Human Remains - Using Sickness as a Hero

Enviado por LARVA el Dom, 25/10/2020 - 00:08
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Las frágiles mentes de los Human Remains distorsionaron la Teoría del Caos. Fue resumida en tres mandamientos: 1) Tocaremos la música que nos dé la real gana y cuando nos dé la puta gana. 2) Las fronteras están para cagarse en ellas, los muros están para mear. 3) Si nos molestas te cocinamos y te comemos.

El EP Using Sickness as a Hero es un maravilloso y original espécimen de difícil descripción pero que nos va como anillo al dedo para poder equiparar la pura energía con la música. Ésta ni se crea ni se destruye, sencillamente se transforma. A lo largo de su pequeña discografía Human Remains ya habían dado muestras de su intrínseca personalidad musical, pero cuando en el 95 se metieron en el estudio para grabar este material llevaron su propuesta hasta reventar su propio límite. Puede gustar su música, o no, pero es innegable que lo que aquí suena es Human Remains en estado puro y en su mayor y último giro de tuerca a su sonido y enajenada mentalidad musical. Quizás fue/es un trabajo demasiado transgresor para convencer a la old school. Quizás muestre demasiado apego y respeto a la old school para convencer a los más aventureros. O quizás sencillamente es capaz de reunir una serie de ingredientes y concatenaciones que lo transforman en una bestia única e irrepetible, brillante y fugaz, que marcó la senda de uno de los diferentes caminos de la evolución de la música en sus vertientes más agresivas.

La obra musical de Human Remains (nacidos en el 89) cuenta con varias demos, dos singles y un EP. Hoy toca reseñar su última obra en forma de EP que vio la luz en 1996 con el nombre de Using Sickness as a Hero (Usando la Enfermedad Cómo un Héroe). Y comentar que la cosa hizo un Big y luego un Bang en toda regla. El Big por las albóndigas que tuvieron y por la libre experimentación de la que hicieron gala en componer el material aquí encapsulado. Y el Bang por la explosión que hubo, con una honda expansiva que ocasionó una estampida de época ya que la banda acabaría por disolverse al poco de salir del estudio de grabación.

Curioso es el dato que oficialmente la banda consta como disuelta en el 95, editando Relapse Records el Using Sickness as a Hero el año siguiente. Estamos ante la crónica de una muerte anunciada. En el mismo libreto del CD de la edición original ya ponía/pone al final de los créditos que la banda se había disuelto ya, y sin derecho a réplica por parte del respetable. ¿Por qué recojones se separaron?. ¿Consiguieron grabar lo que les dio la gana y sin presiones de la discográfica?. ¿Estaba preparada la parroquia para asimilar su propuesta?. ¿Eran genios o estaban como una puta cabra?. Todas ellas preguntas que tienen como respuesta nuestro propio eco. Ahí lo dejo...

Los Human Remains se liberaron de toda atadura y se focalizaron en la intensidad, centrando todos sus recursos en experimentar con todo aquello que desemboca literalmente en pura y dura agresión sonora. Y para ello utilizarán todo lo que les plazca y cuando les plazca, masticando Grindcore, Death Metal y Experimental. Todo ello sazonado con una pizca de la locura gamberra de los mutantes de Mr. Bungle. Pero al loro! Que donde radica el punto fuerte de esta orgía sónica, con sus casi 18 miserables minutos, es en el arte de la fusión y conexión entre todos estos elementos y su salvaje e intrínseca intensidad. Os advierto que aquí no vamos a encontrar un Death Metal tal y como lo conocemos o creíamos conocer. Aquí el Death fornicó salvajemente con el Grind, mientras le metían mano viciosamente al Experimental, formando un “ménage à trois” (exquisita expresión francesa) donde los tres elementos básicos se sodomizaron y colisionaron en uno, creando una nueva semilla. Sinceramente mis camaradas, no se si fue primero el huevo o la gallina, pero lo que sí se es que la semilla de semejante orgia sonora fue un huevo de tamaño avestruz cuyo cascarón lo rompió el alumbramiento del Using Sickness as a Hero, con los Human Remains asomando sus cabecitas y reclamando con voz ronca la necesidad de consumir alta tensión decibélica.

