Immortal - Damned in Black

Immortal, pese a quien le pese, son ya, una de las formaciones más definidas (y definitorias) del añejo Black Metal noruego. Junto a hermanos de calibre similar (Emperor, Mayhem, Darkthrone, Satyricon...), Immortal construyeron y cimentaron, basándolo todo en las influencias de los antiguos maestros (Mercyful Fate, Venom, Motörhead, Iron Maiden, Slayer, Bathory, Kreator o Hellhammer), un poderoso sonido, híbrido y oscuro, que desde sus inicios, ya les hizo ganar una buena horda de acólitos.

Trabajos como "Battles in the North", "Blizzard Beasts" o el magno "At the Heart of the Winter", ya los habían colocado en una situación realmente privilegiada en la escena, y "Damned in Black" debía de ser otro paso férreo, en esa loca carrera por llegar al trono, que se libraba entre todas las formaciones nórdicas. Abbath, el líder de la formación (y alma musical junto al letrista Demonaz), consciente de que con el anterior trabajo de Immortal ya se había tocado techo compositivo, decidió reinventar, levemente, eso si, el concepto del sonido.

El Heavy Metal de corte más tradicional, es decir, el material de gente como Iron Maiden, Judas Priest, Accept, Running Wild o Helloween, y el material netamente Thrash, de entes como Kreator o Exodus, siempre había interesado y agradado al vocalista, y nada mejor que instaurar ése espíritu musical, incontestablemente enérgico, en el lienzo musical extremo, frio y crepuscular de Immortal. Las tinieblas del Black Metal se iban a pegar una orgía devastadora, junto al poder magnético de la N.W.O.B.H.M y la Bay Area (y su sede alemana). Formaciones como Cradle of Filth, Emperor o Dimmu Borgir, ya en esos momentos, eran ultrareconocidas por mantener un vivaz elemento clásico y metalero, de ínfula 80´s, e Immortal, muy vivos ellos, iban a mover ficha.

Una portada de lo más normalita, muy en la línea de todos los trabajos del grupo (exceptuando las molonas ilustraciones de "At The Heart of the Winter" y el futuro "All Shall Fall"), nos muestra a la banda (Abbath, Horgh e Iscariah) en pose, y en un ambiente carmesí y diabólico, dispuestos para la batalla. Algo bastante cutre y pasado de rosca en el año 2000 (fecha de edición del trabajo), pero bueno, Immortal son así, o lo tomas o lo dejas. Les gusta salir en la portada. Coquetos que son ellos. Joder, el frio empieza a calarme los huesos, será mejor que te abrigues, pues empieza la tormenta, y comienza "Damned in Black". Prepara tus oidos.

"Triumph", el navajazo inicial, que se destapa con una corta intro, envuelve, desde los primeros compases (y con destellos al "Angel of Death" de Slayer, pero en versión ultraesquizoide), gracias a una poderosa combinación de blast beast, guitarras ultra-agresivas, mucho cambio de ritmo cortante y una voz de Abbath, simplemente ideal para el devenir de la banda. Muchos vocalistas del género están bastante más dotados que el excéntrico vocalista, pero sin duda, su voz es ideal para lo que Immortal son. El tema parece nacido en los tiempos del "At the Heart of the Winter", pero el sonido de sus guitarras destila una malicía diferente a la del disco de 1998. Diferente, con la misma pegada y toque frio, pero más afilada, si cabe. Inicio tremendo. Immortal son, con tranquilidad, una de las bandas que mejor definen lo que signífica el género. Directos al grano, si, pero avanzando por un sendero que muchos creen conocer, pero que pocos controlan del todo.

"Wrath From Above" suena como si Kreator hubiesen nacido en Noruega, pero con el plus épico que sólo la banda, con una triste guitarra, un bajo y una batería, sabe exprimir y regalar al oyente.

"Against The Tide (In the Artic World)", entrega, quizás, el mejor momento de todo el disco, a base de un terremoto riffero, adornado con pasajes latentes, algunos momentos powermetaleros y un derroche enorme de feeling y estruendoso orgullo metalero. Se nota que Abbath ama tanto el "Don't Break The Oath" de los Mercyful Fate, como el "Master of Puppets" o el "Pleasure To Kill". Hijo del cuero y las tachuelas, ése es Abbath, y no lo puede remediar. Eso si, ni lo pretende. Immortal ya no son, solamente una banda de Black Metal, sinó una banda de Metal, en toda la extensión del término. Se acabó reinar en el hielo. Ahora, toca extender el reino por toda la tierra.

"My Dimension" (con un toque muy deudor de la técnica, el sónido y las maneras del Deathmetalero discazo "Blizzard Beasts"),"The Darkness That Embrace Me" (con un sólido trabajo en las baterías y en la construcción de los pasajes guitarrísticos) y "In Our Mystic Visions Blest", nos enseñan los nuevos derroteros del combo, que no son más que los mismos de siempre, pero ayudados y empujados por una épica voraz y de acongojante enormidad. Su sonido se ha hecho más comercial y audible, si, pero en el intento, también se ha hecho más demoledor. Si antes, Immortal eran como un vikingo desbocado y furioso, ahora, con la madurez que otorga el sobrevivir a las batallas, la formación tiene los poderes de un mago negro.

Llega el final de trayecto, y nos comemos ahora, la mar de contentos a "Damned in Black", o lo que es lo mismo, una de las mejores amalgamas Heavy-Thrash-Black que jamás ha entrado en mi cavidad auditiva (con el permiso de los excelsos Deströyer 666, claro está). Kreator, Priest, Bathory, Accept o Destruction se dan cita en éste plato tremebundo, glorioso, festivo y "destrozacuellos". La parte melódica, que nace a través de las lineas de guitarra semidesnudas de Abbath, en la parte media-final del tema, es simplemente preciosa.

El disco entero me recuerda a una marcha militar, y asi es, supongo lo que es el propio disco, y la banda, en el momento: un ejército de tres (cuatro, si contamos al eterno letrista Demonaz) dispuesto a todo, con el compromiso total de llevar el mensaje Blackmetalero a todo rincón del planeta, y si es con la ayuda de la N.W.O.B.H.M, y la de la Bay Area, pues mucho mejor. Alianza de tres mundos. Discazo eterno.

4 cuernos (medios) para éste nuevo sendero musical que cogieron Immortal, y que a dia de hoy, aún no quieren perder.