Vital Remains - The Black Mass

Vital Remains es un grupo con dos eras muy marcadas: la era pre-Glen Benton y post-Glen Benton. Con la entrada del célebre vocalista de Deicide la banda obtuvo un éxito mediático y comercial que antes no tenían, pero si me preguntan la esencia verdadera del grupo estaba antes del “Dechristianize”, donde exagerarían todo hasta el punto de rozar lo auto-paródico. Por dicha etapa más “comercial” hay muchos que tienen una imagen preconcebida del grupo que no le hace del todo justicia.

“Let Us Pray”, “Into Cold Darkness” y “Forever Underground” es una de las mejores trilogías del death americano, mostrando un grupo muy creativo que se desprendía un poco de las producciones a lo Scott Burns que tanto saturaban la escena. Vital Remains son un grupo veterano (sí, veterano, recuerden que están desde el 88 dando guerra) que tuvo un halo de ocultismo y magia negra como pocos, todo ello combinado con una brutalidad devastadora pero elegante.

Hoy toca rescatar su etapa precámbrica con un single que, si bien no alcanza las cuotas de calidad de sus tres primeros discos de estudio o de su demencial demo “Excruciating Pain” resulta un aperitivo tan breve como malsano y zafio: Death metal de pura cepa en mayúsculas.

Ya la presentación es un buen augurio de lo que vamos a encontrar. Solo dos temas, pero con una cantidad más que considerable de riffs retorcidos y ominosos.

Abre la familiar “Of Pure Unholyness” que más tarde aparecía en “Let Us Pray”, pero con una producción más cruda que le da un sonido incluso más repulsivo y degenerado que la versión del debut; no es mejor ni peor, simplemente es diferente, personalmente me gusta más acá cuando las guitarras chillan en el riff del minuto 1:46 a como suenan en “Let Us Pray”.

“Of Pure Unholyness” tiene un título bastante auto explicativo y es un temazo en todas las letras, pero si queremos ir a la verdadera joya de este single hay que situarnos en la escabrosa “Frozen Terror”. Y es que lo de dicho tema no tiene nombre: las guitarras parecen cobrar vida, encarnado una mórbida masa de cuerpos entremezclados retorciéndose, creando un ambiente enfermizo y confuso. La estructura de la canción es enrevesada y sinuosa, da vértigo escucharla. Por otra parte, la voz de Jeff Gruslin suena como si estuviese regurgitando sus entrañas y la batería de Ace Alonzo parece salpicar sangre con cada golpe.

“The Black Mass” es un single que puede ser anecdótico si se compara con el material próximo de la banda, pero para el fan aguerrido del género esto es material más que bienvenido y según el nivel de frikismo, hasta necesario.

Una genial antesala (lo mejor estaba por llegar) al enorme “Let Us Pray” y una muestra de que Vital Remains fueron, en tiempos remotos, un icono del death metal americano de la vieja escuela.

Valoración: 7.6