Vio-Lence - Eternal Nightmare

Enviado por M.G.Steinbrüggen el Sáb, 16/01/2016 - 17:28
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1-Eternal Nightmare
2-Serial Killer
3-Phobophobia
4-Calling in the Corner
5-TDS(Take it as you Will)
6-Bodies on Bodies
7-Kill on Command

Sentaos bien cómodos si no queréis caer de espaldas. Me gusta poder traer esto justamente ahora, pues en una de las semanas más tristes de la historia del rock, nosotros solo podemos responder de un modo: con pura dinamita. Vienen sobre vosotros sentencias de visión muy personal que espero sepáis aceptar. A mi parecer, esta es una de las últimas grandes cargas que quedaban por depositar en el portal en cuanto hablamos de thrash. Veremos caer por aquí muchos más discos de este género, comentaremos y reiremos, pero tened seguro que ya ninguno será tan legendario como el que nos trae aquí hoy.

Solo en la portada, para mí una de las mejores que he visto jamás, ya podemos ver simbólica y también explícitamente todo lo que nos va a aportar este disco y lo que nos debería aportar el thrash en general. El nombre del grupo no engaña tampoco, violencia es uno de los ingredientes necesarios para cocinar en este género, y esas infinitas bocas abriéndose con rabia no son ni siquiera el preludio de la agresividad que se nos viene encima… Lo que no se puede dudar es que ese pobre hombre cayendo en la eterna pesadilla somos cada uno de nosotros cuando decidimos sumergirnos en el universo de estos salvajes genios. No es un consejo políticamente correcto en los tiempos que corren, pero si queréis hacer buen thrash, por favor no olvidéis la dosis de violencia. No me alargaré más hablando de esta puerta al infierno, pues es solo la cereza sobre el pastel.

He oído varias veces hablar de VIO-LENCE por estos lares, y escucho a menudo eso de “el único problema que tuvieron fue apuntarse demasiado tarde a la ola del thrash”. Nada podría ser más cierto, y de hecho a eso se debe lo increíblemente infravalorados que están, pero tomado como acusación sería injusta. Muchos grupos les llevaban la delantera en el género que ya empezaba a notar los síntomas de agonía, pero la verdad es que ellos consiguieron ser una excepción y ahora explicaré por qué. Lo primero que hacemos al escuchar un disco de Dark Angel es pensar lo mucho que nos recuerda a tal o cual disco de Slayer, ciertas bandas de death/thrash nos recuerdan a trabajos anteriores de Sepultura, pero nada es tan distinguido como VIO-LENCE. Ya entonces tuvieron una fórmula prácticamente única. Es cierto que acabó por devorarse a sí misma llenando de ideas a todos aquellos que babeaban hambrientos de Groove, pero hasta ahora solo ellos han sabido sonar así de una forma tan sublime, y en lo eterno duran.

Sí, estoy hablando del que para mí es el mejor disco del género que jamás se ha hecho, y tiene un único rival a mi parecer que sin ninguna duda puedo decir que es el “Bonded By Blood” de Exodus. Y si, sé exactamente los títulos que van a salir de las bocas de cada uno de mis detractores al decir esto, y opinaré que todos los trabajos que van a decir son excelentes, pero que los americanos fueron un paso por delante siempre.

Hay que hablar de Killian para empezar. Muchos tenéis problemas con el voceras de esta banda. Es de extremos, o lo adoras o te da puto asco. En mi caso me suceden ambas cosas, pues me parece el elemento perfecto para separar a VIO-LENCE de todo lo demás. El tema es que él lo hizo bien, conservando la rabia, la velocidad y la fuerza pese a sonar a algo totalmente nuevo que tonteaba peligrosamente con el rapeo más burdo. Sin embargo fue más problemático todos aquellos que le siguieron con esa fórmula y al no poder imitarlo hicieron degenerar al metal hasta hacerle sangrar por mil heridas.

Puestos a hablar de los integrantes más significativos tocaría hablar de Robb, pero a ese lo dejaré para el final ya que me consta que es donde va a haber el salseo. De todos modos su presencia marca de principio a fin la esencia de este disco, desde esa épica intro del primer tema y sobre todo con esos infalibles latigazos que da su guitarra tras cada una de las veces que calla Killian aunque tan solo sea un segundo. Para no romper el tópico, el disco empieza con el tema título que para muchos es el mejor tema del LP, sin embargo yo me decanto mucho antes por “Calling in the corner”. Uno ha oído acusar a estos americanos de repetir la misma fórmula durante todo el trabajo, yo en cambio lo que veo aquí es un trabajo uniforme sin llegar a ser monótono. Sinceramente no querría oír sonar a VIO-LENCE de ninguna otra manera que no sea esta. Es un disco clásico de thrash, señores. Sin descansos, sin medio-tiempos, y sin horteradas que se alejen del género. Solamente unos pocos son capaces de hacer sonar este género en un trabajo que contenga elementos tales como baladas o instrumentales no thrashers a mitad del disco. Incluso así lo que busca uno aquí no es eso, sino escuchar algo que dure (necesariamente) no mucho más de media hora y que contenga una dosis aplastante de las endorfinas más agresivas. No hay más que escuchar ese disparo encasquillado antes del comienzo de “Serial Killer” para saber que lo que se te viene encima no es ningún cuento de hadas. Por cierto, menudo micro solo tiene ese tema… Tan nítido como lacerante.

