Hank Williams III - Attention Deficit Domination

¿Cuántas veces nos hemos dicho “ya nada me sorprende”? ¿Cuántas veces, hablando de música (y especialmente Rock o Metal), decimos que lo hemos visto todo? Sé que muchos sacarán cuentas y se sorprenderán de las veces que se arrepintieron de haber dicho esto.

De todo hay en esta vida. Independientemente del resultado de la propuesta y los gustos musicales de cada uno, allá afuera cada vez con mayor frecuencia salen y salen discos atípicos que escapan de las manos de todo el mundo. No hablo estrictamente de la rama del Avant-Garde, que, como bien sabemos, se ha caracterizado siempre por ser una música que no tiene definición en concreto y se mezcla con cualquier cosa. Me refiero en estos momentos a ese Rock o a ese Metal que no sólo tiene un trasfondo bien particular, sino que su música se va muy, muy lejos de la tónica habitual de lo que ya por sí es extraño.

Hank Williams III es el nieto del famosísimo músico de Country, Hank Williams, y evidentemente también hijo de otro tipo de renombre en la escena, Hank Williams II. Hank III siempre demostró no querer seguir la línea de su padre y abuelo y desde joven participaba como baterista en bandas de Punk Rock. Cuando tuvo la oportunidad de comenzar a hacer su propia música, aprovechó al máximo su imaginación, su talento para la guitarra y los medios a la mano para comenzar a sacar discos. Sus primeras producciones, irónicamente, son Country. Sí, pero rápido, irónico, burlesco y cada vez más cercano al Rock y al Punk, géneros que le apasionan.

Hillbilly Joker (2011) deja atrás toda la parafernalia y nos mete en su onda metalera que no le quedó para nada mal. Este disco nos muestra un Crossover Thrash bastante bien hecho, con riffs pesadísimos y un ambiente corrosivo. No tardó en ser común esta fórmula en el ya completo Hank Williams III metalero. Pero, usando al máximo su capacidad cerebral pineal, tuvo la idea de hacer un disco de Metal muy particular pero también de lo más cabrón y enfermizo posible. ¿Resultado? Hay que tomarlo con cuidado, pero de que hay tela que cortar… hay tela que cortar.

Attention Deficit Domination (también del 2011) es una indiscutible patada a los testículos. Ya desde el vamos les advierto lo siguiente: “ABSTENERSE SI ESTÁS CUERDO”. Y podrá sonar una advertencia que colocarán en los manicomios del sur de los Estados Unidos, pero es necesario pues lo que viene a continuación es bastante demente. Incluso si te jactas de ser alguien que se escucha desde BORIS hasta EARTH, SUNN O))) y los MELVINS más fumados (además de muchos otros grupos de temática similar) hallarás en este plástico una fumada que pone en jaque al 99,8% de la humanidad. Lo repito: “ABSTENERSE”. Pero si te gusta el riesgo… aventúrate.

Más que pastoso, lunático, desequilibrado y muy grumoso, Attention Deficit Domination se vuelve un gruesísimo monolito que conforme más lo escuchas menos lo entiendes. Podrías pensar “este tipo no va enserio…”, pero no. Hank Williams III podrá ser un tipo de un estilo muy extraño y que disfruta haciendo bromas de un humor que ni el negro resulta tan oscuro, pero, eso sí: su música, así sea tan loca y volada como este LP, la hace totalmente con mucha seriedad. Ya no son los años de Straight to Hell (2006), quizás uno de los discos Country más escabrosos, depravados, viscerales, atroces y abiertamente pornográficos (de la más decadente) de todos los tiempos, tanto así que es el primer disco del género que recibe una etiqueta de advertencia. Haciendo Metal Hank Williams III tampoco se ve a lo fácil… como ahora ves.

Attention Deficit Domination es, de plano, un trabajo de Stoner Metal y Sludge Metal que se acerca a las raíces de ambos géneros: depresión y psicodelia. Esto que quede claro ahora mismo, pues Hank III sobreexplota él solito estas dos cosillas, llevándolas a un nivel que es difícil de explicar. Todo lo que este disco de más de una hora nos pone sobre la mesa nos hace subir ambas cejas y una terrible cara de sorpresa. Si consigues soportarlo, te vas a enamorar. Este álbum es como el hombre más feo del mundo, pero a la vez el más persistente. Una vez te hechiza, no te escapas. Eso no quita que sea extremadamente intragable si no conoces a donde te estás metiendo. ¡Sólo mira esa portada! Al parecer la foto fue sacada de un puesto ambulante en alguna calle de Nueva Orleans dedicada especialmente a la magia negra y al satanismo (también parecen vender prescripciones, todo ha sido dicho). Está claro que es una broma de pésimo gusto, pero, vamos… no es la portada que quisieras pegada en tu habitación. Ni hablar de la contraportada: “oh, de acuerdo”…

Enfocándonos en lo musical, repito, olvídate de todo lo que conociste antes. Riffs densísimos y fangosos nos abren las puertas a largas composiciones que son equivalente a una apisonadora a punto de pasarte por encima a un cuarto de la velocidad usual. Es decir, más lento de lo que lento que ya es. La cruel distorsión desemboca en un Hank Williams III que vocaliza como un barítono también ralentizado al máximo. Al mejor estilo de un robot del tamaño de un planeta, va logrando que su voz nos transporte a páramos donde sólo yacen los restos de una civilización acabada por el hambre y la miseria.

Hay quienes piensan (generalmente las personas que no saben mucho del tema) que géneros como el Black o Death Metal son exclusivamente para satánicos y enfermos mentales. ¿Quién los culpa, si es oír cualquier disco de esta naturaleza sin estar acostumbrado y pegar el brinco? Así ocurre con este álbum. Para el que no lo conoce o no disfruta, le parecerá destinado a personas a las que le faltan varios tornillos… pero si ya eres uno de eso: únetenos y goza.

Attention Deficit Domination es un trabajo pesadillezco, de índole funesta y que se divierte ocasionándonos cuadros graves de insomnio. Para este servidor, resulta uno de los discos más aterradores y psicóticos que se puedan pescar por ahí. Es raro encontrarlo, pero si lo haces te vas a llevar una sorpresa, sea buena o mala. No sólo es el descendiente de una de las familias más respetadas de un género tan GRANDE y VALORADO como lo es el Country (el equivalente a la polka en Rusia o al flamenco en España) que defeca en el legado de su padre y abuelo al distorsionar totalmente el género pervirtiéndolo y convirtiéndolo en otra cosa, que después se convierte a la religión metálica y se saca de la manga varias cartas muy poco explicables, sino que tanto la música como el concepto del disco van más allá de todo que, vamos… hasta su dificultad para verlo entre los vinilos más raros del género pone las cosas interesantes, muy interesantes.

Del modo que sea, Attention Deficit Domination nos hace ver que en Metal (y en la música) no todas las vacas están contadas, ni todo el pasto ha sido sembrado. Sea divertido o no, explorar nos hace encontrarnos con gente que, usándose a sí misma para producir incontables discos que no van alineados con nada ni con nadie, hace este tipo de cosas. Algunos los disfrutamos, otros los repudian. Mi misión: presentarlo y dejar estos regalitos.

Sin embargo, ¿quién dice que no los hay más curiosos?

Con todo, un álbum que vale la pena darle una escucha.

Living… beyond… the doom…