
1. Rise of the Predator
2. The Last Revelation
3. Phoenix Rising
4. I am the Wargod (Ode to the Battle Slain)
5. The Eternal Glory of War
6. Lone Wolf Winter
7. Ride the Solar Winds
8. The Birth of Tragedy
Deströyer 666 son una bandaza que, desde su Australia natal, llevan ejecutando un furioso Black Metal (condimentado, eso si, con ínfulas y dejes de los mundos Deathers y Thrashers más diversos y reconocíbles) que hacen las delícias de todos aquellos que tenemos la fortuna de conocer y adorar a la banda de K.K Warslut.
Desde los oscuros reinos del underground más extremo de las antípodas, surgió la banda para instaurarse en la escena metálica de corte más extremo(o como mínimo, intentar instaurarse) y llevar su mensaje acelerado, apocalíptico, salvaje y desenfrenado a todo aquel que quisiese escucharlo. Es cierto que el éxito, el reconocimiento a nivel mundial y la recompensa aún se hace esperar para los australianos, pero es bien cierto que la banda atesora una calidad, unas formas y un no sé que especial, maligno y bizarro que la hacen muy especial de cara a los que, desde hace años, seguimos sus brutales episodios sonoros.
Existen miles, por no decir millones, de bandas altamente influenciadas por Dioses del género como Venom, Slayer, Morbid Angel, Motörhead, Emperor o Immortal, pero que una banda aúne en un solo ente todo el poderío musical, la magnificencia sonora y agresión salvaje de esos grupos seminales y ya definitivos de nuestro feudo es encomiable, y desde luego, la mar de disfrutable. Deströyer 666 no sólo calcan o mutilan clónicamente el sonido ultrapersonal de esas bandas, no, Deströyer 666 llevan a nuevos niveles de melodía y agresión las propuestas de los anteriormente citados, añadiendo al invento final unas formas que hacen del grupo Blacker australiano algo a tener en cuenta en un futuro no muy lejano. Deströyer 666 no son considerados aún dioses del género, pero ya os digo, el que no estén considerados, no quiere decir que no lo sean. La bandaza de Warlust es un símbolo de honestidad musical y de fuerza y garra. ¿No me crees?. Averígualo por tí mismo. Toma éste "Phoenix Rising", te lo presto. Eso si, dudo de que después me lo quieras devolver, así que mejor te explico lo que te espera y tú mismo, si te interesa "la propuesta 666", correrás a tenerla en original. Te voy a hablar de un disco histórico(aunque injustamente valorado), un trabajo glorioso y extremo que no renuncia ni a la melodía ni a la influencia del pasado, te voy a hablar de "Phoenix Rising". Prepárate amigo...empieza una de las batallas sónicas más brutales, elegantes, demenciales y geniales que se ha parido en lo extremo.
Una portada onírica y simbólica en la que vemos a un "Ave Fénix" renaciendo de sus cenizas, y todo ello en un entorno bélico y ciertamente bello y con aires poéticos, parece anunciarnos el presente de la banda. Deströyer han editado desde su fundación, en 1994, una buena colección de E.p's, Singles y dos tremendos discazos de puro Black Metal como son "Violence is the Price of this World" o "Unchain the Wolves", pero ahora el paso a dar fue "de gigante", renovando esencias, sónido y mensaje. Antes, Deströyer 666 no eran más que una banda aceptable y con carisma en la escena, pero renacidos cuál Ave Fénix, con éste "Phoenix Rising" lograron quemar más que nunca.
Una intro hablada y misteriosa actúa de maestro inaugural de ceremonia para "Rise of the Predator", un furiosísimo tiburón sonoro que es lanzado a toda hostia y con una mala leche increíble. Poderoso riffeo, voz ultrapoderosa y todo un ejemplo de cómo se debe de abrir un disco. Con un buen par.
"The Last revelation" se erige como una auténtica revelación en el sonido del grupo. Una cadencia enfermiza se apodera del tema desde el primer momento y no lo abandona hasta su agónico final, mientras asístimos atónitos a una fiera demostración de entrega, "sudor extremo" y al despliegue de arte de una acertada y conjuntadísima formación que no oculta que sienten y viven el metal ochentero de Bathory o Venom tanto como el oscuro metal nórdico de las tierras de los Darkthrone, Emperor o Immortal. Una canción, simplemente ideal.