Capítulo aparte se merece la estructuración de los temas. Olvidémonos de las estructuras de bolsillo y de los estribillos de mechero. La lógica de la canción aquí no sirve de nada. Echemos nuestro saber por la borda y vaciemos nuestras mentes. Sólo sé que no sé nada. Porque de normas tradicionales los Human Remains van radicalmente escasos. Hay temas aquí encerrados en que su estructuración nunca echa la vista hacia atrás, y no se repiten pasajes que ya han sido ejecutados, tanto en la música como en la lírica, resultando un efecto de desarrollo progresivo desde el principio hasta el final. Y consiguiendo lo más difícil: dar un sentido y ensamblar todo los engranajes (cual relojero suizo) para dar una lógica musical y coherencia estructural (aunque sea demencial) a los diferentes temas del EP.

Empieza Weeding Out the Thorns destapando la caja de los truenos. Tema que nos da la bienvenida y empieza a mostrar la musicalidad estrambótica del EP. Empieza cargada de peso y con el doble bombo marcando el paso. El ritmo es contagioso y sin quererlo nuestras cabezas empezarán a ir al compás. Pero pronto nos daremos cuenta de que lo que aquí atruena suena “raro”. ¿Es cañero? Pues sí, rotundamente. ¿De donde salen esas melodías?. ¿A qué suena esto?. Rápidamente uno se dará cuenta que es mejor no preguntar. Toca cerrar los ojos, soltarse y saltar al vacío. Gas a fondo y nunca mirar atrás.

Waste of Time es un tema de espíritu Hardcore interpretado por unos apasionados del Grindcore. Con momentazos en los que vienen ganas de montar un mosh pit/pogo en el salón de casa y reventar sin compasión el mueble de la vajilla. En el 0:46 la banda nos sumerge en un caos cacofónico que progresivamente va retorciendo su cuerpo en forma de una mareante espiral sin fin. Es el tema más corto (1:42 segundos) pero esto es como tirarte de un avión y pasados 10 segundos recordar que te has olvidado el paracaídas en casa.

Rote nos va a empujar desde un precipicio, literalmente. Es el tema del desmadre gamberro ¿Como podría describir lo que se desarrolla en esta canción? Después de una intro dónde lo estrambótico es poco vamos avanzando a un pasaje donde batería y bajo se encarnizan en un blast beat mientras las guitarras se mantienen firmes en su curiosos universo de sonidos y melodías profanas. Seguidamente en el 0:30 nos daremos de bruces con un diamante en bruto bajo la forma de un colosal y titánico Death Metal que de repente en el 1:14 muta radicalmente a unos ritmos que podrían definirse como Grind “Party” con ambiente incluso fiestero y bailongo. Oooh Yeah!. Puedes reírte si quieres vampiro, pero los Human Remains a estas alturas ya te habrán clavado una estaca en el corazón. Nos encontraremos en el desenlace del tema con un pasaje marcado por una instrumentación muy frenética en modo blast beat, donde curiosamente son muy destacables los pequeños silencios insertados en la velocidad, creando una suerte de efecto afilado de pequeñas agujas que se van clavando bajo nuestra piel.

Chewed Up and Spit Out enseña los dientes, nos mastica y nos escupe literalmente. Es pura tormenta eléctrica. Se inicia a cornada limpia en una espiral de adrenalina, desafiando las leyes de la gravedad montados en la vagoneta de una montaña rusa. Cambios de ritmo que se van sucediendo, donde el ritmo que entra es incluso mejor que el que estaba sonando. Momentazos todos y cada uno de los diferentes pasajes que se encierran dentro del tema. Bombazo, cuerpo a tierra y cuidado con la metralla.

Swollen abrirá sus fauces y se tragará nuestro cuerpo entero, sumergiéndonos en una digestión con ácidos y gases industriales. Los Godflesh más cavernícolas aparecen en espíritu para guiar las mentes perturbadas de los Human Remains para moldear una oda rítmica insultantemente apabullante con una paleta de armónicos de guitarra que se adueña del cuerpo de la canción y de nuestra atención. Al loro en el 2:30 donde sin previo aviso se meten en una comprimida jam de Progresivo, con un Dave Witte en plena odisea tras los parches que se adueña totalmente del pasaje. Sucumbiremos entre el martillo y el yunque, convirtiéndonos en papilla y mártires por su causa.

