Depressive Black Metal

Visto ahora en perspectiva y con lo mal que se manejó la carrera de estos italianos, seguramente no os imaginaríais el pelotazo que significó en la escena su segundo álbum, pero creedme cuando os digo que a (casi) nadie dejó indiferente. En 2003 esto del black depresivo pegaba bastante fuerte, Shining habían dado la campanada un año antes con su tercer álbum y nadie pudo predecir que el siguiente fenómeno llegaría de Italia.

El Depressive Black Metal es un género que visto a día de hoy puede parecer sobreactuado y muchas veces hasta fingido, siendo un estilo que a principios del milenio se empezó a poner de moda (dentro de lo que cabe) con un número ingente de bandas payasas y mediocres que tocan el tema del suicidio y la depresión con la mentalidad de un chico “malote” de 15 años a lo mucho.

La depresión es un tema recurrente en el metal, hasta el punto de que existe todo un subgénero dentro de otro subgénero dentro de otro sub… dedicado exclusivamente a expresarse sobre el tema, a fin de cuentas el Black Metal funciona, si se hace bien, como el lienzo perfecto para transmitir todo tipo de emociones oscuras. El popularizado como Depressive Black Metal en general tiene éxito en pintarnos el panorama decadente más sin embargo no hace más que tocar la punta del iceberg cuando se habla de un tema tan complejo. Yeah!

“Discos del medio”… hay demasiados. ¿Cuántos discos no habrán en medio de dos gigantes obras? Muchísimos. Y no es porque estos álbumes sean inferiores o de mala calidad, sino que corren con la mala suerte de un predecesor monstruoso y un sucesor coloso. Y el día de hoy toca cerrar la sacra trilogía de Opera IX con su “disco del medio”, pero con bastante poder y gloria, al igual que los otros dos. He tenido la maravillosa oportunidad de haber traído esta trilogía que todo metalero debería escuchar alguna vez en su vida.

En mi anterior reseña, intenté hacer algo de justicia con el Depressive Suicidal Black Metal. Y el proyecto con el que me topé no resultó nada agradable. Vaya suerte la mía. Jodido pero no vencido, decidí dar un último intento por agarrarle algo de gusto a este subgénero tan poco respetado. Pero esta vez, decidí escarbar un poco más (pésimo error ese de coger el primero disco con el que te topas) hasta dar con algo un tanto más elaborado, aunque no por ello necesariamente más conocido. Recordemos que esta semana andamos por terrenos mucho más subterráneos que de costumbre.