Yngwie J. Malmsteen's Rising Force - Alchemy

Enviado por MetalPriest el Vie, 11/04/2014 - 02:22
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1. Blitzkrieg
2. Leonardo
3. Playing With Fire
4. Stand (The)
5. Wield My Sword
6. Blue
7. Legion Of The Damned
8. Deamon Dance
9. Hangar 18, Area 51
10. Voodoo Nights
11. Asylum I: Asylum
12. Asylum II: Sky Euphoria
13 Asylum III: Quantum Leap

Odiado y amado, respetado y ninguneado por igual, el guitarrista sueco Yngwie J. Malmsteen mal que les pese a sus detractores es un compositor constante y fiel a sus ideales. Es cierto que hace como diez o quince años que todo lo que pare suena a refrito y a clara falta de ideas... ok. Pero también hay que saber apreciar esos buenos momentos que nos ha sabido regalar. Hablo de material como el debut Rising Force, Marching Out, Trilogy (que aunque no me mata reconozco que es enorme), Odissey... y en menor medida este Alchemy.

Como químico que me considero, toparme con un disco de este individuo que se titule Alchemy (que ok, no significa química pero... mucho tiene que ver) me llena de emoción. Por tanto ya de primeras entro a escuchar esta joyita con buena moral y sin prejuicios. Puede que lo más difícil a la hora de incarle el diente sea su extenso metraje porque... reconozcámoslo: más de una hora de la cual tranquilamente 40 minutos pueden ser punteos speedicos... satura, y mucho pero también hay que verle la genialidad a esta clase de opus, y sobre todo los pequeños matices que con ayuda del Metallian desmenuzaré lo mejor que pueda.

Sobre este Alchemy me gustaría destacar (como siempre) la enorme labor de Mark Boals, un vocalista de tremendos registros y una técnica depurada. Con lo que ya tenemos a dos máquinas en este álbum. Pero la cosa no termina ahí porque también tenemos a Mats Olausson en los teclados (ex-Silver Mountain, futuro ex-Ark y actualmente teclista de Iron Mask) otro musicazo con un fenomenal buen hacer con su instrumento ¡Ah! y se me olvidaba John Macaluso, mercenario de las batacas por excelencia dotado de una gran técnica. Con elementos como estos y el típico metal neo-clásico de Malmsteen como estandarte este Alchemy se alza como una de las grandes opus del sueco.

Blitzkrieg libera sin más dilación sobre una percusión comedida un despliegue de texturas de teclado variados y por supuesto la veloz guitarra de Yngwie que desde el primer segundo emula a los grandes compositores del pasado. Es una acertada obertura; sobria a la par que épica, dejando para nuestra intuición el vislumbrar como puede continuar este disco. Leonardo sorprende por sus coros eclesiásticos, los cuales dan un toque evocador a la canción, Boals surge pletórico y en su mayor estado de gracia, haciendo sombra al mismísimo Malmsteen en cuestiones de protagonismo y talento ¡Menudos agudos se gasta el americano! Un apasionante track; muy neo-clásico y pomposo. Playing With Fire no nos deja duda ya y arranca furiosa entre notas abrasivas y pedales de Macaluso, mención especial se ha de hacer para el teclado de Olausson y la atmósfera que libera. La voz de Mark Boals sigue sobresaliendo de entre todos estos elementos como baluarte maestría y belleza.

Stand (The) devuelve a la memoria de los veteranos los años ochenta, y eso que nos encontramos en 1999... la bataca opta por un compás principal poco arriesgado aunque tiene cierto desarrollo progresivo, sobre el cual Yngwie hace danzar las cuerdas de su hacha a placer. También Barry Dunaway se hace notar bastante en esta composición, haciendo las veces de guitarrista rítmico con su bajo, un detalle muy típico de esta agrupación sueca. Coros ochenteros a rabiar, un punteo principal de escándalo... lo dicho, no puede haber queja. Wield My Sword mezcla órgano con guitarra logrando un mestizaje cabalgador, más agresivo. Los estribillos de Boals también reflejan esa agresiva intensidad mezclada con armonías, conjuntando a la perfección con las estructuras instrumentales. Ser vocalista de metal neo-clásico es muy difícil, pero no es imposible y Marky es la prueba viviente de ello.

Y por si alguien quería sorpresas más grandes, Blue nos invade ahora con un claro estilo blues (valga la redundancia), aunque por supuesto Yngwie sigue sonando atrozmente veloz la mayor parte del tiempo. Este track me recuerda a las composiciones más inspiradas de Gary Moore (The Messiah Will Come Again, The Prophet... por ahí van los tiros). Una vez acabado este instrumental Legion Of The Damned vuelve a los derroteros power-crudos (todo lo que puede llegar a ser en la música del sueco). Los estribillos no me convencen pero... el pasaje del minuto 2:56 no tiene desperdicio alguno, pedazo entrada al lead principal, por algo Malmsteen es considerado uno de los grandes guitarristas del metal (mal que les pese a algunos). Deamon Dance en mi opinión no tiene mucha personalidad, tal vez una estructura letrística propia de Dio... salvo por eso es un tema de Malmsteen muy típico. Hangar 18, Area 51 sube el listón otra vez aunque no mucho, sin pasar de lo mediocre, y es que seguimos con el mismo tipo de teclados y unas guitarras que no acaban de convencer en las partes rítmicas, por suerte está Boals ahí para darle interés al track... y como no los desvaríos de nuestro hacha de la permanente. Voodoo Nights trata de sonar oscura, demoníaca incluso... y realmente cuando entran definitivamente las guitarras la cosa termina de convencer, buenas melodías. Sin quedarse solo en eso, Voodoo Nights goza de un transcurso poderoso a la par que solemne. Me gusta especialmente el manejo de la batería de Macaluso en los estribillos para intensificar los coros de Boals, también el pasaje en medio del lead del minuto 3:40.

Para rematar este kilométrico álbum (que ya algunos estarán mareados de escuchar tantas notas cromáticas y speedicas) tenemos la trilogía instrumental Asylum, la cual en su primera parte da completa rienda suelta al virtuosismo de Yngwie Malmsteen, con el acertado acompañamiento de Olausson y Macaluso. La segunda, siendo más tranquila y apacible juega con violines y guitarras semi-acúsiticas, destilando clase y neo-clasicismo a raudales. La tercera y última parte juega duro otra vez, tratando de hacer un pique entre teclado y batería, quedando así el mismísimo maestro en un discreto segundo plano en el que apenas se le oye.

En mi opinión el álbum pierde por ser excesivamente largo, como dije al comienzo... más de una hora de metal neo-clásico del más virtuoso y recargado puede acabar con la paciencia de cualquiera, por muy fan de Malmsteen que sea. Las canciones están bien en general, yo quitaría dos o como mucho tres para así hacer más digerible la propuesta y dejar solo las canciones con más personalidad, que no son pocas vaya.

Mi calificación es un 7,5 para este Alchemy, es el canto del cisne de nuestro amigo del Norte... a partir de aquí... las cosas comienzan a ser demasiado repetitivas e indigestas. Siempre se rescata algo de la época tardía de este señor si sabes buscar y tener la mente abierta pero por lo general... sí que aburre un poco. Mejor centrarse en su época 84-99, la mejor y más pura.

Mark Boals: voz
Yngwie J. Malmsteen: guitarra.
Mats Olausson: teclado.
Barry Dunaway: bajo.
John Macaluso: batería.

Sello
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