
1. Introphylaxe 01:31
2. Inexorable Logic 03:17
3. Life Disintegrating 02:22
4. Sick Dishonourableness 04:51
5. Successive Substitution 03:41
6. Accelerated Evolution 02:40
7. Psychoanalysis 02:31
8. Quintessentially Unnecessary Institution 03:29
9. Hypophysis 04:03
10. Disappeared with Hermaphrodite Choirs 02:25
11. Disharmonisation 05:07
12. The Unequalled Visual Response Mechanism 02:01
13. Onset of Serious Problems 2:16
14. Dehumanoid 3:04
15. Interposition 1:57
16. Shredded Illusion 2:22
Disco completo
Es innegable que cuando hablamos de deathgrind de la vieja escuelita, los nombres que nos vienen a la cabeza casi siempre son los mimos cinco de siempre donde bandas como Terrorizer, Carcass o los repugnantes Impetigo siempre lideran la lista. Sin embargo, afortunado sea aquel que ose sumergirse aún más en el poso de un género tan jugoso como escaso; porque si algo ha tenido es que la cantidad de joyas invaluables que tiene es la justa, pero cuando descubre uno estos diamantes en bruto escondidos entre el fango es cuando se puede notar que en estos senderos se alcanzaron unos picos de calidad que ya quisieran algunos subgéneros extremos haberse siquiera aproximado.
Los austriacos Disharmonic Orchestra no son una banda convencional del montón, probablemente eso ya lo sepas si te escuchaste el posterior Not to Be Undimensional Conscious que es una de las fumadas más memorables que jamás haya parido el death metal, pero pasa y acontece que justito antes de ese disco, lo que estaban facturando era un deathgrind espeso y cavernoso con un buen gusto exquisito que encima ya tenía particularidades para dar a entender a los adeptos a estas aguas que algo grande ya se estaba cociendo desde aquí; porque pese a ser un disco más reservado, más normal si es que se puede usar ese adjetivo, ya desde este Expositionsprophylaxe tenían características que los hacían separase del resto. Eso, en tan temprana fecha, es por si solo un mérito.
Este disco después de una teatral introducción de música clásica, va directo al grano y da un puñetazo certero trayendo a la mesa todo lo bueno que debería tener el género: guitarras machacantes, pegajosas con garra, afiladas pero gruesas con una producción en el punto para hacerlas sonar densas, dándole la pastosidad que a un servidor le fascina. La cereza sobre el pastel es ese toque disonante que a veces se percibe entre los riffs o esos cambios de ritmo a rajatabla que le hacen reventar el cuello a cualquiera.
Punto aparte para la batería, ¡oh dios la batería! No solo estamos hablando de una de las baterías más orgánicas posiblemente de todo el metal extremo, sino que encima cuenta con una diversidad que es de aplaudir. Martin Messner se mete unos ritmos muy variados y que son una grata sorpresa verlos en este género que precisamente a veces se peca justo de lo contrario y caer en una monotonía de puro blast beats y doble bombo. A esto hay que sumarle una voz que brilla por su efectividad con unos guturales que se adhieren como estampilla a la parte instrumental.
Por si fuera poco, de vez en cuando se vuelven medio fumetas y dan pinceladas de lo que se convertirían eventualmente. Disharmonic Orchestra desde aquí ya van dando a entender que hay un afán por diferenciarse y no quedar en el baúl del olvido como una banda genérica de metal extremo. Sino mírese el track instrumental Hypophysis por poner un ejemplo, que entre cambios constantes muestra una compenetración perfecta entre los miembros de la banda, pero sobre todo abre la puerta para que la batería se tire los toques más alocados del disco, llegando a un punto donde los cambios abundantes en las baquetas se van intercalando junto a un riffeo constante y cambiante de las guitarras. Es tan tal que este tema roza los terrenos del death metal técnico por lo enrevesado que es. Se puede imaginar usted por dónde van los tiros.
Y si hablamos de los momentos más convencionales, aun así, logran resaltar con resultados espectaculares con momentos de pura adrenalina que dan un subidón que pone la sangre a fluir a mil por hora. No serán tan excelsos como las vacas sagradas que ya conocemos, pero eso no quita el hecho de que para la fecha consiguieron instituir lo que sería un monumento por sí solo.
No es necesario seguir detallando más porque es una pérdida de tiempo, lo último que te puedo decir es que te lances directamente a escuchar esta pieza perdida entre tantos discos de culto de aquel magnífico año 1990 que tanto masterpiece nos regaló. Expositionsprophylaxe es una apuesta a lo seguro para cualquier amante del death metal con puntazos grindcore rebana cuellos. Aquí está la energía, los riffs contagiosos y memorables; la batería endemoniada y jugetona, ¿qué más se puede pedir? Esto es un clásico indiscutible de la escena austriaca y en general, un artefacto imprescindible de todo el metal extremo.
Cuatro cuernos altísimos rozando los cinco.
9,3
Patrick Klopf: Vocales, Guitarras
Herwig Zamernik: Bajo
Martin Messner: Batería