Vuelvo a compararlos con Exodus, y es que me parecen los dos grupos del género con un mayor sentido de la épica entre los más grandes. Uno no puede evitar hacerse grande al escuchar esos berridos en “Kill on Command” o esos coros en “Phobophobia”, del mismo modo que se pone la piel de gallina al escucharlos en “And then there were none” ni gritar con una mano en el pecho “Bonded by Blood” cada vez que suena la famosa frase. Desde luego son uno de los modos más extraños y otrora efectivos para subirle el ánimo a uno.

En cuanto al “Opressing the masses”, seré breve, solo diré que si lo considero inferior al disco que hoy nos ocupa es una simple cuestión de amor. La carrera de estos hombres fue corta, pero no tiene ni un solo segundo que no sea pura excelencia y un auténtico manual y disco de sobremesa para todo aquel que quiera presentarse a sí mismo como thrasher.

Sé que muchos esperabais con ansias esta reseña debido a como se iba a despotricar de Flynn, y en un principio os iba a dejar con las ganas. No niego que le tenía algo de ganas al chaval, pero personalmente entiendo que una persona hiciese lo que él viendo el dinero y la fama a un solo paso y agarrando su propio talento por los huevos. Además, no hay que olvidar que, aunque no sean mis predilectos, Machine Head no una banda de emos pelagatos, estamos hablando de un grupo que al fin y al cabo es muy bueno. Pero finalmente entraré un poco contra él, de una forma lógica y sin hacer la carnicería que se iba a hacer contra él, pero tampoco voy a dejar que se escape vivo de esta.
Si hay algo de lo que no puedo dudar es de que él en ningún momento deseó hacer lo que está haciendo ahora, y que cuando realmente sintió lo que hacía fue en ese corto periodo en el que sin saber muy bien porque se reunió con unos amigotes y hizo brotar de su guitarra rabia pura. Él nunca meneó su sucia melena tan agresivamente como cuando arranca la batería en “Kill on Command”. Tampoco puedo dudar de algo que ose he dicho antes: Él llegó tarde al thrash, pero dándole a este un sonido totalmente propio. Cuando empezó a hacer Groove también llegó tarde, pero es que además no fue el mejor, ni el primero, ni tampoco el más duro. Eso no se debe olvidar, pues es la evidencia que prefirió pasar desapercibido entre la muchedumbre aprovechando el oro que caía sobre ella, antes que seguir por el solitario camino que él mismo había empezado y en el que pudo ser junto a sus compañeros ni más ni menos que el mejor.

Es injusto, porque es un error que cometen muchos humanos, pero a la vez es una de las cobardías más grandes que se pueden hacer. Se trata de traicionar a tu propio talento y no llevarlo a su máximo en vida, sabiendo que no solo podrías dar mucho más, sino que podrías vivir con mucha más plenitud haciendo lo que realmente deseas, lo que verdaderamente te gusta. Por eso, con todo el dolor, yo sí que declaro a Flynn como a uno de los mayores traidores y cobardes que ha tenido el thrash, y mira que no son pocos. Quizás la segunda banda a la que más he visto insultar por aquí es a Pantera. En el fondo me parece mucho más lícito lo que hicieron ellos que lo que hizo Flynn. Ellos fracasaron en el glam y decidieron cambiar para ser una de las mejores bandas de Groove, título que en parte se lo otorgaron ellos mismos con toda la jeta… Pero es que Flynn fue el mejor, y abandonó su puesto por motivos mucho menos nobles dejándonos huérfanos de sus riffs más legendarios. Es por eso que su futuro me importa tan poco como le importamos a él todos nosotros cuando decidió mudar su piel en contra incluso de su propio gusto. Muchas veces se dice que los genios son excéntricos cuando es más usual que sean gilipollas. Y sí, a mi me sirve para ver que cuando yo aun no había nacido ya existían los gilipollas, cosa que me tranquiliza, llegué a pensar que yo fui el primero de ellos. Quizás Flynn no se merezca ese adjetivo, pero os puedo asegurar que lo que hizo fue una gilipollez.

Chavales, poco más que decir. No quiero sobrevalorar mi trabajo aquí ni su trascendencia, pero tengo la sensación de estar rematando a lo que ha sido el thrash en esta página. Por mi parte hay algo de lo que no dudo. Nadie jamás va a subir ya a esta web un mejor trabajo de este género. Haz tributo a este épico momento y escucha el rugido que tuvieron para nosotros Exodus, y sobre todo los siempre olvidados VIO-LENCE.
Valoración: 10/10

Sean Killian: Voz
Robb Flynn: Guitarra, coros
Phil Demmel: Guitarra, coros
Deen Dell: Bajo, Coros
Perry Strickland: Batería

Sello
MCA Records'