
1. The Hounds of the Falls (10:15)
2. Cold in the Earth (04:52)
3. October (07:27)
4. These Empty Rooms (05:47)
5. Kammen (05:29)
6. The Last Time (06:48)
7. Rajalla (17:53)
8. Soulburn (06:32)
Rota marcó para Wyrd el punto hasta donde podía llegar Narqath dentro del mundo del Black Metal finlandés de corte folclorista, algo que comenzó fuerte con Heathen y Huldrafolk hasta sentar las bases del estilo practicado en los primeros años de su carrera musical, estilo por el cual es mayormente conocido, también cabe decirlo.
The Ghost Album había llegado en el 2006 para marcar un nuevo rumbo compositivo para Wyrd, aunque en un sentido más experimental, como si Narqath intentase descubrir qué ocurriría en su música al mover una tuerca u otra, casi como un trabajo a prueba de ensayo y error para conocer el rumbo al que dirigirse. Eran los primeros pasos de Wyrd dentro de la senda del Doom Metal, más lejos del toque Folk característico. Ello dio como resultado al séptimo álbum de estudio de la banda, Kammen.
Doom Metal y Wyrd; Wyrd y Doom Metal. Si uno ha escuchado profundamente la discografía del proyecto de Narqath, se habrá dado cuenta de que ambos siempre han ido un poco de la mano, aunque sea en menor medida en los primeros cinco discos. La verdad es que esta evolución orientada hacia el Doom no debería pillar de sorpresa si tenemos en cuenta la forma de pensar y componer del señor Narqath, pudiendo atisbar briznas entre los resquicios de sus álbumes Black/Folk.
Cabe reiterar, el desarrollo presentado no pudo seguir un sentido más lógico si añademos que Wyrd participó en el tributo a Katatonia December Songs: A Tribute to Katatonia con la canción In Silence Enshrined, además de que Narqath ha reconocido buen número de veces la importancia que ha tenido la histórica banda de Suecia para él, además de otros como Summoning, y es en Kammen donde dicha influencia más se nota.
El álbum salió a la venta el primer día de septiembre del año 2007, aunque previamente se había confirmado su lanzamiento en vinilo con un orden de track list muy diferente al definitivo, el cual incluía como bonus otro cover de Katatonia, la clásica I Break. Ya que tenemos entre manos un álbum influenciado tan directamente por estos maestros del Doom, qué menos que un tributo final a la altura, ¿no? Triste y obviamente, éste no apareció en Kammen, pero sí llegó a figurar en el CD que Wyrd lanzó en 2016 en colaboración con Kalmankantaja, también finlandeses.
Para Kammen Narqath volvió a encargarse de las voces y todos los instrumentos exceptuando la batería, contando nuevamente con su amigo JL Nokturnal, encargado de dicho instrumento.
El nuevo estilo que toma Wyrd queda patente desde la primera canción, The Hounds of the Falls, introduciendo de sopetón pesadas y graves guitarras eléctricas cargadas de negrura, diez minutos frondosos para dar bienvenida a esta nueva rama de la banda, con una primera mitad algo repetitiva en cuanto a riffs, hasta que su equinoccio nos informa de que, pese a los cambios, esto sigue siendo Wyrd y que las guitarras acústicas siguen siendo parte esencial de la fórmula, por lo que tendrán buenas y extensas secciones, igual para la voz ancestral de Narqath. Para nada se pierde el deje Folk/Black, ese frío invernal que recorre cada tema no decaerá.
Pero estamos en Kammen, ¿cierto? Narqath nos lo deja claro, lejos quedamos de Huldrafolk y demás, y en Cold in the Earth (alias acervo de destrucción y magna tempestad) se lo ve con ganas de potente Death/Doom bien surtido, aunque, eso sí, con crueles y avaras dosis de Black Metal.
Ahora sí, para Black/Folk puro marca de la casa tenemos a la preciosa October, un tema de desolados paisajes de música, con contornos de bosques fríos cual témpano. Escucha cómo empiezan las primeras notas de guitarra y cómo, al avanzar los minutos, Narqath nos narra la muerte del verano y la invasión del otoño, todo ello mientras te deleitas con la preciosa portada del álbum (de mis favoritas de toda la discografía de Wyrd): la magia surge por sí sola.
Continuando con la pose melancólica, These Empty Rooms, todo un suspiro romántico en el camino, nos sorprende con toda una suerte de Doom Metal de corte gótico, uno que podrían haber firmado Theatre of Tragedy o My Dying Bride perfectamente.
Por su parte, la homónima Kammen prefiere dar cierta prioridad a las cuerdas acústicas y al Folk ennegredecido por un fuerte medio tiempo, mientras que The Last Time vuelve a descender en una bonita melodía de Doom Metal ágil y movido.
Pero el tema que se gana todos mis dieces es sin duda Rajalla, imponente como ella sola, casi dieciocho minutos de Wyrd en estado puro, grandioso y magnífico musicalmente, como un híbrido entre Ashes of Man and Oak and Pine y Sad Song of the Woods. Brutal track, mi gran favorito de todo Kammen.
Termina el LP con la ruda Soulburn, crudo Black Metal en primera instancia, salvaguardando riffeos con garra de Death Metal, entrelazando, así, ese antes y después que ha vivido Wyrd en una sola canción.
Tras su salida, Kammen ganó cierto rechazo entre los seguidores más cercanos de Wyrd por ese rasgo de Doom/Death que desplaza considerablemente a las fuerzas Black/Folk de las que Wyrd siempre había hecho gala con gracia y acierto. Pero no obviable es que, apesar de los cambios, ¡esto es Doom/Death bien hecho! ¡Música bien hecha! Una obra oscura, una densa e intensa manifestación de páramos solitarios e iluminados por lejanas estrellas distinguibles tan solo a través de las motas de granizo y alba que revolotean entre acorde y acorde, entre melodía y melodía.
Sin duda un excelente trabajo de Narqath, connotando él todo el cariño que le tiene a los Katatonia, pero un álbum de Wyrd ante todo. E insisto, el que diga que Kammen de Folk tiene poco que le eche otra ojeada a October, Rajalla y la misma homónima.
Que sean cuatro cuernos para la séptima producción de Narqath en Wyrd. Totalmente recomendable, a más no poder.
Narqath / Voz, todos los instrumentos (excepto batería)
JL Nokturnal / batería