
1. Another Won - 5:26
2. Your Majesty - 3:44
3. A Vision - 11:21
4. Two Far – 5:23
5. March Of The Tyrant - 5:32
6. Vital Star- 5:44
Una máxima en la vida es que cada gran historia, cada epopeya o cada narración que merezca ser contada han visto su nacimiento de una u otra manera. Bueno, todas las historias, sean malas o buenas, todas inician por algún lado pero, ¿Cuál es el punto de narrar una historia que no valga la pena? Sería un desperdicio absoluto. Afortunadamente, se me ha concedido el gran de honor de poder contar la épica novela jamás escrita de los inicios de los sempiternos Dream Theater y sus olvidados demos como aquella juvenil pero encantadora agrupación llamada Majesty. Conseguí las demos en un trueque con la banda. Está bien, no fue así, pero suena mucho más interesante que decir que los escuché por Youtube.
Dream Theater son, en su entereza, un grupo que no dejará indiferente a absolutamente nadie. Si los primeros temas que escuchas de ellos te gustan, te gustaran para toda la vida y probablemente acabaras siendo un psicópata enfermo metalero como yo (y yo soy lo máximo). Si no te gusta lo que escuchas a las primeras de cambio, pasaras al grupo de detractores de la banda, cuya perspectiva no puede alterada, al igual que nosotros, los apasionados seguidores de las proezas musicales de John, Mike y compañía. Ambas perspectivas son respetadas porque no existe una realidad absoluta en el mundo. Yo puedo redactar aquí docenas de párrafos diciendo que Dream Theater son el mejor grupo del mundo con miles de argumentos pero, al final del día, esa es solo la opinión de un simple aficionado y nada ni nadie puede cambiar eso. Son una banda sin intermedio: o los amas o los odias. Yo los amo, así que puede entender que tengo mucho pero mucho que decir de este humilde pero clave demo de seis canciones. Seis canciones que dieron luz a esta historia tan especial para un servidor, como es el mundo metalero. Si no fuera por este demo, tal vez no estaría aquí reseñando. Algunos estarían muy felices con eso, sin dudas. Pero enfoquémonos en la música, que ustedes vinieron para eso y no por los delirantes comentarios de un loco sin salvación como yo.
Antes de que la banda neoyorkina nos regalara obras gloriosas para todo el feudo metalero en la forma de Images and Words, Awake, Scenes From A Memory, Six Degrees Of Inner Turbulence o Systematic Chaos, incluso antes del mejorable pero ciertamente prometedor debut When Dream and Day Unite, la armada virtuosa liderada por John Petrucci y Mike Portnoy daba sus primeros e imberbes pasos como un grupo más volcado al Heavy Metal que al Metal Progresivo exquisito y pulido con el que luego innovarían. Sin ir muy lejos, encontraran más reminiscencias con lo que estaban haciendo Queensryche y Fates Warning que a las épicas metaleras de Train Of Thought. La verdad, he disfrutado bastante con estas demos y creo que cuando la agrupación tuvo que cambiarse el nombre porque había otro Majesty (¿Qué habrá sido de esos sujetos?); no solo fue el nombre el que cambió, sino también el sonido del combo. En 1986, el eterno trío de líderes de la banda, John Myung, John Petrucci y Mike Portnoy iban por derroteros clásicos de la movida metalera, todavía carentes de esa sutileza y experiencia progresiva que los has hecho tan grandes. Eso sí, la calidad ya estaba y el espíritu era indomable. Me pone una sonrisa en el rostro escuchar a estos sujetos como meros adolescentes, tratando de cumplir ese seductor y añorado sueño de ser músicos profesionales. Es una sensación que te llena de humildad y te hace saber que nadie nace aprendido. Siempre se empieza por algún lado y ese punto de partida puede cambiarte la vida.
The Majesty demos sería relanzado años después de la mano de Portnoy, a través de Ytzejam Records, disquera dirigida por el batería. La producción de los mismos no es pulida en absoluto y tiene ese notorio talante underground pero eso mismo origina ese encanto ochentero que impregna a toda la obra. A pesar de todo, yo creo que se puede escuchar sin muchas dificultades. Suena muy bien para ser un demo, si me preguntan.
