Unanimated - Ancient God of Evil

Enviado por Mendoza M. el Jue, 20/12/2018 - 04:24
4247

1. Life Demise
2. Eye of the Greyhound
3. Oceans of Time
4. Dead Calm
5. Mireille
6. The Depths of a Black Sea
7. Ruins
8. Dying Emotions Domain
9. Die Alone

El quinteto de Unanimated debutaba en 1993 con el suculento "In The Forest of the Dreaming Dead", pero en su segundo disco, "Ancient God of Evil", los suecos le inyectan a su propuesta una incalculable dosis de estructuras más propias del Black Metal melódico practicado por Dissection, mostrando una soltura y una destreza sencillamente emocionante.

Con una portada tan contundente como minimalista, el segundo largo de Unanimated ejerce el rol de masterpiece, ofreciéndonos un huracán de matices, melodía imperante, técnica avasalladora y brutalidad. Todo recubierto por una cuidada capa de melancolía y sutiles teclados que, cuando aparecen, le propician al trabajo un colchón atmosférico más que acertado.

La inicial "Life Demise" irrumpe con un magnifico riff de presentación. La percusión de Peter Stjärnvind muestra una potencia orgánica, con lineas ejemplares que sustentan el buen hacer de Johan Bohlin, un notable guitarrista de aquellos que no se sonroja a la hora de tomar la estructura de un riff y deformarlo de mil maneras distintas hasta sacarle todo el jugo posible.

Al traspasar el velo que cubre "Eye of the Greyhound" nos topamos con otra lección de buen hacer compositivo donde se alterna el trabajo melodioso de Bohlin con las secciones rítmicas abruptas y machaconas de Jonas Mellberg, las cuales rememoran viejas formas de entender el subgénero. Por su parte, la magistral "Oceans of Time" toma posesión total del trabajo por medio de su épica sobrehumana. Nuevamente la pareja de hachas entretejen bellísimas melodías con la dosis justa de preciosidad y aflicción para que la desgarradora voz de Micke Jansson nos brinde ese punto de oscuridad y amargura que necesita este, mi tema favorito del álbum.

"Dead Calm", la instrumental "Mirelle" y "The Depths of a Black Sea" recurren a la misma fórmula de los temas anteriores. Eso sí, manteniendo sabiamente el teclado siempre en un segundo plano y recurriendo a él como trampolín para que la instrumentación vaya escalando peldaños hasta rozar la perfección. Los riffs se contorsionan hasta la locura, entrecruzándose constantemente en una vorágine de melodías que saben cómo mantener nuestra atención. En cambio, la magna "Ruins" recurre a secciones relativamente más sencillas y cálidas que se sustentan a base de inspiradas secciones rítmicas y un bajo perfectamente audible de Richard Cabeza, el cual abraza con fuerza la batería de Stjärnvind.

Encontramos brillantes estructuras en "Dying Emotions Domain", en donde la aceleración serpenteante, los constantes cambios de ritmo y un maravilloso solo de guitarra en su parte central ponen todo en orden para que la definitiva "Die Alone" cierre la faena con esa letra tan descorazonadora, enraizada a estribillos muy marcados que danzan alrededor del milésimo riff melódico que yace en "Ancient Gods of Evil". La banda no quita nunca el pie del acelerador y entretejen secciones desosegadas que le coquetean al progresivo en sus momentos de mayor éxtasis.

Y es que, para redondear la idea, Unanimated ensambla un rompecabezas magistral desde los instrumentos hasta el rasgado tono vocal de Jansson. Todo descansa en su sitio con una exactitud escandivana. Casi cuarenta minutos de bendita gloria insultantemente melódica, pero que sorprende gratamente por su inquietante inventiva compositiva. Las influencias se manifiestan y esconden constantemente bajo un vendaval de furia, melancolía y técnica, todo planeado e ideado por dos excelsos como lo son el veterano Peter In de Betou y Dan Swanö.

"Ancient God of Evil" es un disco altamente capacitado para sumergirnos en un océano de pasión e inspiración en donde iremos descubriendo una infinidad de detalles conmovedores a medida que nademos en él. La calidad de los músicos es de élite y todos reman absortos hacía una misma dirección. Cinco cuernos posiblemente ajustados, pero muy merecidos para esta belleza de disco.

Micke Jansson: Voz
Jonas Mellberg: Guitarra
Johan Bohlin: Guitarra
Richard Cabeza: Bajo
Peter Stjärnvind: Batería

Sello
No Fashion Records