Wolves in the Throne Room - Primordial Arcana

Enviado por Witchfyre el Lun, 24/01/2022 - 09:01
Wolves in the Throne Room

Wolves in the Throne Room partieron con la pana cuando aparecieron en 2007. Sí, por supuesto soy consciente de que su debut se editó un año antes, pero fue con aquel acojonante Two Hunters y de la mano de Southern Lord cuando la mayoría supimos de su existencia. Durante un par de años fueron, para mí, la banda más interesante del black metal del momento y absolutos líderes de la escena atmosférica de nuevo cuño, pero su estrella se fue apagando poco a poco hasta su aparente desvanecimiento a mediados de la década pasada. Y, aún con todo, les alcanzaba el brillo para que me molestase en ir escuchando puntualmente las ofertas que nos lanzaban desde su lejano refugio natural del Pacific Northwest. No estaban mal los álbumes, me seguían gustando, pero parecían conformarse con una fórmula bien establecida años atrás sin aventurarse en nuevos territorios. La banda que había creado escuela se había acomodado muy pronto. Black Cascade y Celestial Lineage no eran si no más de lo mismo. Bueno, pero lo mismo al fin y al cabo. Todo hasta su patinazo ambiental de 2014 que prácticamente los borró del mapa…

Thrice Woven fue un agradable regreso, ahora bajo su propia bandera y reforzados por el músculo distribuidor de Relapse Records, con quienes vuelven a colaborar para este Primordial Arcana. Fuera de las Américas cuentan con el apoyo, nada menos, que de toda una Century Media. Los lobos han dejado de ser esas criaturas solitarias pérdidas en medio del bosque y ahora se codean con la élite del metal independiente. Y se ve que la combinación les ha sentado la mar de bien porque no me corto un pelo a la hora de asegurar que este Primordial Arcana me parece su mejor trabajo desde aquel lejano Black Cascade que salió hace ya la friolera de 12 años.

¿Y por qué me gusta más Primordial Arcana que sus dos predecesores si nada parece haber cambiado en realidad? Ahí siguen sus enigmáticas portadas (a modo de macabro bodegón, en esta ocasión), ahí sigue esa inagotable fuente de inspiración en los parajes naturales de su Cascadia natal, ahí siguen los largos temas repletos de ambientales atmósferas, hipnóticos segmentos doomeros y buen black metal con melodía (que no melódico) de toda la vida. Sí, son los mismos Wolves in the Throne Room que conocemos hace 15 años, aquellos que recogieron tradiciones preexistentes y prácticamente definieron una nueva forma de hacer black metal. Sí, pero parece que se han dado cuenta de que era necesario sacudir un poco la fórmula, aportar alguna novedad, por pequeña que fuera, para evitar que aquel apelativo de “Wolves in the Clone Room" acabara volviéndose cierto. Era a sí mismos a quien se parecían, sus álbumes eran muy autoreferenciales, pero después de cuatro trabajos prácticamente iguales, un más que correcto Celestial Lineage empezaba a dar síntomas de agotamiento. Por algún motivo, aunque me siguieran gustando, reconozco que dejaron de sorprender y sonar frescos.

Mountain Magick es más de ese black metal profundamente místico que se regodea en su atmósfera, pero las estructuras se retuercen un poco y la duración baja a unos accesibles 6 minutitos en los que hay mucha más variedad de la habitual. Furiosos blast-beats, voces guturales del “reciente" fichaje Kody Keyworth, un buen solo repleto de melodía y sí, black metal atmosférico, pero ofreciendo más en menos tiempo. Sin aquella necesidad de alargarse hasta la eternidad que les había servido de seña de identidad, pero que acertadamente han decidido renovar. Spirit of Lightning opta por otra fórmula. Contemplativa, lenta, ambiental, repleta de teclados y tribales instrumentaciones… se rompe con ocasionales estallidos de violencia a altas (para ser ellos) velocidades. Y otra vez en “sólo" 6 minutos. Están irreconocibles estos muchachos, llega Through Eternal Fields y, aunque suena irremediablemente a Wolves in the Throne Room lo hace, otra vez, durante menos de 6 minutos. Curioso.

