Akhlys - Melinoë

Enviado por Mendoza M. el Dom, 11/04/2021 - 21:00
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1. Somniloquy
2. Pnigalion
3. Succubare
4. Ephialtes
5. Incubatio

Álbum completo

La expectación y la algarabía que se generó alrededor del nuevo álbum de Akhlys es una cosa que yo pocas veces he vivido en carne propia. Al final de cuentas hablamos de un proyecto que no concede mayores alegrías a la hora de promocionar sus trabajos, ni tampoco parece estar muy interesado en salir de su nicho. Lo cierto es que este "Melinoë", publicado el a finales del año pasado bajo el amparo de Debemur Morti, corre con la responsabilidad de ser el sucesor de su tan aclamado "The Dreaming I" (2015), lo cual no es una tarea sencilla si tomamos en cuenta la metamorfosis que ha sufrido el sonido de un proyecto que empezó tocando un soporífero dark ambient y que a la postre terminó revelándose como una bestia de cuidado tras meter un cambiazo que les colocó en ese extraño pedestal en el que están actualmente.

El creador y gurú del asunto, Naas Alcameth, es un tipo de una destreza contrastada. Todos los grupos en los que tiene intervención directa, llámese Nightbringer, Aoratos o Bestia Arcana, son proyectos que exhiben una pericia y una manera de entender el estilo muy particular que lo ha llevado a engendrar álbumes de una calidad despampanante en lo suyo. Akhlys vendría a ser otra extensión de su persona y en donde el señor se permite insistir en la que es claramente su obsesión temática y lírica: el mundo onírico. Esa es la razón de ser del aquí reseñado "Melinoë" (diosa griega que es generalmente conocida por ser portadora de pesadillas), el cual nos presenta un esquema conceptual que indagará nuevamente en el lado más oscuro de la fantasía y su relación con lo que sea que esté más allá del velo de sueños. Metiendo con saña los dedos en ese desconocido plano que une lo terrenal con lo extrasensorial.

Ya en el apartado musical, Alcameth le concederá más protagonismo a las secciones ambientales. Este elemento se hará sentir durante prácticamente todo el minutaje de una forma u otra y se impondrá definitivamente en un modelo de composición que así se lo permite. El sonido es generalmente compacto y rico en matices. Todos los instrumentos parecen destacar en su justa medida y empujan hacia una misma dirección, llevando a cabo un Black Metal feroz que no renunciará jamás a la velocidad y que sabe cómo aplicarla cuando la tensión dramática del álbum así lo pida. El estilo en sí lo encuentro muy similar a lo que podemos escuchar en Bestia Arcana o Aoratos, con la sutil diferencia que significa un acentuado influjo melódico y generalmente desbocado que contrasta un poco con las demás propuestas un tanto más ceremoniales de su catálogo.

La capacidad que posee Akhlys para entretejer sus atmósferas es notable, tirando de teclados agresivos que se confunden con las guitarras y los huracanados riffs de estas, creando un efecto de acople y zozobra que el tipo empezó a explotar desde el "Apocalypse Sun" (2010) de Nightbringer y que se ha convertido en su sello de identidad. Su poderío vocal se entrega en un acerbo shriek que da amplitud a la obra, aprovechándose de las virtudes de una base instrumental que concede margen de maniobra. Por su parte, el trabajo en batería del señor Eoghan es realmente bueno. Preciso, versátil y contundente, el también baterista de Aoratos logra mantener un nivel de calidad parecido al de su antecesor Ain, aunque yo tengo sospechas de que es el mismo tipo.

Y así, el quinteto de temas que conforman este "Melinoë" se desenvuelven en un vaivén de sensaciones. El comienzo con una pieza realmente poderosa como "Somniloquy" no podría ser más acertado; por cuanto nos muestra a un conjunto que se sostiene mediante una divina amalgama de punteos, juegos de atmosferas y un afiladísimo aporte vocal que logran entretejer un aura de caos instrumental y fuerza melódica que no hará más que intensificarse con el transcurrir de los minutos. La contra viene de la mano de la inclusión de pasajes totalmente ambient a voz murmurada que a mí en lo personal me aburren terriblemente, aunque entiendo perfectamente su intención y su razón de ser. Ya en "Pnigalion" se deja intuir un poco por dónde podrían ir los tiros, aunque a los pocos minutos el combo se abalanza sobre nosotros con un despliegue sensacional de Black Metal envuelto en sucesivas capas de distorsión que esconden en su haber quizás la mejor y más importante línea melódica el trabajo. Eso sí, el bajón se producirá en "Succubare", una pieza que busca representar la oscuridad inherente y simbólica que se le atribuye a Melínoe como la entiedad sombría que se supone que es. La cuestión es que este track yace posicionado en una incómoda sección intermedia que destruye por completo la continuidad de un álbum que quizás no se merecía este trato.

El ritmo se logra retomar de gran manera con las siguientes composiciones, destilando una serie de factores que propician un caos controlado que destina sus mayores recursos en pro de encontrar el lado más épico del dúo. Esto los llevará a explorar los confines de su propuesta, topándose casi de frente con el Black sinfónico en el proceso. Todos los instrumentos se ​vuelcan sobre nosotros en sana cohesión, mostrando un dominio total de lo que se hace. Y aunque el conjunto se resiente mucho de una serie de circunstancias que no me terminan de convencer del todo, jamás me atrevería a calificarles de errores como tal.

Este el concepto que maneja Akhlys. Quizás a primera escucha no se logre apreciar todo en su justa dimensión. Encima me es evidente que se busca una especie de continuación del "The Dreaming I". Sin embargo, tras meses de insistencia veo que estoy ante un álbum realmente poderoso, que porta consigo una idea y una finalidad. He aquí una serie de temas que individualmente se pueden valer por sí mismos, pero que se benefician muchísimo cuando se les abriga con el imaginario que fue creado para ellos, lo cual termina desembocando en una propuesta musical que va muy acorde con los parámetros de calidad que le reconozco a su autor. Cuatro cuernos, al borde de los tres.

Naas Alcameth: Voz, guitarra, bajo, teclados
Eoghan: Batería

Sello
Debemur Morti Productions