¿Qué hay de los músicos, preguntan? Debo decir que ya daban señales de que no eran un combo de simplones con sus instrumentos pero debo ser honesto y admitir que, si esto era lo primero que escuchaba de ellos, jamás pensaría que serían los mismos autores de Octavarium o Black Clouds and Silver Linings, por nombrar algunas obras de su ilustre y envidiable catálogo. La instrumentación dista mucho de eso. John Petrucci (antes de los esteroides, por cierto) tocaba un estilo que era una mezcolanza de Yngwie, Randy Rhoads, Dave Murray e incluso Eddie Van Halen; recurriendo a momentos melódicos y neoclásicos en los solos, mientras que los riffs son muy Heavies pero carecen de la producción para tener esa potencia requerida (muy diferente a Awake o Train Of Thought, ciertamente). John Myung siempre ha sido un bajista excepcional pero la mezcla rara vez le ha dado la oportunidad para sobresalir. Estas demos remedian eso, con su bajo sonando varias veces más alto que la guitarra del virtuoso italoamericano y eso le da a toda la obra un toque especial en toda la historia de Dream Theater. Mike Portnoy es un baterista técnico pero directo y eso no ha cambiado. Aquí toca con sapiencia y con un sonido orgánico en su batería, mostrándose constante como siempre. Debo decir que el baterista siempre me ha parecido el más constante de la banda en todos sus trabajos y el alma mater de Dream Theater (*se va a una esquina a llorar por la marcha de Portnoy*). Kevin Moore siempre ha sido un exponente notable en los tres primeros álbumes del combo pero siempre de manera más restringida. Aquí da rienda suelta a su portentosa habilidad como tecladista en diferentes pasajes de la banda y me genera la curiosidad de por qué no hacía eso más seguido.
Dedico párrafo aparte al vocalista de Majesty, Chris Collins. Ya que esta es su única participación con la agrupación, sea en estudio o en algún bootleg, creo que se merece eso. Antes de la personal e íntima voz de LaBrie (La VOZ por derecho de la banda) y la más Soul de Dominici, Petrucci y sus muchachos habían logrado conseguirse a su propio Geoff Tate de Queensryche. Las vocales de Collins recordarán mucho al cantante de la banda de Seattle y eso es un gran halago, considerando que Tate, en los 80s, era una de las mejores voces del Heavy Metal. Cristalina y alcanzando notas altas, el joven Chris trae en esta entrega unas tesituras diferentes a la que traerían James y Charlie a la banda. No dudo de que era fanático de la banda de Tate y eso influyó en el sonido de las demos, haciendo que sonara tanto a Queensryche. Yo soy de esos que ha defendido a ultranza la labor esencial de LaBrie en Dream Theater pero reconozco que gocé como un enano con los agudos del rechoncho Chris en estas demos. Gran vocalista. Algo amateur pero pintaba maneras. Lástima que la banda lo dejara ir y luego se dirigiera por vertientes más Blackened Death Metal. No bromeo. En serio lo hizo.
Las letras también han transmutado mucho con el pasar de los años. Aquí aplicaban una prosa poética que trataba con asuntos más fantasiosos, ciertamente influenciado por Ronnie James Dio y sus magistrales líricas. Debo que decir que, aunque la temática más introspectiva y personal de la banda es mi favorita, me gustaría que aplicaran este estilo de nuevo en sus letras para mayor variedad. Dream Theater siempre ha expresado diferentes emociones a través de metáforas fantasiosas (Bridges In The Sky, se me ocurre) y en otras ocasiones de manera más directa (Never Enough es un ejemplo perfecto de esta última). Aquí tratan asuntos 100% de ficción pero a mí me gustan, si me preguntan. Algunos requieren de temas sociales u oscuros (tremendas opciones, seguro) pero yo pienso que algunas letras, como las de Another Won, son un ejemplo de literatura exquisita. Al menos por mero entretenimiento. Tampoco tenemos que ser tan snobs, ¿No creen?
La primera intentona de los oriundos de Long Island en el inmenso mundo metalero. Aún tenían acné adolescente y seguían con sus posters de Maiden en sus habitaciones. Que buenos tiempos aquellos. Escuchemos si a las primeras de cambio, Majesty tenía oportunidad de reinar donde una vez reinó Rush. We ride, goddammit!
