
1. Storm Son
2. The River's Mouth
3. Sacred Horse
4. Axis of the Worlds
5. Feathers of Eolh
6. Hiindsiight
7. Djupet
8. What Else Is There? (Röyksopp cover)
Manteniendo su inquebrantable ritmo de álbumes de estudio, Enslaved nos trajeron este 2017 al continuador del aclamado In Times (2015). Si bien el In Times mostraba una clara mejora en materia de riffs, acentuaba también una obvia carencia en las baterías y en el sobre-protagonismo de Herbrand Larsen. Pero a pesar de todo, In Times triunfó como parece que no lo hacía otro álbum de la banda en añitos. Yo ya os digo que no me parece nada del otro jueves… y la espera a la llegada de este “E” se me hizo tediosa y sacó a flor de piel mis mayores miedos con la banda.
Teníais que verme cada vez que buscaba noticias, me duchaba o cagaba pensando en voz alta: “Joder que no se pasen OTRA VEZ cediéndole el micro a Larsen” ¡Pues sorpresa, memo! Que Larsen se piró el año pasado ¡que no te enteras contreras! Me tuve que enterar cuando me escuché el “E” por primera vez. Lo malo de todo esto… es que me costó. Vaya si me costó… resulta que Ivar y Grutle se agenciaron a otro teclista que hace las veces de vocalista y tiene un timbre similar al del anterior. Que ojo, similar pero no clavado; la cosa mejora un poco… pero igual hasta suena un poco más light. Digamos que el novato de las teclas y voces limpias (Håkon Vinje), llega a Enslaved para hacer patente una cosa muy importante: los noruegos abrazan el metal progresivo con renovadas fuerzas. Y es más, hasta pareciera que planean tener una identidad primordialmente progresiva, incluso por encima del black metal. Puede que sea la solución para los actuales Enslaved: tirar más por el prog elegantón y soltar algún que otro arranque black por canción para aportar dinamismo y no aburrir a los oyentes.
En “E” se percibe claramente la apuesta por el progresivo. Y a no solo por las voces de Håkon, sino que también se palpa fácilmente en el trabajo en las baterías y rítmicas. Es un viraje global de la banda, y parece que van bien encaminados. También se nota un poco la influencia de Einar Selvik (Wardruna, Skuggsjá) en los dejes de neo-folk (contadísimos pero sólidos). No olvidemos que Ivar es súpercolega de Einar, y que de hecho trabajan juntos en Skuggsjá y no se si en alguna cosa más.
Yo ya os adelanto que si los Enslaved más extremos son los que más os motivan, aquí con este nuevo álbum perderéis el tiempo. Aquí los vikingos nos tratan de mostrar su nueva metamorfosis hacia lo delicado y preciosista, lo elaborado… y aunque sigan habiendo partes crudas, tremolo-picking y demás movidas, esto suena mucho más relajado y accesible que los old-Enslaved. El camino se abrió a inicios de los 2000's, en Vertebrae, Axioma Ethica Odini y RIITIIR la cosa tomaba carices más obvios, pero ahora con la llegada de “E”, todo cobra sentido. Podría decirse que Enslaved nos la cuelan, pero siendo honestos con nosotros mismos, esto se veía venir, y haciendo retrospectiva es algo de lo más coherente.
¿Pero qué pasa? Pues que al menos yo pienso que el paso aunque acertado, igual fue algo impulsivo. Tal vez las ideas sean buenas (se nota a leguas que lo son), pero no estaba de más mejorar un poco alguna canción, modificar alguna parte… acortar este pasaje y meter otro… ¿se me entiende? No estamos ante un álbum perfecto, y cuesta creerlo cuando precisamente estamos hablando de los putos Pink Floyd del BM. El mejor ejemplo que os puedo dar es precisamente el primer tema, Storm Son: lo primero que escuchas es ruido de la naturaleza, madera crujiendo, un vikingo gritando, un cuerno vikingo y el relinche de un caballo… lo lógico habría sido pegar un arranque potentorro nada más sonar esa intro; noquear al oyente ya en el primer asalto y dejarlo shockeado para el resto del álbum. Un truco convencional a fin de cuentas pero que gusta siempre ¿Qué hicieron Enslaved? Pues dar paso a un arpegio la mar de melódico y manso y alargarlo hasta el infinito para luego meter los míticos riffs entrecortados de la nueva época (con voces limpias incluídas). Maaaal Enslaved, maaaal. La predisposición se gana con la portada y el primer track. Si arrancáis tan a medio gas, ¿qué imagen pensáis que daréis? A los cuatro minutos, la cosa vuelve a encarrilarse y nos encontramos ante unos Enslaved más dignos, a partir de ahí, nos restan como siete minutos de Storm Son como Odín manda. Más o menos. Vamos… que intro floja, potable pero indudablemente floja.