Primal Chasm (Gift of Fire) comienza cinematográfica con esos cuernos, pero pronto irrumpe un riffeo con acordes mayores que me suena a… ¡Dark Funeral! Y después, cuando entra un intenso blast-beat con Kody vociferando, la sorpresa ya es mayúscula. Nunca han sonado Wolves in the Throne Room así de brutales, aunque tienen la habilidad de combinarlo con pasajes profundamente épicos en su tramo central. Se me ocurren pocas formas mejores de mantenerse fieles a su sonido, renovando la fórmula con sutiles innovaciones enriquecedoras. Es posible que hayan perdido cierta profundidad, sin embargo, han ganado en variedad y tablas.

Afortunadamente, y como en Primordial Arcana hay un poco de todo lo que aquí podría no desentonar, unas largas Underworld Aurora y Masters of Rain and Storm nos traen a los Wolves in the Throne Room más familiares con sus respectivos 7 y 10 minutos de black metal atmosférico. La primera más lenta y contemplativa (creo ver cierta influencia del neofolk yo por aquí) y la segunda más “tormentosa", son las que muestran a los hermanos Weaver moviéndose en sus territorios habituales, con esos desarrollos largos de riffs hipnóticos y percusiones obsesivas que van lentamente construyendo un clímax hasta que descargan la tensión en pasajes más rotundos. Dos cortes a la altura de lo que se espera de ellos que desembocan en la instrumental ambiental Eostre que poco aportará a los más metaleros, pero deja una sensación apacible de conclusión final. En el doble vinilo (yo tengo el sencillo) y la edición japonesa, otra pieza ambiental, Skyclad Passage, que, a título personal, no echo en falta.

No podría decir que en Primordial Arcana Wolves in the Throne Room se encuentren a la altura de su pico creativo de hace algo más de una década, pero sí arroja a una banda en un buen momento de inspiración, con hambre renovada y cómodamente aposentada en el salón del trono junto a la realeza del underground blackmetalero. Primordial Arcana es un álbum bello, conmovedor, a ratos furioso y que hasta suena bien para ser ellos. Después de seis álbumes con Randall Dunn tras los controles, no se les ha dado nada mal su debut en el apartado técnico a los Weaver en esta ocasión.

A quien le guste la banda, me atrevo a decir que en Primordial Arcana encontrará más que suficiente para seguir teniéndoles en alta estima. Quien los desprecie, seguramente seguirá haciéndolo, aunque no me extrañaría que un álbum como éste, algo más convencional en estructuras y duración, acabe reclutando alguno más para su causa ecologista. A mí ya me tenían convencido hace años y, con tranquilidad, considero Primordial Arcana un trabajo notable que se sitúa entre lo más interesante que salió a la palestra en el recién terminado 2021. Cuatro cuernos bien asentados para los hermanos Weaver y su amigo Kody. Tras siete álbumes, aún están en disposición de dar una lección a más de uno.

8/10

- Nathan Weaver: voces principales, guitarra
- Aaron Weaver: batería, sintetizadores, voz
- Kody Keyworth: voces, guitarra

Músicos invitados:
- Galen Baudhuin: bajo, voces melódicas en Through Eternal Fields
- Yianna Bekris: sintetizador en Eostre, guitarra acústica en Masters of Rain and Storm

Sello
Artemisia Records/Century Media Records

Tenía años con hambre de esta banda, que por alguna razón nunca acabé escuchado, y eso que tengo tiempo detrás.

Tu reseña me ha ayudado a comprender finalmente que esta gente hace mucho de lo que me gusta en el Black Metal.

Saludos, Witch. Gracias por hacerme recobrar el interés.

Son una banda muy interesante y creo que lo mejor que nos deja un álbum como éste es que se encuentran en muy buena forma después de siete trabajos, incluso con hambre renovada. Yo creo que puede ser una buena forma de hacerse con ellos porque a nivel de estructuras y duración de los temas es mucho más convencional que sus anteriores discos. Es más variado que nunca y los temas más cortos de lo habitual. Creo que se puede hacer menos indigesto que en su anteriores entregas.

Ahora bien, si te gustan y entras un poco al trapo con su estilo, el lugar al que has de ir se llama Two Hunters. Este ya lo reseñé el año pasado y me parece que representa la culminación del sonido de la banda. El tipo de black atmosférico por el que se han hecho conocidos y el que ha influido a contentos de bandas similares a lo largo de los últimos 15 años.

