Witchfynde - Give ´em Hell

Enviado por El Marqués el Sáb, 01/12/2018 - 18:53
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1. Ready to Roll
2. The Divine Victim
3. Leaving Nadir
4. Gettin´Heavy
5. Give ´em Hell
6. Unto the Ages of the Ages
7. Pay Now Love Later

Bonus Tracks Cd:

8. The Devil´s Gallop
9. Tetelestai
10. Wake up Screaming

Clásico caso de banda poco conocida con fans famosos, Lars Ulrich es uno de ellos, sobre los ingleses Witchfynde pueden encontrarse referencias que los llegan a catalogar como los precursores del Black Metal junto a Venom y Mercyful Fate, en lo que sería la cara amable de otra dupla mucho más oscura, la compuesta por Hellhammer/Celtic Frost y Bathory.

El satanismo de quienes nos ocupan hoy tenía más que ver con la imaginería de los primeros Black Sabbath, o el aire burlón y cabalístico de unos Blue Öyster Cult, como nos da a entender esa mueca burlona del diablillo de la portada, hermano travieso de los demonios más chungos que ilustraban las cubiertas de los debuts de Venom, Bathory o Slayer.

Y en realidad practicaban un hard/heavy muy de la época, al estilo unos Diamond Head e incluso los primeros Maiden, no en vano se formaron a la vez y prácticamente en los mismos escenarios que las huestes del amigo Harris.

La portada, el título, algunos efectos como las consabidas risas satánicas, varias de las letras y ciertos pasajes musicales sí generan un eco de peli cutrilla de terror y desprenden aroma a azufre, pero no del que conduce a las puertas del Infierno, más bien del que se respira en una inofensiva fiesta de Halloween con chavales de High School pasados de vueltas, para qué os voy a engañar. El guitarrista, conocido simplemente como “Montalo”, era el arma secreta de la banda, pero tampoco es que fuera Kerry King a la hora de crear ambientes oscuros.

Es más, toda la banda en algún momento puede llegar a sonar a combo cervecero, con toques que más que anticipar el Black Metal parecen presentarnos el sleazy de Los Ángeles que liderarían Guns n´ Roses, LA Guns o Faster Pussycat.

Y si no que le pregunten a Slash de dónde sacó el celebérrimo riff de “Sweet Child O´Mine”. En la edición en Cd de Give ´em Hell de 2004 se incluyó la que al parecer es la más antigua de sus composiciones, un hard rock dividido en dos partes, con claras influencias del “Roadhouse Blues” de The Doors la segunda, llamada “Tetelestai”, que abre con un dibujo de guitarra clavado al del mítico tema de los Gunners. Y no es nada raro, considerando que Slash pasó gran parte de su adolescencia en el barrio londinense de Hampstead, de donde era su padre. Puedo imaginar al guitarrista de la chistera en cualquier pub con ambiente de húmeda cloaca a finales de los 70 en Camden Town alucinando con las habilidades para el riff y los licks de este desconocido Montalo.

El disco original data de 1980, cuenta con un tema de apertura muy rockero, “Ready to Roll” en el que lo mejor son los punteos del guitarrista hacia el final, y se cierra con una vacilada de letra pre-sleazy como he comentado, llamada “Pay Now - Love Later”, que recuerda en el inicio al “School´s Out” de Alice Cooper.

Entre medias, la ración de temas oscuros y esotéricos se reparte entre “The Divine Victim”, dedicada a Juana de Arco, y que es el tema más Sabbath del disco, con el vocalista Steve Bridges cantando en un tono muy parecido al de Ozzy, “Leaving Nadir”, lánguida, de esos temas con un mundo propio en su interior, y un cierre en acústico parecido al de “Prodigal Son”, la mejor balada que ha grabado Iron Maiden en toda su carrera, y “Unto the Ages of the Ages”, con una primera parte ligera que acaba desembocando en la recreación de una tétrica misa negra, al estilo de lo que habían grabado los psicodélicos norteamericanos Coven en los días en que Charles Manson aterrorizó a aquel país con sus crímenes.

El title track es tal vez mi favorito, heavy puro con mala producción pero tocado a fuego, y que hoy día reventaría cabezas en conciertos en pequeñas salas al estilo los que todavía protagonizan bandas como Angel Witch, y “Gettin´ Heavy” en cambio es muy cutrona, simple pero simpática a la manera de por ejemplo, los temas más macarruzos de unos Quiet Riot.

En el libreto del Cd, el cronista y caza talentos de la época Geoff Barton, al que mencionan en una broma de 30 segundos titulada “The Devil´s Gallop”, explica como en los siguientes años la banda estuvo atada por un contrato con Rondelet Records, la discográfica que editó este debut, y se vieron obligados a rechazar una oferta de la mismísima EMI, que por entonces despuntaba teniendo en nómina a Maiden y pronto ficharía a Saxon.

Quién sabe lo que pudiera haber pasado si hubieran logrado dar ese salto. Por el contrario, en sucesivos discos comenzó el desfile de miembros, los inevitables cambios, y el cuarteto también fue pionero en eso de girar dos bandas con el mismo nombre: los Witchfynde de Montalo y otros componentes originales por un lado, y los Wytchfynde (variación sutil, ya lo creo) del cantante Luther Beltz, que debutaría en 1983 con “Cloak and Dagger” por otro.

El Cd de 2004 se completa con “Wake Up Screaming”, otro trallazo hard rockero que formaría parte de “StageFright”, el segundo Lp de la banda, editado unos meses después de “Give ´em Hell”, también muy recomendable, y que incluye un tema, “Would not be seen dead in heaven”, donde suenan como si fueran los mismísimos Thin Lizzy.

Steve Bridges: Voz
Montalo: Guitarra
Andro Coulton: Bajo
Gra Scoresby: Batería

Sello
Rondelet