Witchfynde - Stagefright

Enviado por El Marqués el Sáb, 08/12/2018 - 11:28
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1. Stagefright
2. Doing the Right Thing
3. Would not be seen dead in heaven
4. Wake Up Screaming
5. Big Deal
6. Moon Magic
7. In the Stars
8. Trick or Treat
9. Madeleine

Años antes, The Band, el grupo de Robbie Robertson, Richard Manuel, Rick Danko, Levon Helm y Garth Hurdson (fueron demasiado grandes, es obligado nombrarlos a todos) había titulado uno de sus discos de igual manera, “Stagefright”, el miedo escénico, y para Witchfynde supuso el segundo peldaño en una trayectoria que parecía que podía llegar muy lejos.

Aún hoy cuando buscas en You Tube, los comentarios sobre esta banda inciden en lo real de su sonido, la convicción que trasmite, y para la continuación del debut “Give ´em Hell” la banda, que había cambiado de bajista, se encontraba más familiarizada con las técnicas del estudio de grabación, venía de abrir para Def Leppard en el primer tour como cabezas de cartel de éstos por el Reino Unido, y a finales de año ya tenía en la calle este Stagefright.

Los cuatros primeros temas, lo que fuera la cara A, es propia de verdaderos maestros, el tema título es una gozada de tempo sabbathiano con gran trabajo del vocalista Steve Bridges, y unos solos tremendamente oscuros del líder Montalo, quien se coloca en primer lugar en los créditos del disco y se encarga de las notas del libreto del Cd, publicado 25 años después de la edición original.

“Doing the Right Thing” es hipnótica, serpenteante, de esas canciones que sin darte cuenta se te mete en la cabeza y no te suelta, y tiene un parón que lleva a un precioso dibujo neoclásico de las seis cuerdas, muy Randy Rhoads, y de ahí se transita con espectacular fluidez a una marejada final de punteos.

“Would not be seen dead in heaven” es un evidente homenaje, una relectura de “The Boys are Back in Town”, y en el tramo final Montalo consigue un dos en uno al reproducir a la perfección él solito el twin guitar sound propio de Thin Lizzy. Magistral.

La desenfrenada “Wake up Screaming”, que ya escuchamos como bonus track en el Cd del debut, es uno de los mejores temas del grupo, de esas que nunca han faltado en directo en las sucesivas reencarnaciones y apariciones de la banda a lo largo de todos estos años.

“Big Deal” me gusta, pero suena más a los Beach Boys que a Venom, y aunque demuestra la versatilidad de Witchfynde y su facilidad para moverse en terrenos diferentes, creo que este tipo de extravagancias, esta indefinición a la hora de centrarse en un estilo, que también se apreciaba en el primer Lp, fue otro de los factores que impidió a este grupo alcanzar cotas mayores de popularidad.

“Moon Magic” es hard rock de fácil escucha, que puede recordar a April Wine, a los nunca suficiente valorados Blue Öyster Cult, pero suena de maravilla, al igual que “In the Stars”, y en “Trick or Treat” encontramos la sorpresa, uno de esos detalles ocultos que hicieron de este grupo algo muy especial; son apenas veinte segundos de introducción, pero decidme si ese no es el comienzo exacto de “Halloween”, la canción, que cinco alemanes nos presentarían siete años después, y que hoy mismo va a sonar en el concierto de las calabazas en Santiago de Compostela.

Se despiden con una balada, “Madeleine”, sencilla, standard pero muy efectiva, como solían ser las cosas en el seno de Witchfynde, quienes se embarcaron en una gira de presentación del álbum que supuso a Montalo perder la Gibson Flying V que había utilizado en la mayor parte del disco. El hacha, la flecha más bien, le fue sustraída en la ciudad de Newcastle, al noreste de Inglaterra. Habría que recuperar fechas del tour de presentación de los también debutantes MSG, no fuera a ser que Schenker anduviera cerca y quisiera quitarse de encima a un competidor, porque este Montalo, y no me cansaré de repetirlo, tenía magia en sus dedos.

Cierro con una alusión a la portada. Quisieron una imagen menos llamativa que la cabra diabólica del primer disco, pero consiguieron un efecto aún más aterrador. La puerta abierta que desprende luz y dibuja la silueta de una horca, me hace pensar en las primeras estrofas del “Hallowed be thy Name” de Maiden, y esa especie de ojos en la parte inferior, como de alguien que es arrastrado al cadalso, anticipan también la carátula del “Slaughter in the Vatican” de Exhorder.

Como dirían los norteamericanos, Respect! Para Witchfynde. Eterno.

Montalo: Guitarra
Steve Bridges: Voz
Pete “Thud” Surgey: Bajo
Gra Scoresby: Batería

Sello
Rondelet