Me gusta mucho el Two Hunters, es un discazo importante, y me gusta mucho también casi todo lo que salió de Black en esos años, entre 2004-2010. Es una época que me hubiera encantado vivir de primera mano, siguiendo a muchas bandas (que ahora son mis favoritas) en su máximo apogeo, solo me puedo imaginar lo que habrás gozado con cada lanzamiento y con cada descubrimiento.

Ya había comentado que Primordial Arcana no es un disco que me encante precisamente, pero aun asi le reconozco que tiene sus méritos. Exploran nuevos terrenos, donde quizás puedan seguir perfeccionando ese enfoque más directo y limpio en futuros lanzamientos. Además que es una obvia mejora de sus últimos 2-3 discos, que por ahí los he ido reescuchando de a poco. Hasta le di oportunidad al odiado Celestite, y la verdad es que ni tan mal (para quien guste del ambient de temática espacial). Pero si, es un disco muy ligerito, y con melodías e ideas recicladas de otros discos. Curioso para tenerlo de fondo.

Black Cascade si es otro discazo con el que me estado reencontrando, creo que podria estar ahí muy cerca del Two Hunters, y sobre el Diadem Of 12 Stars... Este lo he ido reservando para el momento idóneo, porque es de lejos su album mas denso y el que menos tengo dominado de su discografía. Creo que se le puede sacar bastante si se le dedica tiempo suficiente.

Lo cierto es que en su momento tampoco era especialmente consciente de que fuera su trabajo más denso. Sí sabía que era más largo, pero cuando los escuchaba a menudo (2007-2010), sonaba junto a Two Hunters y Black Cascade sin mucha diferencia. Ahora soy más consciente de que puede que le sobre algo de metraje y, cuando vuelvo a Wolves, siempre opto antes por Two Hunters y por Black Cascade, que me parecen sus albumes más equilibrados. Ahí sigue estando Queen of the Borrowed Light, que es de sus mejores temas, pero, por ejemplo, creo que el tema título se acaba pasando con sus más de 20 minutos. Two Hunters ofrece esto mismo, pero más condensado y enfocado. En general, lo veo como su álbum más logrado. Eso sí, estos tres primeros sirvieron para colocarlos como líderes absolutos de este tipo de black metal y sirvieron para definir una forma muy precisa de comprender el estilo.

Hombre, los años 2000 fueron muy importantes para mí porque son los que viví más activo esta música, tomando parte implicada incluso. Salieron muchos buenos trabajos de los que tengo un gran recuerdo, algunos ya los he traído por aquí incluso. Sin embargo, el recuerdo más imborrable a la hora de presenciar la salida, casi diaria, de trabajos relevantes, la tengo de cuando me enganché a esto a mediados de los 90. Vivir la irrupción de los clásicos de Emperor, Mayhem, Immortal, Marduk, Enslaved, Gorgoroth, Satyricon... antes incluso de que lo fueran. Sentir el "run run" que se generaba en torno a ciertas bandas y lanzamientos... Siempre lo he dicho, llegué tarde al death metal, pero aún me dio tiempo a vivir de lleno la explosión black entre el 94 y 97. Eso sí, a esto siguió la debacle absoluta. La época de la que tengo peor recuerdo a nivel musical es la que va del 98 al 2000. Ahí sentí que todo se desmoronaba, todo el mundo parecía desorientado, las bandas se iban separando, salía a la calle una mierda tras otra. Fueron unos años un poco descorazonadores que incluso me vieron tonteando con estilos que nunca volví a recuperar como el gothic o el power metal. Afortunadamente, justo después llegó el revival thrash y todo fue mejorando poco a poco.

Lo mio con querer haber estado allí en los dosmiles viene porque alguien de mi cuadra (que ya me toca entrar en los 30 dentro de poco) quizás podría haberla vivido, si me espabila. Aunque conociéndome, no me vería a mi con 15-18 años apreciando el metal extremo ni por asomo jajaj pero se de algunos que si se meten al pantano desde temprano. Ahora, vivir los 90, junto al nacimiento del Black, ya eso es otro nivel mas alla del firmamento, eres un de los pocos privilegiados.