Son jóvenes y van a por todas con el magnífico trallazo de Another Won. Una joya etérea de Heavy/Power que la banda nos regalaría en su concierto de 20 años, Score. Aquí suena más cruda pero no menos precisa. Es increíble lo bien que tocaban teniendo 18 o 19 años. Un corte directo pero algunos tintes de progresivo en los cambios de tempo delataban el inevitable advenimiento de futuras obras del combo. Collins se desgañita y hace una notable imitación de Tate. Gran labor de Moore en los teclados, realzando la aura épica de este clásico underground de Dream Theater. El bajo de Myung, como expliqué antes, suena con mayor predominancia que en futuras entregas y puedes escuchar cada nota de sus dedos. Portnoy y Petrucci ya hacían delicadeces con sus instrumentos. Mención especial al italoamericano en ese memorable solo, donde deja un feeling sin parangón, denotando su influencia Yngwie. Agudos de infarto los que alcanza Collins al final de la canción y como esta concluye en un onírico eclipse musical. Un opener como pocos. Ejemplo de categoría juvenil y talento de estos muchachos melenudos ochenteros (miren las fotos. No podrán verlas con una cara seria)
Los excelsos instrumentistas progresivos nunca ha sido conocidos por hacer muchos jams en sus temas de estudio, pero Your Majesty inicia con un jugueteo de batería y bajo interesante, hasta que Petrucci irrumpe en el corte de manera eléctrica. Es un medio tiempo donde Collins se nota un tanto más relajado pero aun surcando el lado más alto del espectro vocal. Portnoy en esta velocidad se da gusto para un par de secciones interesantes de batería pero debo decir que la banda, en el ámbito instrumental, no buscan el lucimiento personal notorio en ninguna parte de la pieza; cosa extraña en ellos, ya que aquí solo se limitan a aportar cuando es necesario. Un claro ejemplo es el solo de Petrucci, donde toca varias notas pero nunca se desata como todos bien sabemos puede hacer. Considerando que este es el tema referencia al nombre de la banda en ese momento, francamente, yo esperaba un poco más. No es malo en absoluto pero me deja algo frío.
Incluso realizando una demo cruda y directa, estos dementes no podían desperdiciar la oportunidad de lanzar una pieza de más de 10 minutos de largo. A Vision la veo como la predecesora sonora de The Killing Hand por su comienzo tranquilo pero esta posee sus propias vicisitudes musicales. Una maravillosa power ballad épica, donde se me genera la pregunta de por qué rayos la banda nunca publicó estas canciones en ningún formato, ni siquiera en un EP para el disfrute de los aficionados. Petrucci inicia la travesía con una acústica agradable para los oídos pero luego de algunos punteos melódicos, la cosa empieza a ir subiendo en intensidad hasta que Collins explota el corte con unas harmonías vocales tomadas directamente de Yes, eterna influencia de Petrucci. Aquí el vocalista aprovecha la oportunidad para probar que no es puros agudos y que en verdad puede cantar en tesituras más suaves y melódicas. Una canción relajada y que funciona como una suerte de epopeya progresiva de los 70s con la accesibilidad de los 80s. También señalo la impronta de entes como Fates Warning en este corte y que futuros grupazos como Heir Apparent tomarían nota de este tipo de movidas. El estribillo es sentido y majestuoso, como el nombre de la banda lo delata. Eso sí, se pueden hacer una de dos críticas: 1) La banda, con la longitud de la canción, pudo haber realizado un par de cambios en el ritmo para que no fuera tan monótona. Puede llegar a serlo para algunas personas. 2) Podían remover un par de minutos al tema, en el caso de que quisieran mantener este arreglo. Esa es mi sugerencia a la banda, aunque creo que en este punto de sus carreras poco les importe esta joya. Gran solo de Petrucci, ya estableciendo esos momentos donde haría llorar a su guitarra como pocos Dioses del instrumento. Un fuera de serie, sin lugar a dudas. La banda se pone las pilas al final y despliegan su naciente virtuosismo en el anochecer de la canción. A pesar de los esfuerzos sublimes de los instrumentistas en esta versión metalera de un corte progresivo de los 70s, es el propio Chris quien sobresale en casi toda la pieza con sus vocales apasionadas y muy orientadas a lo que los cantantes de Heavy clásico hacían en esta década. Una interesante y curiosa demostración de Metal Progresivo en esta pieza. Me gusta mucho.
Luego de la lentitud y emocionalidad de A Vision, en Two Far la banda vuelve a lanzar un jam hasta que Petrucci desata un riff neoclásico apoyado por el bajo de Myung y los teclados épicos de Moore en una deliciosa amalgama musical. Es uno de esos cortes que señala la ya naciente inquietud musical de estos jóvenes por cambios de ritmos constantes en su música. Collins canta igualito a Tate en este tema y Moore gana mucho peso en el mismo. Gran estribillo, de melodías atrapantes y apasionadas. Un tema Progresivo/Power de muy buen gusto. Deudor de Queensryche y Fates Warning pero tocado con el talento de cinco adolescentes que se saben buenos y que tenían hambre de gloria. Oído a ese solo de Petrucci, tocando con una pasión y desborde que solo el italoamericano tiene. Digo, pocas veces le he oído un solo de esta estructura. Mr. Mike Portnoy… ¿Qué puedo decir del alma mater? Debe hacer su labor más intricada y entretenida en este corte, en mi opinión. El ritmo de la batería, solo, es motivo suficiente para escuchar Two Far. De Mike Portnoy yo tengo una anécdota curiosa: en el bachillerato, yo estaba escuchando música con los audífonos y un amigo baterista me pregunta que qué estoy escuchando. Escucha unos segundos, me pregunta cómo se llaman y le digo que la banda es Dream Theater. Me mira raro y luego dice: “Ahhh esa es la banda de Mike Portnoy. Tremendo baterista”. Baterista que escuchaba Linkin Park, por cierto. ¿Moraleja? Mike Portnoy es una referencia del instrumento. Y Two Far es un pedazo de canción, si me preguntan. Esto debió ser un EP. Cada vez que lo escucho, más se forma la idea en mi cabeza.
