Deafheaven - New Bermuda

Enviado por Betrayer el Sáb, 09/01/2016 - 20:20
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En esto del Metal se utiliza mucho la frase de “está todo inventado”, y aunque estas tres palabras tienen su parte de razón, un servidor siempre ha confiado en el espíritu de superación del ser humano como principal arma para intentar pelear contra una afirmación tan categórica como dolorosa. Y así, con un saco de esperanza a las espaldas, con mucha morralla masticada por el camino, e incluso con momentos que empujan a tirar la toalla, siempre acaba saliendo un rayo de esperanza por algún resquicio, y si no, algún buen colega metalhead se encarga de descubrirlo por ti.

Matizaré mis palabras, pues está claro que a día de hoy inventar algo 100% nuevo es tarea imposible, las bases están más que sentadas y quizás la posibilidad más plausible sea, como en esta ocasión, la fusión de estilos, con los pros y contras que ello conlleva. Porque claro, si fusionas Death con Thrash, estás trabajando en unos terrenos fértiles donde la gran mayoría de “deathers” disfrutan del Thrash al igual que la gran mayoría de “thrashers” disfrutan del Death, pero cuando lo que intentas fusionar es Black con Sludge y Rock, la cosa se complica bastante, ya que necesitas un público con una amplitud de miras más que considerable, algo de lo que no suelen andar demasiado sobrados los “blackers” pata negra, los modernuchos gafapastas “sludgers” ni los pseudo-depresivos “shoegazes”. ¿Entonces quién cojones va a escuchar a estos Deafheaven? ¿Cuatro idos de la olla como tú y como yo?

Coñas aparte, apartamos etiquetas, tabúes y prejuicios para disfrutar de este “New Bermuda”, un disco con muchas cosas interesantes por descubrir. Singular propuesta la de estos americanos como también fue su manera de entrar en el circo metálico. Todo comenzó como un proyecto entre el vocalista George Clarke y el guitarrista Kerry McCoy, que enviaron su demo de 2010 a varios blogs donde obtuvieron una respuesta muy positiva, lo cual les llevó a formar una banda al completo para poder tocar en directo y consecuentemente conseguir contrato con la modesta discográfica Deathwish Inc.

La principal virtud de este trabajo es su capacidad para conseguir aflorar los sentimientos más íntimos del respetable. Los temas pasan de vertiginosos riffeos blackers a relajantes pasajes melódicos con cierto hedor a Sludge, e incluso a Indi Pop, con la peculiaridad de que George Clarke no abandona en ningún momento su estirado shriek. Y toda esta mezcolanza y sucesión de estilos crea unas tensiones dramáticas profundas y cautivadoras, extremadamente sutiles sin la necesidad de adornos barrocos. Esa quizás sea una de las principales virtudes del disco, el conseguir la mencionada mezcla de estilos de una forma sencilla y natural. Aquí no vamos a encontrar estructuras enrevesadas ni solos imposibles, si no un conjunto de notas tocadas con mucho sentimiento y pasión que se entrelazan entre sí con exquisita fluidez, sin prisas, premiando el buen gusto y olvidando si la duración del corte es la adecuada según los volátiles cánones o no.

Puede parecer extraño pero aunque los temas se mueven en unos nueve minutos de media, no se hacen para nada largos. Y eso que hay momentos en que quizás la banda abusa un poco a la hora de estirar y repetir el mismo riff una y otra vez, pero siempre son capaces de aportar un nuevo detalle, un punteo diferenciador, un golpeo diferente de batería, una voz donde antes no la había. Detalles que hablan por sí mismos y que evidencian dos cosas, la primera es que estos tíos se toman la composición de los temas muy en serio, y la segunda es que tienen talento para ello, porque solo con voluntad y esfuerzo uno no es capaz de trazar una telaraña tan sentida y equilibrada como la de “New Bermuda”.

Me permito un par de apuntes a mejorar entre tanto halago. El primero quizás sea que los riffs blackers son en ocasiones algo mediocres, y cómo he dicho más arriba algo repetitivos, sobre todo cuando vienen acompañados de blast beat. Y el segundo reside en la voz de George Clarke, la cual considero mejorable tanto en su forma de entonar, demasiado similar todo el rato, como en la producción, ya que pareciese que la voz se oye demasiado lejos, un poco por debajo del resto de instrumentos. Otro apunte sería la posibilidad de cambiar de registro cuando la banda se sumerge en caminos más pausados y melódicos donde mandan las acústicas. No sé si una voz limpia sería contraproducente con la filosofía de la banda, pero un giro hacia un registro algo más melancólico no les vendría nada mal (claro que no todo el mundo es Ihshan).

Cerramos aquí la presentación del nuevo descubrimiento de un servidor, esta vez gracias al colega Marcos (Marcoshead), quien después de unos años intercambiando opiniones metálicas y pese a encontrarse a muchos kilómetros de distancia, supo entrever que la propuesta de Deafheaven me iba a interesar. Y así ha sido, “New Bermuda” me cautivó desde el primer tema “Brought to the Water” (véase el cambio de ritmo que comienza en 3:23, pelos como escarpias), y conforme le ido dando más escuchas su pesarosa atmósfera se apoderó de mí. Así que gracias Marcos, gracias Deafheaven y gracias al resto de bandas que siguen innovando sin miedo, haciendo del universo metálico un espectro cada vez más amplio y rico en matices, asegurando así su supervivencia.

PD: La portada me parece tremenda, consigue transmitir la misma melancolía y oscuridad que la música de la banda, pero como no entiendo de arte no me he atrevido a analizarla.

Kerry McCoy: Guitars
George Clarke: Vocals
Stephen Lee Clark: Bass
Daniel Tracy: Drums
Shiv Mehra: Guitars

Sello
Anti Records