El recuerdo que tengo de Diadem Of 12 Stars es que no solo es denso por su duración sino también la naturaleza de su contenido (bastante similar a Weakling, pero sin llegar a tanto) desde el black atmosférico más hipnótico hasta los desolados pasajes del Doom. Es un disco diferente y difícil, confirmo ahora que lo estoy recuperando justo en estos instantes. Un magnífico debut sin dudas.

Muchas veces influye para eso la gente con la que andes. Yo siempre tuve colegas que estaban metidos en esta música y eso también te lleva a descubrir muchas cosas. A ver, que probablemente yo siempre fui el más inquieto a ese respecto y quien estaba continuamente a la búsqueda de nuevas bandas, pero mis amigos también me recomendaron algunas que hoy siguen entre mis favoritas. Al final siempre depende de donde te vayas metiendo. Con LostLife lo hablé alguna vez. Descubrí en el 94 una tienda en meta extremo aquí en Vigo y fue fundamental para que yo entrase en contacto con todo esto. Tengo un buen colega hoy en día, que es justamente de mi edad, pero siempre me comenta que él no tuvo colegas metaleros, así que durante los 90 no pasó de escuchar las bandas alternativas y de nu metal que estaban de moda por la época.

Esa es de la etapa de la que guardo un recuerdo más imborrable, en cuanto a trascendencia, al menos. El comprarme meses después de salir unos In the Nightside Eclipse, De Misteriis Dom Sathanas, The Shadowthrone o Frost y ya saber en aquel momento que algo especial había en torno a ellos. Vivir en tiempo real la salida de Storm of the Light's Bane, Battles in the North, Nemesis Divina, Anthems, Eld, Antichrist, Ancient God of Evil, The Secrets of the Black Arts... y comprarlos a ciegas, sin saber que me iba a encontrar. Otros muchos me los prestaban los colegas y me decían: "tienes que escuchar esto, mira qué pasada...". Aquí somos varios los que estábamos ya en aquella época (Nuna, LostLife, dHt, stalker, MeFumo...) y todos te podríamos hablar en los mismos términos.

Leo en la reseña, que esta banda de Lycans, traen un mensaje ecológico. Curioso no deja de ser. Te empiezas a meter, a profundizar en esta poderosa producción y fácil que te imaginas que los gruñidos, los berridos, son la voz de la Naturaleza, clamando venganza por lo que el hombre le ha hecho, la tragedia que significa para el propio ser humano, la destrucción del planeta y todo lo que habita en el. Sera que empezó con la Pandemia que estamos viviendo?, o es un arma química?.
Toda la razón te la doy Witch, hay melodía, pero sin ser melódico. Los tintes progresivos, el elemento épico, los teclados armonizando, los Riff, no el rasgueo, son los que predominan, de paso, muy bien trabajados, puestos con cadencia, con la intención de realzar y darle fuerza a las canciones. Comentabas en el video de Anthem, que las Disqueras, empezaron a exigir que los temas en el Death y en el Black se hicieran mas accesibles, metieran influencias de otros estilos, melodía y aquí se cumplen esos deseos o mejor dicho, esas exigencias y lo confirma quienes ahora los representan en la Distribución, con nombre y apellido los mencionas en la Reseña.
Siempre pienso, que cuando una banda extrema, se sale de los parámetros del género que representa, en este caso Black Metal, ya esa etiqueta se queda corta, convirtiéndose en Metal Extremo Progresivo. Demasiados pasajes acojonantes en las estructuras desarrolladas. Se salen los hermanos Lobos, esto para mi es de primera, profundo, vibrante y hasta hermoso, como si escuchara a los mejores Yes setenteros, pero mutados en el infierno.
Gracias por el aporte, de mis favoritos, de las Bandas extremas, que has asomado en esta santa casa. Claro que para mi son 5 cuernos, no me importa, si es el único disco de los Lobos que he escuchado, dices que esta producción es un avance, una evolución a lo que hicieron antes y que ya se estaban repitiendo. Cuando escucho música de este calibre, ya lo he dicho antes, estoy conmovido y sereno.