Un rítmo machacón y netamente Blacker nos inhunda la cabeza para anunciarnos a bombo y platillo que llega el tema-título, "Phoenix Rising", y que la cacería no ha hecho más que comenzar. Arrollador tercer navajazo, que no niega la entrada de melodías y "accesorios" de índole más comercial para completarlo. El tema parece sacado, en sus últimos e hirvientes momentos, de aquel definitivo "Altars of Madness" (de los amos Morbid Angel). Se nota que la escuela Death" también está bien incrustada en el avasallador ente que resulta la ser la música de Deströyer 666.
Llega "la hora de la verdad", el momento que muchas bandas esperan, pero que a veces no termina de llegar jamás. El momento de componer un tema que se grabe a fuego en los corazones de todos aquellos que se pongan en el camino de la composición de marras. Llega el momento de arrodillarse y clamar piedad antes de ser víctimas de los dioses de la guerra. "I Am the Wargod (Ode to the Battle Slain)" se abre ahora y todo lo demás no importa. Un bajo de lineas preciosistas y tranquilas sirve de plataforma, para que en cuestión se segundos, la banda se ponga al rojo vivo y se ponga en marcha sin atisbos de parar. Velocidad, energía, melodías que se quedan a vivir en tu heart of Steel, dobles bombos asesínos y ultrasónicos, solos envíados desde el mismísimo infierno y una voz irosa y quemada con Napalm son el sello del tema. Calidad, fuerza presta y un carisma devastador en la composición. Deströyer 666 deberían pasar a los anales del Metal extremo, aunque sólo fuese por éste "I am The Wargod". Imprescindible oda al Thrash, al Death y al Black Metal. Todo en uno.
"The Eternal Glory of War" tiene un duro y puro sabor a Mörk Gryining o a Satyricon en los primeros tiempos, pero Thrasheado y poderosamente revestido para la ocasión con una "túnica" de los Deströyer. El tema tiene unas cadencias rítmicas muy bien dosificidas durante la duración del mismo. La melodía es una constante ahora, pero en un entorno "hostil y brutal". Como debe de ser.
Si "I Am the Wargod" es el Dios de éste tercer trabajo, desde luego que "Lone Wolf Winter" se puede quedar con el puesto de rey. Lo mismo que nos ha entregado la banda hasta el momento se convierte ahora en un afilado sonido con una madurez más visible en el devenir del "oda" a los lobos de Australia. Trallazo Blackmetalero en toda regla, dotado ésta vez de un misticismo difícil de explicar y catalogar, que junto a un declarado espíritu Thrasher hace llegar el tema hasta lo más hondo de nuestras almas. Los coros finales, fusionados con la banda dejándose la piel en un maremoto de riffs y blast beat descomunal, no hacen más que elevar el tema a la categoría de infaltable. Poder y máxima sensibilidad elevado a la máxima potencia.
"Ride the Solar Winds", se posiciona, desde el primer riff como uno de los temas más potentes del disco y sin duda tiene un arrollador aura revival digno de los dos primeros trabajos del grupo. El Thrash primario y el Black añejo de las cortes de Quorthon se dan cita en "Ride the Solar Winds" con una elegancia y una majestuosidad dignas de elogio.
Se acerca el fín de disco y los ánimos están caldeados de mala manera. "The Birth of Tragedy" actúa como traca final explosiva y canalizadora de multitud de matices y reminiscencias. Lo mejor de la escuela ochentera se intuye aquí y la banda provoca al oyente con ese incesante "desafio" de guitarras, bajo y atronadora batería. Un fin de fiesta tan técnico como brutal, tan intenso como hechizante. Punto final de puro vértigo y mejores formas.
"Phoenix Rising" es un enorme canto (o aullido) a los cuatro vientos, que deja bien claro, que existen unos nuevos reyes en la sombra, dispuestos a hacerse con el trono del Metal extremo al primer descuido de alguno de los actuales reyes. Larga vida a Deströyer 666 y al enorme poder y fiereza de su música.
4 Cuernos ( bien altos) para la bandaza australiana.
K.K. Warslut : Voz y Guitarra
Shrapnel : Guitarra
Bullet Eater : Bajo
Deceiver : Batería