Yo me preguntaba cuando soltarían su siempre presente influencia Rush. No tardarían en hacerlo con la trepidante March Of The Tyrant. Un galope Maiden mezclado con el sonido del Grace Under Pressure de Rush. Es más, el inicio del tema es casi igual al de Afterimage de ese álbum de los canadienses. Aquí Collins muestra su siempre presente tono reminiscente a Tate pero lo combina con lo que hacía Geddy Lee en los 70s. En el ámbito instrumental, cabe mencionar que se muestra la faceta Progresiva light de la banda, con Myung y Portnoy sobresaliendo en sus instrumentos. Lo que hace Moore en lo sintetizadores ayuda a establecer esas similitudes con el trabajo de Geddy y los suyos. No hay que olvidar el fantasma de la Doncella, siempre presente en el tema y como la intensidad va en ascenso. Seguro tomaron nota de Piece Of Mind, los condenados. La sección instrumental a mediados de la canción cambia el ritmo totalmente, con Petrucci soltando algunos de los mejores riff de las demos y luego facturando un solo algo melódico pero tímido. No sé, le he escuchado mejor. Buen toque el de Moore en el epilogo del tema, enalteciendo la estructura épica hasta que todo termina en un desenlace algo torpe pero bien ejecutado.
Vita Star muestra a Petrucci soltando punteos gentiles que les hará recordar el inicio de Children Of The Sea de Black Sabbath. Luego se alza la banda de manera épica y con las vocales de Collins, la cosa transmita a algo más suave pero latente, como una calma antes de una tormenta musical. Está llena de todos los ingredientes que hace a Majesty tan especial: melodías entrañables, un corazón muy Heavy, aura épica y, sobre todo, una pasión cuasi tangible. Collins lo da todo, como si supiera que su estadía en la agrupación estaba alcanzando su ocaso. Fenomenal cambio de ritmo para un galopeo muy Maiden. Kevin Moore es un crack y lo demuestra con ese gran solo de teclado. El estribillo retorna pero ahora con más energía y poder, para que luego Petrucci nos regale un solo de esos que te llegan al corazón por lo energético que suena. Esto es Metal, señores. Y la batería de Mike Portnoy acaba con esta maravillosa historia corta llamada Majesty, que me deja un muy buen sabor de boca.
Debo decir que, a pesar de ser un aficionado acérrimo de Dream Theater, esperaba poco de estas demos. Creía que escucharía un producción muy cruda (cosa que encontré) y una baja calidad de canciones (me pasó todo lo contrario). Como me alegro de estar equivocado. Estas demos están llenas de grandes momentos pero cabe mencionar algo: esto debe lo más particular que ha hecho la banda. Esto no suena como nada de sus trabajos en estudio. Es un ente aparte. A mí, afortunadamente, me gustan ambos lados del monumento progresivo que es esta agrupación. Me atrevería a decir que para aquellos que no gusten de los Dream Theater “oficiales”, Majesty podría encantarles debido a su naturaleza más directa e inclinada mucho más al Heavy Metal clásico de los 80s. Ciertamente, el nombre no fue lo único que cambió en este combo.
Yo creo que estas canciones merecen ser más conocidas y publicadas de una manera u otra. Aquí momentos de genio absoluto y creo que tienen su lugar en el inmaculado catálogo de estos cracks. Claro, todo esto es mi perspectiva. Al igual que toda la reseña que acabo de exponer.
Tres cuernos (muy altos. A mis ojos, ningún demo o bootleg merece más) para The Majesty Demos. Y yo me pregunto… ¿Qué habrá pasado con los otros Majesty? ¿Les habrá ido bien?
“El regalo que te traemos… ¡Tu Majestad!”
- Your Majesty.
• Chris Collins - Vocales
• John Petrucci - Guitarra
• Mike Portnoy - Batería
• Kevin Moore – Teclados
• John Myung - Bajo