Un Saludo

Te diré una cosa, esa es una etiqueta a la que le tengo algo de tirria. Se trata de una fobia muy personal, como a la de heavy rock que tanto usa Gustav. Te explico porqué. Cuando una banda de black metal o una de death empieza a expandir su sonido, a hibridarlo con otros estilos y a sonar como una mezcla indefinida de "metales" con voz agresiva, le llaman metal extremo. Peor todavía, tengo la sensación de que, cuando una banda quiere sacudirse de encima la etiqueta black o death metal por las connotaciones negativas que esto pueda tener, también adopta lo de metal extremo. Yo es un término que puedo utilizar para englobar los diferentes estilo de metal con voces guturales (black, death, doom o variantes), pero no me gusta quitarles entidad a ninguno de ellos. Incluso, prefiero clasificar a los híbridos con la etiqueta compuesta. Así una banda como Belphegor, para mí, es black/death y lo mismo aplica a Behemoth, God Dethroned o cualquiera que mezcle ambos géneros. Al final, es que eso de metal extremo me suena a eufemismo para bandas con ambiciones comerciales como Dimmu Borgir o los mismos Behemoth... Nada, no me hagas caso, es una paja mental que seguramente sólo me interesa a mí.

Lo que no te hacía yo era por estas sonoridades, te tengo mucho más instalado en el hard y heavy clásico. Me alegro de que disfrutes con Wolves in the Throne Room, son una banda mas que válida, con trabajos de verdadera calidad. Es muy posible que, para el público poco hecho a este tipo de material, éste le resulte el álbum más accesible, por su variedad. Si esto te gusta, te recomendaría que probaras con los demás, son todos de una calidad muy pareja. Yo, personalmente, siento una especial afinidad con ese Two Hunters que traje por aquí hace algún tiempo. ¡Un placer tenerte por estos terrenos!

Soy un absoluto desconocedor del Black Metal. Lo he intentado varias veces por diversas razones. La primera es que vi la etiqueta en uno de mis discos favoritos de todos los tiempos, el Monotheist de Celtic Frost. Cuando la vi pensé "oye, a ver si resulta que me estoy perdiendo algo que me puede encantar". Además me gustan otros subgéneros de música extrema como el Death y el Grindcore, así que intuía que podría gustarme la otra rama, la blacker.
Pero lo cierto es que nunca he conseguido entrar en este subgénero. Principalmente por la producción que tienen los clásicos. Antes de que me echen a la hoguera por hereje (jaja) decir que entiendo perfectamente que para muchos, esa producción les da el toque mágico y distintivo, pero a mí no me entra. Por otro lado, todo lo extramusical que rodea ese género (inner circle y demás mierdas) me echaba un tanto para atrás. Ojo, que yo intento valorar la música independientemente. Pero cuando se llega a esos extremos...es imposible que no me influya un poco en como veo esa música. Así que, entre que su sonido nunca me entró y que lo extra musical tampoco ayuda en absoluto a ver el movimiento con mejores ojos, pues yo ya creía que esto del Black metal no es para mí. Lo había intentado con grupos más modernos como Dimmu Borgir y tampoco me llegaban.
Pero entonces descubrí Agalloch, y quedé prendado. Vale que no es black metal puro, pero ahí hay ciertas trazas. Es un grupo que para mí mezcla diversos géneros de forma magistral. Un plato que no gusta, puede llegar a gustarte si te lo sirven bien cocinado y mezclado con otros ingredientes, pues creo que eso es lo que me pasa con el Black y Agalloch. Y si suelto todo este rollo es porque vengo de escuchar tanto el Two Hunters como este Primordial Arcana y de leer sus respectivas reseña y la verdad es que me han sorprendido muy gratamente. Desde mi desconocimiento del género, yo los veo como unos Agalloch (por el rollo black ambiental) muchísimo más arraigados en el Black. Curioso como son los gustos musicales, quien sabe si yo habría apreciado a esta banda si no hubiera escuchado antes a Agalloch.
Otro punto a favor es que no son nazis ni nada de eso. Qué coño, si incluso son ecologistas, ver para creer jajaj. Pues yo encantado de encontrar Black metal que me gusta, oye. Más variedad para mis oídos.
Buena reseña, como siempre, gracias. Un saludo.