Human es el tema que mejor resume hasta donde pueden llegar estos insensatos con su música. Locura contagiosa, con la que seremos capaces de batir el record mundial de apnea metiendo la cabeza en las aguas de nuestro retrete preferido. Es la guinda del pastel de bofetadas que nos han soltado. Es un coloso de difícil descripción y memorable desde el principio hasta el final. Ya queda para la posteridad el cambio que se da en el 0:36 donde se presentan la batería y el bajo como introducción a una amenazante nube de avispas caníbales que se cierne sobre nosotros en forma de tapping gentileza de Procopio y Baglino (dueto de majaras). Después de esto ya no sabremos dónde escondernos. Y una y otra vez me caigo de bruces en el 1:50 ya que durante unos pocos segundos se extenderá ante nosotros un oasis de paz y relax (imaginario y volátil). Se levanta el telón y durante unos diez segundos se ve a los Human Remains fumándose un canuto y tocando música espiritual en el salón de tu casa.

Beyond Human Perception (Más Allá de la Percepción Humana) es una “canción” que no engaña a nadie. Realmente está más allá de nuestra percepción ya que es puro silencio. Canción ideal para ponerse en paz con uno mismo y exorcizar viejos demonios.

Estos tíos están muy enfermos. Están como una puta cabra, sí, pero usan esta enfermedad como unos jodidos héroes por la causa decibélica interplanetaria. El grupo al completo merece una mención especial. Mucha atención a un colosal Dave Witte que atruena como un poseso con su camaleónica batería, inspiradísimo e inspirador. Paul Miller pidió prestadas las cuerdas vocales a Chuck Schuldiner, vociferando como el puto amo y sacando la cabeza por los altavoces cual cenobita mosqueado de la peli Hellraiser (1987). Por una vez olvidémonos de los solos de guitarra y punteos de Maestro Jedi de máximo nivel. A las guitarras el dueto de trapecistas kamikazes Steve Procopio y Jim Baglino se apostaron entre ellos a ver quién podía liarla más gorda entre armónicos, ritmos variados, cacofonías disonantes y estrambóticos sonidos de guitarra..La novedad en este trabajo fue contar con los servicios de William Carl, gozando de un bajo con una presencia y un sonido espectacular.

Y ya para ir cerrando el asunto, destacar que este trabajo puede tener dos reacciones muy básicas. Una sería pensar que se trata de una broma, un sinsentido sin pies ni cabeza, un castillo de naipes tambaleándose. La otra sería por parte de algunos enajenados (me incluyo) definiendo el Using Sickness as a Hero como singular, gamberro, descabellado, incendiario, inadaptado, arriesgado y adictivo... Una joya sepultada pero dispuesta a descubrirse a todo profanador de tumbas con ansias de meterse un buen chute de adrenalina sonora. Una música con momentos en que arquearemos las cejas y empinaremos las orejas mientras una vocecita interior nos estará repitiendo: coño y recoño... nunca antes había escuchado una cosa así...

-Lo mejor: Este muerto está muy vivo, no pierde la capacidad de sonar “fresco y crujiente” aún en pleno 2020. Una producción a la altura del material, justo equilibrio entre nitidez y crudeza. No me importaría soñar de vez en cuando con la mujer “arácnida” de la portada.
-Lo peor: Su duración, deja con ganas de mucho más. Que la banda después de este EP se disolviera. La poca información que se puede encontrar en la red sobre la banda.

Puntuación: Llamadme loco y desalmado pero bajo mi humilde opinión esto es una muy sublime y sonora bofetada con la mano bien abierta. 5 cuernos podridos y con un par de hígados colgando de sus dedos, un pelado pero afilado 9.

PD: Durante el año 1996 Metallica “regaló” al mundo entero el Load, pillando a propios y a extraños con los calzones bajados. Durante el mismo 96 una réplica convulsa del Karma vomitó el Using Sickness as a Hero, el hijo bastardo de aquella época.

Dave Witte: batería
William Carl: bajo
Jim Baglino: guitarra
Steve Procopio: guitarra
Paul Miller: cuerdas vocales

Sello
Relapse Records