
1. No Room for Ingenuity (03:17)
2. Prolonging the Inevitable (02:45)
3. To Have or to Be? (02:52)
4. The False Enmity (02:52)
5. Denounced Manifestation (04:16)
6. At the Temple of Everlasting Condemnation (03:41)
7. Ordaining the Apocalypse (05:37)
8. Immoral Abhorrence (02:23)
9. Of Divine Nature (05:02)
Con el pasar de los años menos me impresionan las bandas de Death Metal técnico modernas que cuando me iniciaba me atraían, así como también las bandas disonantes que al principio parecían una alternativa interesante, pero acabó por saturarse volviéndose una manada de bandas que parecían querer imitar al “Obscura” de Gorguts sin comprender muy bien su obra.
Son pocos los grupos en esta línea técnica o disonante que en la modernidad han logrado trascender sus influencias, siendo los que han logrado destacar grupos como Portal, Ulcerate o Blood Incantation y, creo yo, que en parte esta saturación se debe en parte a que la mayoría de bandas ven el mismo sitio cuando hay muchas otras fuentes de dónde inspirarse. Parece que o vas por la línea de Gorguts, Demilich, Immolation o Incantation que tanta popularidad ha ganado los últimos años o decides imitar por enésima vez a los Death de la era progresiva y a Cynic con producciones fríamente calculadas, pero de tanto en tanto uno se topa con alguna banda que a estas alturas logra sorprender, no necesariamente por reinventar la rueda, sino por el soplo de aire fresco que suponen.
Humanity Falls es una de esas bandas que soplan fresco en la vertiente más intrincada, compleja y abrasiva del Death Metal. Son un grupo que, en vez de subirse al mismo barco de los demás, echa la vista para atrás y observa bien a los titanes de quiénes se inspira, con el plus de en el proceso crear un compendio de sonoridades que no esconde su lugar de procedencia, pero resulta demoledoramente original y personal.
Es curioso cómo a pesar de ser oriundos de New York se alejan de querer emular a Immolation, Incantation o Suffocation, que suele ser lo usual, sino que optan por continuar el camino labrado por una de las obras mejores y más capitales obras de la música extrema y una de las piezas angulares del Grindcore (básicamente la biblia del Grind moderno): “The Inalienable Dreamless” de Discordance Axis.
Si tuviese que describir el sonido de Humanity Falls sería como meter en una licuadora Discordance Axis, la esquizofrenia de Human Remains, los Gorguts más disonantes, la locura de Dillinger Escape Plan y un ligero toque de la brutalidad de los Immolation del “Close to a World Below”, pero todo ello con una característica muy especial que muchos grupos tratan de emular y fracasan en el intento: poseer la magia de antaño sin buscarla.
“Ordaining the Apocalypse” es un disco extrañamente orgánico, y hasta se podría decir que artesanal, para el estilo ultra-técnico, complejo y disonante que maneja. Su producción es rudimentaria al punto justo como para no malograr las composiciones y no sonar como una producción artificial y sintética demasiado medida y estudiada. Aquí hay mucha complejidad, estructuras imposibles y un despliegue técnico elevadísimo, pero sin olvidar una de las cosas más importantes del metal extremo que gran parte de las bandas modernas olvidan: la espontaneidad inherente a la brutalidad; el Death Metal o el Grindcore son géneros que nacen como una evolución natural, como una reacción convulsa o combustión de la necesidad de expresar sentimientos y sensaciones que son vistas como negativas, como tabú o como algo de lo que sencillamente no se quiere hablar. La brutalidad cuando se piensa demasiado se diluye y estos muchachos logran balancearse con un equilibrio digno de elogio entre lo barbárico y lo progresivo, al punto tal de que parece tratarse de un jam session esquizofrénico y ansioso de músicos muy habilidosos que más que exhibirse buscan soltarlo todo con una intensidad derrite cráneos en donde el talento está al servicio de la música y no del lucimiento.
Hablar de la música de estos chicos es complicado, es fácil caer en descripciones extensas destacando los incontables momentazos que nos regalan, pero al mismo tiempo es inútil pararse demasiado a “contar el cuento” porque se pierde la gracia. Aquí las guitarras hacen sonidos imposibles, se retuercen y chillan como pobres almas en pena, la batería parece carecer de cualquier signo de cordura y el vocalista te acribilla los tímpanos con una amplitud de registros que simplemente te deja boquiabierto, pudiendo desde gritar como un cerdo siendo quemado vivo hasta sonar como un ser inhumano de lo grave de sus guturales, todo con una energía candente muy propia de los grupos clásicos de Death Metal que con los años se ha ido perdiendo por lo excesivamente estudiado que está el género.
La verdad es que me duele no nombrar o describir alguna canción, pero aquí creo que lo más prudente es que el lector se sorprenda como yo lo hice cuando me topé con este álbum y que se deje llevar en este viaje esquizoide, asfixiante y abrumador como pocos que es “Ordaining the Apocalypse”. Uno de esos álbumes con virtudes que cuestan encontrar y con una visión que debería ser la progresión natural de la música extrema, pero que lamentablemente no recibe mucha atención. Humanity Falls ejercen un ejercicio puro y duro de “Forward Thinking”, como dirían los gringos, todo ello sin traicionar un ápice la esencia de la música que practican y a riesgo de sonar exagerado, uno de los discos más locamente impresionantes de la década pasada con los que me he topado.
Hasta la portada es un acierto, con un aura enigmática, un acabado artesanal y un carisma sencillo que también se ha ido perdiendo entre tanta portada genérica y computarizada que difícilmente se distinguen.
Lamentablemente la cuestión quedó en un único álbum y la banda, teniendo tanto potencial, no continuó, pero lo bueno es que por lo menos nos dejaron una retorcida y críptica joya que, en lo personal, sitúo entre lo mejor de la década sin demasiada dificultad.
Valoración: 9.1
Eston Brown: Voz
Edward Bednarek: Batería
Ammo Diaz: Guitarras
Músicos de sesión:
Stephen Lunapiena: Guitarras (en "At the Temple of Everlasting Condemnation")