Vredehammer - Viperous

Enviado por Mendoza M. el Mié, 08/04/2020 - 18:46
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Procedentes de Noruega, Vredehammer nos presenta en su tercer trabajo de estudio que lleva por título "Viperous" uno de los discos más poderosos y vigorosos que he tenido la fortuna de degustar entre el vasto aglomerado de propuestas y novedades que emergen, literalmente, día a día.

Con dos discos maravillosos en su haber, los recomendados "Vinteroffer" y "Violator", el trío liderado por Per Valla graba un álbum donde se ensambla una seguidilla de temas demoledores. El sonido del grupo gana en oscuridad y el conjunto suena agresivo e intenso, igual que en su trabajo anterior pero con las variantes pertinentes. Los sintetizadores gozan ahora de mucho más terreno libre para correr a sus anchas, aunque en mi opinión nunca llegan a caer en excesos ni le arrebatan el protagonismo al rutilante trabajo de guitarras, las cuales retumban con un estilo muy personal que se impone por méritos propios.

No encontramos entonces ante una de las mejores muestras de cómo interpretar el subgénero en plena modernidad, tirando de producción impoluta y compacta para engrandecer el desligue de los instrumentos, los cuales se rehúsan en gran medida a seguir las pautas casi académicas de la escena noruega para optar en su defecto por una técnica impresionante para el ataque, para la embestida sonora. El grupo desarrolla un Black/Death colmado de entusiasmo, de hombría, plasmando una contundencia que irradia hacía el oyente como una autentica lluvia de flechas.

No es una propuesta que sorprenda por su innovación, sino por el ciclópeo despliegue de riffs a full trémolo picking que nos presentan, con melodías intrincadas y yuxtapuestas a unos teclados casi industriales que de buenas a primeras nos dibujan un solemne arqueado de ceja, pero que a medida que estos se integran a la tempestad sonora que le cruje podemos percatarnos que es un elemento importante, cuidado si no esencial, para lograr edificar esa inescrutable muralla de sonido. Aunque no se puede obviar la responsabilidad que corre por parte del soberbio trabajo en batería, donde se acribilla al oyente por medio de todo un armamento de blast beats a mil por hora encapuchados de pura técnica y destreza.

Todos los temas gozan de unas dimensiones impactantes, de fuertes desarrollos sobre una base sólida y precisa que fija las melodías y que se extiende por los cuarenta minutos que comprende la obra. Las secciones instrumentales muestran una sinceridad admirable y un orden minucioso, muy detallista. Se organiza todo en varios tramos muy identificables entre sí, de furia perfilada y recitados por un Valla quizás más próximo al Death con ese tenso growl que se gasta. Será precisamente ese factor deather que se deja presentir en los momentos de mayor agobio el que establezca el modelo sobre el cual las composiciones se dejarán caer, formando temas que se adelantan ligeramente al resto como la inicial "Winds of Dysphoria", "Viperous" o la fulgurante y divina "Aggressor".

No existen piezas transitorias, todas muestran amplios recursos técnicos como podemos presenciar en "In Shadow" o en una muy blacker "Wounds". La aportación de los teclados se torna más intensa en "Suffocate All Light", "Skinwalker" o "Any Place But Home", pero el impacto y habilidad del señor Kai Speidel en percusión se llevan las palmas gracias a una hermosa ejecución que permite compaginar los distintos elementos que le sobrevuelan, tomándolos con una furia descarnada y sellando un producto sólido y uniforme. Una locura huracanada con precisión de francotirador que, incluso cuando el grupo se atreve a bajar las revoluciones, ya en pleno cierre del disco, lo hacen con un medio tiempo infernal y musculoso como "From a Spark to a Withering Flame" que destripa vivo al oyente con una colección de melodías filosas y una densidad pasmosa y absoluta que le pone la guinda al pastel, ofreciendo así un interesante y claro contraste en comparación con la tónica general del álbum.

Un trabajo frío, potente, enérgico, portador de una velocidad y una fuerza que conmemora la evolución y las ganas de superación del grupo, quienes tras enriquecer su propuesta disco a disco nos entregan en este "Viperous" el punto más alto de sus capacidades hasta la fecha. En mi opinión es un trabajo brillantemente concebido, hecho con entusiasmo, con masculinidad. Una clara demostración de que no hace falta innovar en demasía ni salirse de los cánones clásicos del estilo para sonar férreo y pulcro. Cuatro cuernos enormes.

Per Valla: Voz, guitarra, bajo, teclados
Kristoffer Hansen: Guitarra
Kai Speidel: Batería

Sello
Indie Recordings