
1- "A Nightmare to Remember" (Dream Theater, Petrucci) - 16:10
2- "A Rite of Passage" (Dream Theater, Petrucci) - 8:35
3- "Wither" (Dream Theater, Petrucci) - 5:25
4- "The Shattered Fortress" (Dream Theater, Portnoy) - 12:49
X. "Restraint" - 5:23
XI. "Receive" - 3:56
XII. "Responsible" - 3:29
5- "The Best of Times" (Dream Theater, Portnoy) - 13:07
6- "The Count of Tuscany" (Dream Theater, Petrucci) - 19:16
Black clouds & Silver Linings es un buen disco, que resume la increíble trayectoria de una de las bandas que más fama ha tomado desde su formación (con base en su esfuerzo, dedicación y buenos trabajos), mezcla todos los ingredientes que los han hecho famosos, su lado más potente y distorsionado, y su lado más progresivo con grandísimas influencias de bandas como Rush, Pink Floyd y Frank Zappa. Obviamente hablo de Dream Theater.
En los últimos años Dream Theater ha experimentado muchísimo con su música, incluyendo momentos casi “thrashicos” e incluso (en este últimos disco) pasajes algo góticos e influencias de death metal, casi siempre dando un buen resultado. Como mayor culpable de esto está Mike Portnoy (baterista y líder de la banda), que ha recibido influencias de bandas como Mastodon y Opeth. Sin embargo, la personalidad y el sonido distintivo de Dream Theater siguen ahí, aunque en constante evolución.
Es importante remarcar que este disco es mejor disfrutarlo teniendo cierto conocimiento de la discografía de la banda, porque los guiños hacia otras canciones y otras épocas no faltan. Esto como consejo nada más, porque quizá no sea el mejor álbum para comenzar a escucharles, aunque nunca se sabe, podría ser que entre algunos de los largos solos de Petrucci y Rudess surjan nuevos seguidores de la banda.
De los seis temas que comprenden el disco, cuatro superan los diez minutos y con muchos pasajes de difícil escucha (la manía que tienen por utilizar compases poco comunes, jeje) así que es cuestionable el hecho de que guste al principio… cada tema necesita su tiempo y dedicación, ya que sin estos es fácil perderse entre la larga duración del disco (una hora y quince minutos aproximadamente).
Truenos, lluvia y unas góticas notas en el piano sirven de introducción para A Nightmare to Remember, que una vez pasada la intro desemboca en un riff que evoca al Black Metal Sinfónico sostenido por un teclado que podría ser de los mismísimos Emperor y un doble pedal en la batería digno de cualquier banda noruega. Pasado todo esto unas sosas líneas vocales desmeritan un poco la canción, la verdad la mayor falla del disco es el de la letra de las canciones que a ratos suenan forzadas o faltas de sentido, se echan en falta la colaboraciones de Myung o LaBrie en este aspecto.
La parte melódica de A Nightmare to Remember es destacable, con tranquilos teclados respaldando las inquietas notas de Petrucci y al dinámico Portnoy, muy bien lograda. Como siempre no podía faltar la sección de solos en la que tanto John Petrucci como Jordan Rudess dan rienda suelta a su imaginación para mostrar su talento, al menos hasta volver a entrar al riff donde quizá Portnoy se excede con el doble bombo… y con sus vocales, realizando una especie de voz semi-gutural que la verdad no calza bien en el tema.
Y es que la inclusión de esta voz “gutural” ya ha sido causa de toda clase de críticas (poco constructivas en su mayoría) e incluso ataques personales contra miembros de la banda en los diferentes foros de los integrantes y del grupo, llevando todo esto a que Mike ofreciera explicaciones e incluso pusiera a disposición de todos las diferentes pruebas que habían realizado con la canción para esa sección… yo las escuché y la mejor de todas es la usada en el disco, aun así no se justifica el experimento. Aplaudo la reacción de Mike que se expresó de buena manera sin recurrir a insultos ni a malos modos, es un músico y a él le gusta experimentar siempre para buscar mejores cosas para la banda (uno de los mensajes principales de su comentario).
El tema finaliza con el uso de otro recurso nunca antes visto en estos neoyorquinos, los Blast Beats. Quizá usados en menor medida hubieran quedado mejor. A Nightmare to Remember es probablemente el tema más brutal que la banda haya compuesto, une prácticamente todas las etapas de la banda en 16 minutos, pasando desde las secciones más parecidas al Systematic Chaos y Train of Thought hasta los pasajes melódicos del Images & Words y Awake. Es un buen tema que quitándole una o dos cosas hubiera quedado prácticamente perfecto. Las letras de la canción están basadas en una experiencia de John Petrucci de cuando era niño y sufrió un accidente automovilístico.
A Rite of Passage es el tema utilizado como single promocional, más que todo por su estribillo de tinte comercial, muy bien armado y perfecto para llegar más allá de los oyentes de metal progresivo y metal en general (público mainstream). No hay mucho que destacar, solamente el tema de la canción sobre la francmasonería y el extraño solo de Jordan Rudess a partir del 6:45, utilizando para éste una aplicación de iPhone.
La balada del disco es bastante bonita, de todos modos Dream Theater ya tiene bastante experiencia en lo que a baladas se refiere con temazos como Another Day o The Spirit Carries On. Wither es una composición simple, llena de feeling, con LaBrie cantando en uno de sus mejores momentos, lleno de pasión y sentimiento. El tema trata sobre el bloqueo de escritor, con un saborcillo a Muse que me gusta bastante.
