberbio, un Clive Burr galopante, logrando lo imposible ¡restar protagonismo al bajo de Harris! Smith y Murray con sus dobles armonías y sus juegos, tocando como siempre hicieron, con la destreza con que los ángeles deben tocar la lira en el Paraíso, sin renunciar a la fiereza, pero emocionando con el respaldo que entretejen mientras Paul canta lo de “Please/ Take me Away/Take me Away/ So far Away”. La letra, sencilla, con estrofas que se repiten antes y después de los solos, plasmando esa metamorfosis del Diablo que muda su piel en la propia mascota de Iron Maiden, magistralmente expuesta en el verso “Oh well, another smile in another Face”.

¿Y “Genghis Khan”? Pues recuerdo escucharla en mi viejo cassette, en aquellos veranos en los 80, pensando que si palmaba de repente, lo mismo iba a parar a un lugar en el que no podría escuchar más esta música. Aquellas cosas me preocupaban, creedme. El momento cumbre de ese tema es, por supuesto, el cambio hacia el minuto 1´48, tras el potente guitarreo, el bajo y las dos guitarras se lanzan a dibujar las áridas estepas asiáticas, de suelos agrietados y parajes rocosos donde cada sombra puede ocultar a un enemigo. Cierras los ojos y percibes la polvareda que levantan los caballos del ejército mongol. Escuchas la intervención de las guitarras en el 2´15 y en el 2´27, y te das cuenta de que son ráfagas del viento en el rostro de aquellos guerreros tan primitivos, tan alejados en el tiempo.

Sobre el cambio, prestad atención a los 10 segundos anteriores, sobre el 1´40 y siguientes, fijaos cómo se arremolinan y aceleran los instrumentos, como el atleta tensa sus músculos instantes antes de escuchar el pistoletazo de salida.

¿Y las imágenes del vídeo? Esos Harris, Smith, Burr…Qué jóvenes eran/éramos. Y qué grande la imagen final.

El tema inaugura esa práctica en Maiden de mirar a la antigüedad, que tan buenos resultados dará en temas futuros como “The Rime of the Ancient Mariner”, “Alexander the Great”, o “The Clansman”.

Maravillosa música, maravillosos recuerdos, y maravillosa portada. Eddie tan feroz, intimidante. Estoy seguro de que, aún hoy, te pones esa camiseta, y en determinados sitios te miran con recelo. Repito, la mejor cubierta de Iron Maiden.

Aparte de las clásicas, de la majestuosidad del faraón en “Powerslave”, de la recreación del terror en “Live After Death” con el rayo en la frente de Eddie y la lápida, de la angustia que trasmiten la camisa de fuerza y las cadenas en “Piece of Mind”, de “Somewhere in Time” con todos sus detalles, o del evocador paisaje Daliniano de “Seventh Son of a Seventh Son”, he aquí otras de mis preferidas:

El Vuelo de Icaro, el ángel cautivo de la mitología griega, truncado por un Eddie cabronazo como él solo. La cara B del primer single de “Piece of Mind” traía una versión del “I´ve Got the Fire”, del malogrado Ronnie Montrose:

http://www.ironmaidenwallpaper.com/files/single_iron_maiden_flight_of_i…

Un clásico, el soldado de la Segunda Guerra Mundial, no tiene la presencia ni el impacto del granadero con la casaca roja de “The Trooper”, pero esa pose chulesca, con el parche en el ojo, el cigarro en los labios y el fúsil en sus garras es impagable. Fue portada del single “Two Minutes to Midnight”, y en la cara B venía uno de los temas más desconocidos de la Dama, “Rainbow´s Gold”, un boogie rock totalmente atípico en la carrera de los británicos.

“The Evil that Men Do” no es solo una de las más logradas creaciones de Iron Maiden. La portada del sencillo también es excepcional: Eddie medio desintegrado, conservando todo su poder maléfico, mientras un pobre diablo se desespera entre las rejas que son sus fauces. Impagable una vez más el diablillo capullo con el pergamino, y las alas de murciélago que a la vez son rayos. La B Side esta vez consistía en sendas versiones de “Prowler” y "Charlotte the Harlot" cantadas por Bruce Dickinson:

http://www.ironmaidenwallpaper.com/evil_that_men_do_4.jpg

Una imagen poco grata para quienes amamos a la Doncella. Bruce decide abandonar en 1993, y Harris le demuestra que, al igual que los emperadores romanos, Eddie no paga a traidores. Afortunadamente las cosas volverían a su cauce años después:

http://spc.fotolog.com/photo/28/1/71/viru_oseayo/1265151101716_f.jpg

Avanzando en el tiempo, la era Blaze. Demasiadas cosas habían cambiado en el seno de Maiden, ya no estaba Derek Riggs, pero ese Eddie convertido en muñeco de trapo chungo trasmite un mal rollo increíble. Los tiempos oscuros habían llegado, y para el single “Virus”, un inédito de los días del “X Factor”, la banda escogió esa imagen que recuerda al vudú, a arcaicos rituales de magia negra, y a “La Matanza de Texas”. El bosque de calaveras clavadas en estacas que se ve detrás también tiene lo suyo. Ideal para enviar esta portada como felicitación navideña. Completado para la ocasión con el “My Generation”, de The Who.

A modo de despedida, nuestro colega dedica un bonito gesto a todos los enemigos del Metal:

http://bp1.blogger.com/_z8wGk8qKXLM/RyTzYk4h50I/AAAAAAAABa8/-m365NxA2_o…

Que así sea.

Paul Di´Anno: Voz
Dave Murray: Guitarra
Adrian Smith: Guitarra
Steve Harris: Bajo
Clive Burr: Batería

Sello
EMI