The River's Mouth podría cuajar en el In Times y si me apuras en el Axioma Ethica Odini; track riffero, saltarín y con un Grutle más despierto, también admirable trabajo el de Håkon en los estribillos. Sacred Horse sube aún más el listón mostrando a los Enslaved que más nos gustaría ver, más crujientes, velocistas y acompañados de un órgano estilo hammond de lo más entrañable. Ice Dale nos ofrece dos solos; el primero en plan bien, el segundo… un poco chapucero, aunque por suerte Håkon Vinje salva la situación tomando el relevo del solo con su órgano. Salvo por ese resbalón, todo de puta madre, sobre todo el desenlace, que compensa cualquier lead desastroso. Axis of the Worlds peca un poco de lo mismo, no se qué puñetas le pasa a Ice, pero no lo está clavando demasiado bien en los solos de guitarra. Una de cal y otra de arena. Y por encima el riff inicial (que será la columna vertebral del track), no acaba de cuajar. Está bien planteado, resulta muy progresivo y elástico… pero no acaba de cerrarse del todo bien y da sensación de poca maduración. Igual es cosa mía, no se, atentos al minuto 6:04 y decidme si tengo o no tengo razón. Chirría un poco, ¿no?
Al llegar a Feathers of Eolh el “E” parece volver a encaminarse, intensificando la solemnidad del momento para luego arrancar como un remolino de prog. black. El problema, es que vamos a estar cambiando de marcha (de primera a segunda) todo el rato. De pronto acelera, de pronto se apaga, acelera, se apaga… es como una mezcla de los más técnicos Spiral Architect y una baladita tranquililla. Dos ingredientes que no veo que acaben de congeniar. Hiindsiight abre con un arpegio muy similar al de Storm Son, aunque más elaborado, y nos sorprende más adelante con un saxo encantador que dota de una personalidad exquisita al track. Como apunte, se supone que Einar (Wardruna) canta por ahí pero tristísimamente pasa completamente desapercibido. Djupet arranca muy como los Sólstafir del Köld para luego desembocar en puro Enslaved, y la tendencia se mantiene firme ofreciendo pasajes de lo más pesados al estilo Monumension. Al fin todo vuelve a ir sobre ruedas, aunque sea de cara al final del álbum... Finalmente, “E” cierra con una cover de Röyksopp (grupo noruego de música electrónica) pero llevándose a su terreno la canción de manera soberbia. A decir verdad me gusta más la original; la canción se llama What Else Is There? por cierto, igual ya la conocía alguno de antes.
Así cierra “E”, un álbum de unos 62 minutos y que podría durar bastante menos acortando (o quitando) ciertos pasajes que no van a ninguna parte. Un trabajo en el que Enslaved se arriesgan en cierto grado y logran impresionar pero también decepcionar por momentos. Parece que Ivar y cía quieren llevar más lejos a su banda y como declaración de intenciones “E” no está mal. Pero esperamos más. Insisto en que este trabajo necesitaba más maduración y le sobra metraje. A ver qué opina el resto de la concurrencia (si es que tiene algo que opinar). Por comparar… diré que In Times me decepcionó, pero tenía más coherencia y por simple que fuese estaba muy logrado, por tanto me parece más apetecible que este “E”. “E” va mucho más lejos, sí... pero trastabilla varias veces, y eso en unos maestros como Enslaved escuece un poco. Me gusta el nuevo rumbo tomado por la banda pero falta algo más de tiempo e inspiración. Siendo positivos, como poco, estoy recuperando la fe e interés en los noruegos. A ver qué nos traen en venideras entregas, seguro que algo superior a este artefacto del 2017.
Tres cuernos medio-altos para Enslaved y su “E”, un 6,5 majete pero que queda algo enano comparado con su mastodóntico legado.
Ivar Bjørnson: guitarras, teclados y coros.
Grutle Kjellson: voz y bajo.
Arve Isdal: guitarra líder.
Cato Bekkevold: batería, percusión.
Håkon Vinje: teclados y coros.
Músicos de Estudio:
Daniel Måge: flauta en track 5.
Kjetil Møster: saxofón en track 6.
Einar Kvitrafn Selvik: voz en track 6.
Iver Sandøy: batería y FX en track 7.