Darkthrone - Sardonic Wrath

Hoy no es un día cualquiera, metalheads. Hoy es un aniversario y no es ningún aniversario chorras. “¿Luego qué es lo que conmemoramos, Priest?” Os preguntaréis, pues bien: Hoy, hace QUINCE años que perdimos a Quorthon. Desde aquel fatídico 3 de Junio de 2004, cuando su corazón no aguantó más, nos quedamos sin Bathory para siempre. Habíamos perdido a una de las bandas y personajes más importantes del metal extremo. El arquitecto del viking metal, el co-creador del black metal… casi nada… pero ¿sabéis qué? Nos quedaron sus acólitos, y cada día sus hordas son más fuertes y numerosas.

La noticia de la muerte de Quorthon en Escandinavia se tomó a la tremenda, y muchos músicos homenajearon, a su manera, al que fuera de algún modo su mentor. Es el caso sin ir más lejos de Darkthrone, quienes humildemente dedicaron su siguiente álbum de estudio al sueco: el Sardonic Wrath (2004). Porque en este mundo, no se puede olvidar a quiénes se lo debemos todo, y Darkthrone, de algún modo le deben mucho a Bathory. Así que por esta doble razón estamos hoy aquí, para recordar en medida de lo posible a Quorthon, y para hablar de este Sardonic Wrath de los noruegos. Disco que al igual que The Cult Is Alive, el Hate Them o el FOAD (por ejemplo), queda lejos de la saga clásica del black metal de Darkthrone. Pero anyway… todos sabemos que lo que traen estos barbudos venidos de Noruega siempre merece como poco unas escuchas. Ya tenemos claro que a estas alturas no volverá a llover un Transilvanian Hunger o un Panzerfaust… sí, ya… pero siempre puede haber una digna entrega de black metal por parte de una de las bandas más importantes del movimiento ¿no? Y si es en honor al puto Quorthon… mejor que mejor, ¿verdad?

Order Of The Ominous abre como introducción para el Sardonic Wrath y para allanar el camino a Information Wants To Be Syndicated. Canción que… a pesar de ser un pedrolazo de black metal cacharrero, tiene un poso letrístico más punk que otra cosa. No podemos olvidar que en estos tiempos, Darkthrone estaban en plena evolución hacia terrenos más crust punk. Puede que en Sardonic Wrath el concepto estuviera todavía en estado embrionario, pero se huele bastante lo que ya planeaban hacer Fenriz y Nocturno en discos posteriores como el The Cult Is Alive, sin ir más lejos.

Sjakk Matt Jesu Krist, Straightening Sharks In Heaven… dos tracks planitos sin demasiado feeling, aunque sí es cierto que Straightening Sharks In Heaven tiene sus cosas. Alle Gegen Alle quita el pie del acelerador para brindarnos uno de esos medio-tiempos característicos de la banda, y luego volver a ponernos a caldo con la descarnada crudeza de Man Tenker Sitt. Igual es cosa mía, pero hasta Sacrificing To The God Of Doubt, el álbum no termina de convencer de verdad. Esta séptima pieza, como poco, ofrece unos riffs con más garra que el resto de las anteriores canciones. Sólida esta Sacrificing To The God Of Doubt. De lo mejor del disco junto con la famosa Hate Is The Law; que ya con la potencia de sus guitarras y las voces de Fenriz volando como el viento, tiene papeletas para ser de las favoritas del álbum. Por último, Rawness Obsolete cierra con otro medio-tiempo darkthroniano. Cero sorpresas, pero al menos acertada atmósfera y no menos actitud en instrumentación y voces.

Si somos realistas, Sardonic Wrath está un peldaño o dos por debajo de discos como Ravishing Grimness o Hate Them, y varias plantas por debajo de los clásicos noventeros de la banda. Ciertamente… Quorthon se merecería un mejor álbum dedicado que este, aunque fue lo que estaban acabando de componer y grabar cuando el sueco nos dejó. El caso es que aún así, un aura de cariño y respeto rodea este álbum a ojos de los seguidores. Bien sea por la portada, por la dedicatoria o por el simple hecho de ser Darkthrone… la peña respeta el Sardonic Wrath.

Uno de los discos más crudos, cutres, burros y cacharreros jamás paridos por Nocturno y Fenriz… a la altura de los primeros discos… pero sin el talante y magia de estos. Tres cuernos medio-bajos para Sardonic Wrath. Un 5,75. Darkthrone entrando en metamorfosis y en un momento algo confuso de su existencia.