Captain Beyond - Captain Beyond

Enviado por el richard de … el Jue, 31/08/2017 - 02:46
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Siempre les he tenido especial manía a los supergrupos. Gente destacada de varias bandas exitosas que se juntan para hacer nueva música, pero que en la mayoría de ocasiones terminan siendo fiascos que venden más por el nombre de sus participantes que por la calidad de la música en sí. Sin embargo, siempre hay excepciones, y en el mundo del metal y el rock hemos podido disfrutar de alineaciones de infarto como Bad Company, Asia, Brujeria, Down, Fantômas o Liquid Tension Experiment, que además de juntar a nombres reconocidos ofrecían material de la más alta calidad. Pues Captain Beyond forma parte de este grupo de privilegiados, contando con nada menos que con la participación de Rod Evans, cantante original de Deep Purple, Larry “Rhino” Reinhardt y Lee Dorman, guitarrista y bajista de Iron Butterfly respectivamente, y Bobby Caldwell, batería de grandes artistas como Johnny Winter o Rick Derringer.

Viendo estos nombres lo más lógico sería esperar un disco de rock psicodélico con toques de blues. Y si bien es cierto que tiene muchas influencias de la psicodelia, la obra posee una base del heavy rock más potente que había en aquella época. Un heavy inspirado en bandas inglesas como Black Sabbath, Deep Purple o Led Zeppelin, pero sobre todo por las grandes bandas de rock americanas, como es el caso de Cactus, Humble Pie o Grand Funk Railroad. Además, la banda quiso ir un paso más allá que sus coetáneos y también añadió grandes dosis de rock progresivo a su música. Aquí hay calidad para todos los gustos y colores.

El disco en general está basado alrededor de la guitarra de Rhino, el cual nos regala una de las mejores enciclopedias del riff de los setenta. Muy pocos consiguieron llegar a este nivel, solo unos pocos gigantes como el magno Tony Iommi, el a menudo olvidado Jim McCarty de Cactus, Tony Bourge o Richie Blackmore podían equipararse a este nivel de calidad riffera. Además, la base rítmica es buenísima y está super cohesionada, lo que ayuda a conseguir un sonido mastodóntico que pocas bandas poseían en la época. Por último, la performance de Rod Evans es verdaderamente brillante, la mejor de toda su carrera sin ninguna duda. Para darse cuenta de ello tan solo hace falta echarle un vistazo a las maravillosas líneas vocales con las que nos deleita en “As The Moon Speaks (Return)”, o la fiereza con la que ataca al micrófono en “Raging River Of Fear”. Ian Gillan, reemplazo de Evans en Deep Purple, era un mejor cantante, con más rango y variedad de tesituras que Rod, pero la pasión que pone este hombre aquí pocas veces se ha visto.

Una vez entramos a devorar el disco puede que se nos pase por la cabeza que las canciones van a ser cortas y sin demasiadas complicaciones, ya que nos percatamos de que posee la friolera de 13 temas en tan solo 35 minutos. Pero nada más lejos de la realidad, y es que como dije antes Captain Beyond también están influenciados por los grandes nombres del rock progresivo de los 70. Por esta razón sus composiciones suelen ser largas, repletas de cambios y a menudo constan de varias partes muy diferenciadas entre sí. Lo que ocurre es que en lugar de considerar estas partes distintos fragmentos de una sola canción decidieron separarlas en varios tracks con nombre propio, no se muy bien el motivo.

Por ese motivo, a la hora de analizar los temas de este LP podemos diferenciar cuatro partes. La primera es la formada por “Dancing Madly Backwards (On A Sea Of Air)”, “Armworth” y “Myopic Void”, que juntas constituyen un solo tema. El disco empieza con la batería de Caldwell haciendo unos complicados ritmos sincopados, a la cual se une toda la banda para ofrecernos rock clásico americano sin pretensiones. Sin embargo, el tema pronto desemboca en un riff proto-metal, sobre el cual Larry comienza a acribillarnos con sus afilados solos y con licks frenéticos que acompañan a la voz de Evans. Finalmente, un riff con un intrincado tempo desemboca en la más tranquila “Armworth”, donde Rod comienza a deleitarnos con su angelical voz en esos preciosos:

“Tell me
Where
Tell me
Where do I go to find it”

Para acabar, “Myopic Void” nos presenta un paisaje más psicodélico, con el que estoy seguro que más de uno se ha pegado un buen viaje, para acabar volviendo a los riffs proto-metaleros y las letras del primer tema de la suite, “Dancing Madly Backwards”.

En tan solo estos tres primeros temas se puede catar la gran amalgama de estilos que fusionan Captain Beyond. El rock clásico americano, los riffs de proto-metal inspirados en Black Sabbath, los intrincados cambios de ritmo basados en el rock progresivo y los pasajes psicodélicos. Además, todo esto viene aderezado por unas magníficas letras plagadas de metáforas que hablan sobre las drogas y la vida. Muy recomendadas si tienes un buen nivel de inglés.

