Cannibal Corpse - Red Before Black

En cuanto a Death Metal se refiere, 2017 no ha sido un mal año para el género, y la racha será de todo menos mala, bandas como Immolation, Dying Fetus, Decapitated u Obituary nos han dejado material de primera durante la jornada, una jornada que, tristemente, ya va llegando a su crepúsculo. Pero, seamos serios, el anuario deather del 2017 no podría acabar sin una última patada en las tripas tal y como merece tal ocasión. Bestias sedientas de sangre y volátiles vísceras en almíbar, atención y al loro, Cannibal Corpse regresa con nuevo álbum de estudio bajo el brazo. Con todos ustedes, la decimoctava cuchillada sanguinaria de los de Florida, Red Before Black.

Hasta el momento, Cannibal Corpse han sido siempre una banda de palabra. Habrán tenido momentos más bajos y otros más altos, pero nunca han fallado a su audiencia, ni en su discografía ni en los escenarios, y no van a empezar a estas horas, con el partido tan avanzado.
Grabado nuevamente en los Mana Recording Studios de Saint Petersburg, Red Before Black, como disco de Cannibal Corpse que es, nace cual pústula purulenta lista para ofrecer lo mejor que estos chicos saben hacer y como nadie: el Death Metal más brutal y malsonante que pueda escucharse en la tierra.

Pongamos las cartas sobre la mesa. Éste es un disco de Cannibal Corpse, de pelo en pecho, como sucede con tantas otras bandas del mundillo ellos tienen una fórmula tan reconocible como escasamente variable. No es innovación precisamente lo que uno viene a buscar en una entrega de estos tíos, y ellos, por su parte, ni la necesitan ni la quieren. Tralla, tralla y más tralla, las monstruosidades del conjunto de Alex Webster y los berridos inhumanos del eternamente imponente Corpsegrinder, eso es lo que uno viene a buscar en un álbum como el in situ presentado, ni más ni menos. Por supuesto, y lo adelanto, Red Before Black cumple con todo aquello esperado. El material aquí trabajado lleva la marca “Cannibal Corpse” al ciento por ciento.

Sin embargo, sí que tiene sus peros, y es que no dejo de pensar en que este Red Before Black podría haber sido incluso mejor si tenemos en cuenta quiénes lo han compuesto. Para empezar, los singles Red Before Black y Code of the Slashers dan un sabor más bien genérico, como dirigido a cumplir a secas en el directo más que otra cosa, el primero de ellas (Thrash bestia llevado al extremo) pasa sin pena ni gloria y el segundo tarda lo suyo en coger carrerilla y cosechar ese ritmo irrefrenable al que nos tienen acostumbrados.
Por otra parte, canciones como Firestorm Vengeance o Heads Shoveled Off también caen en la esquematización compositiva. La materia luce salvaje y cruda, con una gran performance por detrás (acojonante, como siempre), pero el resultado es un Death Metal de manual, más anecdótico que perdurable en la memoria.

Ahora bien, el resto del track list es otra cosa, justamente donde encontraremos a los mejores Cannibal Corpse, sedientos de sangre y mutilación desde la apertura iniciada por Only One Will Die, no perdiendo ni un segundo en convertir todo en una cruenta masacre. ¡Que se haga el caos! Y, acudiendo a la llamada, aparecen bellezas como Shedding My Human Skin (en la que cada riff sienta como una puñalada en carne viva), la TREMENDA Remaimed (innovadora a su modo en cuanto a su forma de controlar los tiempos, una hórrida y putrefacta creación del mal) y la genuina Corpus Delicti (de mis favoritas sin duda, lleva la palabra “brutal” tatuada en cada nota).

Asimismo, Scavenger Consuming Death (anotamos una notable protagonización de Webster al bajo y meteóricos duelos de guitarra entre O’Brien y Barrett) allana el camino que nos llevará por las últimas extensiones de la lucha, donde culminarán horrores de la talla de In the Midst of Ruin (en la que Corpsegrinder prácticamente se sale y se corona en uno de los mejores estribillos de la obra), Destroyed Without a Trace (la banda mostrando su cara más grotesca en medio de la matanza que sucede tras la oleada de solos) y la definitiva Hideous Ichor, un brindis perverso a favor de lo poco que quede de nosotros.

En resumidas cuentas, Red Before Black es un muy logrado reflejo del buen estado de forma de la que gozan Cannibal Corpse actualmente. Su espíritu aún refulge en puro fuego y dinamismo y su música se vive en promesa del headbanging más intenso imaginable. Si de ellos esperamos un trabajazo de Death Metal sólido, bien producido y agresivo, éstos nos lo dan sin pestañear, pues no por nada son una de las formaciones más formidables y competentes dentro de su género, y lo han vuelto a demostrar una vez más.

Aunque, claro, si hay una de cal también habrá otra de arena, y es que no estamos ante el disco en que los Cannibal Corpse más se hayan estrujado la sesera. Como sucediera con otras obras como Gallery of Suicide o The Wretched Spawn, aquí no se anda falto de buenas ideas, pero tampoco de la repetición y clonación de tantas otras, así como del abuso de una esquematización a menudo demasiado lineal y menos fresca. Por otra parte, unos diez minutos de menos tampoco le habrían venido mal, 36 minutos de larga duración habrían sido respirados más ágilmente que los 46 que tiene en realidad.

Tampoco llama mucho la portada, no termina de atraer ese tipo que recuerda a Bobby Ellsworth sujetando un machete. Pero vaya, la cosa es que funciona, y, conclusivamente, Red Before Black, desde luego, no decepcionará ni a sus seguidores más incondicionales ni a todo aquél que desee pasarlo bien con el Death Metal machacón al que estos tíos siempre serán devotos. Al final, nada hay más importante que eso.

Por parte de vuestro servidor serán tres cuernos altos (7.5/10) para el decimoctavo de Cannibal Corpse. No será el disco de Death Metal del año, ni la resurrección de demonios históricos como Butchered at Birth, Tomb of the Mutilated o incluso Kill, y aunque esté algún que otro peldaño por debajo de A Skeletal Domain… ¡Coño! ¡Que son los Cannibal Corpse, y eso ya debería decirlo todo (o casi todo)!