Whitesnake - Starkers in Tokyo

Enviado por Gargamel el Lun, 06/08/2007 - 09:00
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1. Sailing Ships
2. Too Many Tears
3. Deeper the Love
4. Love Ain't No Stranger
5. Can't Go On
6. Give Me All Your Love
7. Don't Fade Away
8. Is This Love
9. Here I Go Again
10. Soldier of Fortune

Starkers In Tokyo, algo así como Desnudos en Tokyo, es un acústico grabado en los estudios de EMI coincidiendo con el apogeo de los unplugged de la MTV, con un puñadito de personas recreando la atmósfera de un club pequeño y únicamente el dúo David Coverdale y Adrian Vandenbergh, maduritos y muy de tranqui.

Con las canciones como ocurre con las personas, desnudas unas ganan más que otras. Es el caso de Sailing Ships, que tal como se muestra aquí, desprovista de maquillaje y convenientemente mutilada su parte final original, se me antoja uno de los mejores temas jamás compuestos por Coverdale. Sin embargo en su día pasó bastante desapercibida, abandonada a merced de los estragos de los años ochenta. Me imagino a David Coverdale mostrándosela así de desnudita a Steve Vai y éste diciendo: "muy bonita, pero yo qué pinto ahí? ¿Dónde meto el solo?" Después seguramente acordarían aquel final excesivo, donde Vai se despacha a gusto y el propio Coverdale aprovecha para pegar cuatro chillidos de esos que solamente daría en 1987 y Slip of the tongue. En cambio Is this love? no gana tanto en porreta, más que nada porque ya sabíamos todos lo buena que estaba, y deja en evidencia a la que fue su secuela, que también se encuentra aquí, The deeper the love. Here I go again... creo que es la cuarta versión oficial grabada por Whitesnake, y me sigue gustando. Cierran el show con Soldier of fortune, del mítico Stormbringer también recibe aquí un tratamiento de balneario que la deja suaaave. La verdad es que se hace corto. Ya puestos se podían haber atrevido con Crying in the rain, cuyo desnudo integral sería con toda probabilidad para esculpirlo.

Los años no pasan en balde, y parece claro que David ya no está para alardear con tonos altos, de modo que se busca la vida modificando las melodías más ascendentes que alcanzaba en sus años mozos. En la mayoría de los casos no importa, pero a veces, como en Gimme all your love sí que se echa de menos ese extra de tensión en las cuerdas. A cambio nos regala una voz más cálida, una insistencia bastante moderada en su manido "beibi beibi beibi...", y ese sentido del humor que colmaba la paciencia de Ritchie Blackmore y que lo aleja de esa imagen de insoportable y engreído melenas por el que a pesar de sus arrugas aún hoy siguen suspirando muchas pibas. Parece un trato justo.

David Coverdale: Voz
Adrian Vandenberg: Guitarra