1. The purple lagoon
2. G-spot tornado
3. City of tiny lights
4. The idiot bastard son
5. Pigmy twilite
6. Cheapnis
7. Nanook rubs it
8. Don't eat the yellow snow
9. St Alphonzo's pancake breakfast
10. Inca roads
11. Flakes
12. Broken hearts are for assholes
13. Bamboozled by love
14. King Kong
15. Wet T-shirt night
16. Outside now
17. Willie the pimp
18. Cosmik Debris
Dweezil Zappa, segundo hijo de Frank Zappa, toca la guitarra desde que era un bebé. Hace un par de años reunió una banda para versionear algunos temas de su padre. El proyecto fue bautizado como Zappa plays Zappa, y comenzó su primera gira en 2006. Además de los miembros "fijos" de la banda, para dicha gira contó con dos músicos que trabajaron con su padre, Napoleon Murphy Brock y el "no tan conocido" Steve Vai. Este año les acompaña como artista invitado Ray White, participó en varios de los álbumes de Zappa alrededor de los ochenta (Zappa in New York, Tinseltown Rebellion, You are what you is, etc). Me enteré que actuaban en Madrid aquella misma tarde, y allá que me fui a presenciar un show que cubrió prácticamente todas las épocas de Frank, predominando el periodo setentero, con especial protagonismo de álbumes como Apostrophe, Joe's Garage y Sheik Yerbouti.
Con las últimas luces de la tarde hizo entrada en el escenario Dweezil y su banda para, después de amablemente leernos unas palabras de agradecimiento en español, comenzar con la actuación. En parte por la densidad de los dos primeros temas, y en parte porque aún no era de noche, tuve la impresión que tanto Purple lagoon como G-spot tornado cogieron al público frío. Mira que son dos de los temas por los que yo adoro a Zappa, pero su densidad de agujero negro mantuvo una cierta distancia entre el escenario y el público. Era la primera vez que escuchaba G-spot tornado tocada por un "conjunto de rock". Y es que como muchos sabrán fue una pieza originalmente compuesta para el Synclavier (instrumento al que Zappa dedicó buena parte de su tiempo en sus últimos años de vida) bastante jodida de tocar por humanos y que en su día, y para sorpresa del propio Frank, la meritoria Ensemble Modern Orchestra fue capaz de interpretar en The Yellow Shark.
La cosa comenzó a calentarse cuando tras las mencionadas instrumentales el simpático y entrañable Ray White hizo su aparición en el escenario para interpretar City of tiny lights, un tema bastante más accesible que los anteriores (incluso para el oyente ocasional), que calentó el patio del Conde Duque como el sol de mediodía, y con el que se metió al público en el bolsillo.
Inca Roads fue sin duda el momento cumbre de la noche. Dweezil la presentó como su favorita, y a ella nos subimos sin apenas darnos cuenta para, a bordo de su extenso solo, transportarnos a una dimensión de la que cuando descendimos todos nos encontramos coreando la melodía principal. Si se hubiera dejado le habríamos sacado a hombros. Vaya un fiera, no sólo se ha aprendido un montón de locuras ideadas por su padre, sino que además demuestra que es capaz de tocarlas mejor que él. Tal vez los amantes de la espontaneidad marrullerilla de Frank encuentren el estilo de Dweezil demasiado limpio y académico, pero los que creemos que entre la capacidad de Frank como compositor y como intérprete había una distancia considerable disfrutamos enormemente de cada una de las notas que Dweezil sacó de su Gibson SG y su Stratocaster. Es el mejor guitarrista que he podido ver en vivo, y tenerlo a dos metros escasos fue todo un lujo.
Dweezil Zappa tocando el solo de Inca Roads
Tras Inca Roads Dweezil anunció dos temas de Sheik Yerbouti. En Flakes, una parodia de Bob Dylan, me sentí un poco fuera de lugar, porque los guiris entre el público se reían con la letra pero yo no era capaz de coger las gracias. Joe Travers fue quien imitó la voz de Bob Dylan como hiciera en su día Adrian Belew (bueno, no tan bien). Broken Hearts are for assholes tiene marchita y tal, pero es el estilo de Frank que menos me atrae. En Bamboozled by love salió el bluesman de raza de Ray White para arrancar grandes aplausos.
El mastodóntico King Kong fue el tema donde cada miembro de la banda expuso sus habilidades por turno. Así comprobamos que Sheila, Aaron y Billy Hulting viven en una galaxia más cercana que la de Ruth o Ian Underwood, pero en cualquier caso muy lejos de nuestro planeta. Y todavía hay quien duda que los extraterrestres están entre nosotros!
Pete Griffin partiendo la pana
También hubo un recordatorio de las parodias que Frank organizaba en mitad de las actuaciones, una representación donde Sheila se colocó unas tetas grotescas debajo de una camiseta y se hizo pasar por aspirante a miss camiseta mojada mientras Dweezil conducía imitando la voz de su padre. El premio eran 50 dólares americanos que la concursante necesitaba para volver a su casa. Fue entretenido pero no tanto. Eso sí, tanto Wet T-shirt night como Outside now, ambos temas de Joe's Garage fueron ilustrados con sendos solazos de Dweezil que dejaron al respetable nuevamente boquiabierto.
Tras un pequeño amago de despedida volvieron con una versión (juraría que recortada) de Willie the pimp, el tema más rockero (si no el único) de Hot Rats, cuyo riff de violín inicial fue sustituido por más guitarra. Ray hizo las veces del Capitán Beefheart, que fue en su día invitado para cantar este tema en el álbum.
Y me gusta pensar que el último bis, tras reverencias y despedidas esta vez más consistentes, nos lo ganamos a pulso el público. Entre gritos de "uan mor, uan mor" (sí, había muchos guiris) y preferencias (Whipping post, Sharleena y alguna otra, reaparecieron para tocar Cosmik Debris, con una sección blues en medio donde Sheila y Dweezil mantuvieron un mano a mano saxo-guitarra que dejó muy buen sabor de boca.
Dweezil & Sheila en Cosmik Debris
El repertorio escogido, a excepción de la mencionada Wet T-shirt night que seguramente todos hubiéramos cambiado por algo más transcendente, supongo que fue correcto. Y digo supongo porque ante el inmenso abanico de material donde elegir seguro que cada asistente echó en falta alguna de sus favoritas. En mi caso fueron Peaches en regalia, Uncle Meat, Zoot allures, The ocean is the ultimate solution, Dog breath o The little house I used to live in.
En definitiva, Zappa plays Zappa supone una oportunidad increible para que los que nacimos tarde podamos disfrutar en vivo de la belleza indomable de música del Frank y tener en frente a Dweezil, que aparte de ser un guitarrista como la copa de un pino es un trocito suyo, ni más ni menos que el hijo del Genio de Baltimore.
Dweezil Zappa: Guitarra y voces
Aaron Arntz: Teclados y Trompeta
Scheila González: Saxo, Flauta, Teclados y voces
Pete Griffin: Bajo y vocecillas
Billy Hulting: Marimba, mallets y percusión
Jamie Kime: Guitarra y vocecillas
Joe Travers: Drums & Voces
Invitado especial:
Ray White: Guitarra y voz principal