La segunda parte del disco es la formada por las individuales “Mesmerization Eclipse” y “Raging River Of Fear”, los cuales son probablemente, junto a algunos momentos de “Dancing Madly Backwards” y “I Can’t Feel Nothing”, los puntos más heavys y potentes de toda la obra. Durante estos dos temas Rhino toma las riendas por completo y los temas giran alrededor de su ardiente guitarra. Sin embargo, mientras esta segunda sección nos presenta a los Captain Beyond más potentes, la siguiente nos muestra a los más psicodélicos y experimentales. Esta tercera parte está compuesta por la suite que forman “Thousand Days Of Yesterday (Intro)”, “Frozen Over” y “Thousand Days Of Yesterday (Time Since Come And Gone)”. Tras una magnífica intro acústica en la cual Evans vuelve a mostrarnos su lado más angelical aparece “Frozen Over”, que se erige como otro compedio de riffs destructores influenciados por el heavy y el blues. Y para terminar, “Thousand Days Of Yesterday” vuelve con más misticismo y psicodelia. Si eres fan de Yes o Genesis disfrutaras de esta última parte de la canción como un verdadero enano.

La última suite probablemente sea el punto álgido del disco, y no solo eso, sino que también el punto álgido de la carrera de Captain Beyond. Esta parte está formada por los últimos cinco temas del álbum, y en ella podemos volver a presenciar la amalgama de influencias de la banda. Mientras que ambas partes de “I Can’t Feel Nothing” y la enérgica “Astral Lady” nos sacuden con verdadero proto-metal, las dos partes de “As The Moon Speaks” nos deleitan con sus cuidadas melodías y preciosas líneas vocales. Digna mención a la segunda parte de “As The Moon Speaks”, que a mí parecer es el mejor momento de la obra, verdadera magia convertida en música. Y esto no sería posible sin la brillante interpretación de Rod Evans en esas dos memorables estrofas:

“Memories have only open space to give
And as I think to the past
There's nothing left to see

So future man open your arms to me
Let me hear the wisdom
As the moon speaks to the sea.”

El futuro de la banda tras este disco fue muy oscuro. Al año siguiente sacaron el digno Sufficiently Breathless, el cual estaba bastante más orientado hacía el rock psicodélico y el space rock, dejando la faceta heavy más apartada. Ninguno de los dos discos tuvo gran aceptación, lo que provocó la salida de Rod Evans en el año 1973, a lo que siguió la disolución definitiva del grupo unos años más tarde tras otro intento discográfico fallido, el más normalito Dawn Explosion.

Bobby Caldwell intentó reunir a la formación original a partir de 2011, pero esto no fue posible debido a varios factores. Lee Dorman y “Rhino” murieron en 2012, y Rod Evans llevaba retirado del mundo de la música y de la vida pública desde el año 1980 debido a un grave incidente con Deep Purple. Resulta que una compañía contactó con él debido a que, según ellos, estaban reuniendo a Deep Purple, idea que gustó a Evans y le motivó a firmar el contrato. Sin embargo, resultó ser que era una empresa fraudulenta que se dedicaba a hacer falsas reuniones de grupos grandes, en las cuales solo necesitaban que hubiera un miembro original, quedando los demás puestos relegados a músicos de sesión. Además, la gira fue anunciada con unos carteles en los que estaban escritos los nombres de los miembros míticos de Purple (Richie Blackmore, Jon Lord…) con una frase arriba que decía que esos músicos no aparecerían en el concierto. Esto dio lugar a confusión, y gente que pensaba que iba a ver a todos los miembros de Deep Purple se toparon con Rod Evans y cuatro músicos de sesión, por lo que todos los conciertos acababan prácticamente en disturbios. Tras estos sucesos, Deep Purple denunció a Rod Evans, obligándole a pagar 672.000 dólares por daños de imagen, pero al no tener dinero suficiente para pagar la multa se le castigó negándole el derecho a royalties de los tres primeros discos de Purple de por vida.

Un triste final para una de las mejores bandas que nos dieron los 70s, pero al menos siempre nos quedará esta joya para disfrutar de ellos.

Como curiosidad cabe destacar que ambos guitarristas de Mercyful Fate, Hank Shermann y Michael Denner, colocan a este disco en el puesto número dos de los mejores álbumes de todos los tiempos, y dos genios así no pueden estar equivocados.

¡Un 10 para esta joya perdida en el tiempo y un 10 para esa hipnótica y preciosa portada!

Rod Evans: Voz
Larry "Rhino" Reinhardt: Guitarra
Lee Dorman: Bajo
Bobby Caldwell: Batería

Sello
Capricorn Records