The Shattered Fortress es un tema que también ha sido inmensamente criticado, más que todo porque no es una canción en sí, sino una especie de “medley” de otros temas, pero todo esto tiene sus razones. Este tema forma parte de la llamada “12 steps suite”, compuesta en su totalidad por Mike Portnoy donde explora la transformación que él llevó a cabo en su vida cuando se dio cuenta de que era un alcohólico y se sometió al proceso de los 12 pasos de los Alcohólicos Anónimos, en The Shattered Fortress se encuentran los últimos tres pasos. Probablemente sea la primera vez que en el rock se realiza un “meta-álbum”. En fin, los últimos pasos tratan sobre ayudar a otras personas que sufran del mismo problema a repetir los 12 pasos, es por esta razón que la canción toma riffs “prestados” de otras de sus composiciones para de esta manera ayudar a repetir los pasos, obviamente esto es una interpretación personal.
Un riff en crescendo aparece (me recuerda un poco al Eye of the Beholder de Metallica) para entrar hasta nosotros e irse transformando en secciones de canciones pasadas, pasando por todos los temas de la saga (The Glass Prison, This Dying Soul, The Root of all Evil y Repentance) de manera increíble. Un cierre apoteósico para la saga, que a momentos pareciera un “copia-pega” de otras canciones, pero que teniendo en cuenta el contexto de la canción tiene su fundamento. Después de la parte más “bruta” del tema entramos a donde se evoca a Repentance, incluyendo la voz de Portnoy recitando una oración en la que dice que en donde haya necesitados él irá a ayudarlos. El tema termina con los mismos sonidos del principio de The Glass Prison y el de The Root of all Evil, la saga de los alcohólicos finaliza aunque los sonidos al final son poco prometedores, el círculo está completo.
Individualmente de los otros temas de la saga, me parece un tema grandioso, de lo mejor del disco; dentro de la saga me parece un muy buen cierre a la altura de los demás, aunque no es lo mejor que han compuesto.
El padre de Mike Portnoy, Howard Portnoy, murió durante la creación del disco, por lo que Mike decidió dedicarle un tema, he de decir, un hermoso tema. The Best of Times es una especie de balada, triste al principio con la mezcla de violín y piano seguida por los sentidos punteos de ese monstruo de las 6 cuerdas. El tema me recuerda mucho su primera época (y a Rush, posiblemente sea uno de los tantos tributos que incluyen siempre a lo largo de sus trabajos). Es un tema que quizá se puede tornar un poco difícil de digerir por los cambios que contiene, pero que es verdaderamente hermoso y con un solo de guitarra melódico bastante bueno que cuadra muy bien con lo que nos quieren transmitir. Esta canción fue interpretada a Howard antes de su muerte, solo que el que la cantaba era Mike Portnoy.
The Count of Tuscany es el mejor tema del disco, por mucho. Portnoy había prometido que el disco sería una mezcla entre canciones como A Change of Seasons, Pull me Under, The Glass Prison, Learning to Live y Octavarium; no es cierto, pero la realidad no se aleja tanto de las palabras de Mike. El tema es probablemente una de las mejores composiciones de su carrera, a la altura de cualquiera de los temas anteriormente nombrados, el único punto donde de nuevo fallan es en el de las letras, que pecan de simples.
Este tema de 20 minutos tiene una intro impresionante, un solo lleno de feeling, líneas de bajo brillantes, momentos en los que la onda progresiva al mejor estilo de King Crimson y Pink Floyd se hace presente contrastando con riffs con influencias “darrelescas” y un final totalmente épico, perfecto para cerrar el disco (a partir del 14:15 con la acústica). La canción lo tiene prácticamente todo. Es casi imposible hablar sobre esta obra maestra, es mejor que la escuchen ustedes, en mi opinión sólo por esta canción vale la pena adquirir el material original (que por cierto está bastante bueno), que en una de las ediciones viene con un CD de covers y otro disco con todas las canciones en versión instrumental. El CD de covers incluye temas de Rainbow, Zebra, Queen, King Crimson, Iron Maiden y Dixie Dregs, todos interpretados de manera grandiosa.
En conclusión, este disco es posiblemente el mejor trabajo que han editado desde aquel mítico Six Degrees of Inner Turbulence (con el permiso de Octavarium y Train of Thought) reafirmando que hoy por hoy son la banda de metal progresivo más grande del mundo, debutando en puestos nunca antes alcanzados en los “charts” de ventas, de número 6 en Estados Unidos, en una lista totalmente bizarra, entre los Jonas Brothers y Hannah Montana… ya dirán ustedes jaja. Black Clouds & Silver Linings es un gran disco, no el mejor de Dream Theater, pero sí es muy sólido y tiene mucho que ofrecer, así que no queda más que incentivarlos a que lo escuchen y den su opinión.
James LaBrie - voz
John Petrucci - guitarra y coros
Jordan Rudess - piano y continuum
John Myung - bajo
Mike Portnoy - batería y coros
Producción
Mike Portnoy y John Petrucci - productores
Paul Northfield - ingeniero, mezclador, y co-productor
Hugh Syme - dirección de arte, diseño e ilustraciones